Landeira: ¡°Siento emoci¨®n cuando veo mujeres arbitrando¡±

Pilar Landeira (Madrid, 1959) es una de las grandes pioneras del baloncesto espa?ol. La madrile?a se convirti¨® en octubre de 1992 en la primera mujer en arbitrar un partido de la Liga Endesa. Un Zaragoza-Ourense con Santiago Fern¨¢ndez a su lado. El director t¨¦cnico de ¨¢rbitros de la ACB fue uno de los responsables del ascenso a la ¨¦lite de Landeira. El otro fue Eduardo Portela, presidente de la competici¨®n en aquella ¨¦poca.

Dirigi¨® 194 partidos en Primera y cinco en los Juegos Ol¨ªmpicos de S¨ªdney (Australia) dentro de una carrera que el pasado mes de enero cumpli¨® medio siglo. Galardonada con la Real Orden del M¨¦rito Deportivo en categor¨ªa bronce en 2009, Landeira apura sus ¨²ltimos meses de actividad profesional en la Junta Directiva de la Federaci¨®n Catalana de Baloncesto.

?Qu¨¦ significa para usted ingresar en el Hall of Fame del baloncesto espa?ol?

Es un orgullo. Cuando recib¨ª la llamada, sent¨ª un sincero agradecimiento al jurado que me hab¨ªa elegido, que me ha dado este reconocimiento porque, adem¨¢s, se da una circunstancia: el pasado mes de enero se cumplieron 50 a?os de mi primer partido oficial como ¨¢rbitro. Y por eso, esta elecci¨®n para el Hall of Fame, me proporciona mucha m¨¢s alegr¨ªa y me emociona. Es un reconocimiento a toda una trayectoria, a toda una vida.

Y para el arbitraje espa?ol, ?qu¨¦ significa que se ponga a los ¨¢rbitros a la misma altura de jugadores, entrenadores, directivos¡­?

Esta es una lucha de la que fui consciente seg¨²n sub¨ªa de categor¨ªa en el arbitraje. Es una lucha que hemos mantenido siempre los ¨¢rbitros con el resto de los participantes de un partido de baloncesto. Una lucha para considerar al ¨¢rbitro un elemento m¨¢s dentro de este deporte, no uno que est¨¢ fuera de esa ecuaci¨®n compleja que es un encuentro de baloncesto. No somos un elemento extra?o que aparece los d¨ªas de los partidos.

Los ¨¢rbitros, afortunadamente, se preparan cada vez m¨¢s, conocen m¨¢s el juego. Recuerdo, cuando empec¨¦, que el ¨¢rbitro que vino a darme las clases lo hizo con un librito peque?ito y muy finito; ahora, a los ¨¢rbitros, se les forma con v¨ªdeos, con explicaciones sobre jugadas y sistemas. Se explica c¨®mo se aplica la regla con un mayor conocimiento de lo que es el juego. Hay que seguir luchando porque todav¨ªa hay gente que nos considera el mal menor en un partido y es todo lo contrario. Se ha avanzado mucho, se ha ganado mucho, pero debemos seguir insistiendo en ese sentido.

?Qu¨¦ empuja a una chica joven, en la d¨¦cada de los 70, a dedicarse al arbitraje? Com¨²n no era...

Fue puro azar. Soy de Madrid, pero me dieron una beca y me fui a estudiar el bachillerato a C¨¢ceres. All¨ª se organizaban partidos internos, una liguilla de baloncesto, y la profesora de educaci¨®n f¨ªsica que ten¨ªa, me dijo ¡®?por qu¨¦ no arbitras?¡¯. Ten¨ªa algunos conocimientos de las reglas y no me import¨®. Me puse a dirigir encuentros. Esto fue en 1973. Vi que no se me daba mal y en el a?o 74 hice el curso de arbitraje all¨ª, en la Universidad Laboral de C¨¢ceres. Cuando acab¨¦, me volv¨ª a Madrid para estudiar la carrera y renov¨¦ por el Comit¨¦ Madrile?o, donde estuve 25 a?os.

Luego, me vine a Barcelona, donde acab¨¦ mi vida en activo como ¨¢rbitro. He continuado como formadora y evaluando ¨¢rbitros dentro del Comit¨¦ Catal¨¢n. Ahora, formo parte de la Junta Directiva de la Federaci¨®n Catalana de Baloncesto.

Al final, el arbitraje, como otros deportes, es una droga, es una pasi¨®n, que a medida que te introduces, es cada vez es mayor. Eso es lo que te empuja. Y si ves que las cosas te salen bien, pues todav¨ªa mejor.

?C¨®mo la acogen dentro del arbitraje?

Al principio, extra?a porque el arbitraje en el baloncesto siempre ha sido de hombres. Todos eran hombres. No hab¨ªa mujeres. Pero luego, si demuestras un cierto nivel de calidad, los equipos, los jugadores aceptan que una mujer dirija los partidos. En la autoexigencia de querer hacer las cosas bien, creo que las mujeres somos un poco m¨¢s competitivos que los hombres. Poco a poco, la gente se acostumbraba. En cada categor¨ªa a la que ascend¨ªa, siempre era el mismo proceso: extra?a de inicio y, a medida que me conocen, aceptan que una chica arbitre un partido. Tambi¨¦n me pas¨® cuando fui internacional.

?C¨®mo se definir¨ªa como ¨¢rbitra?

Me dec¨ªan que era seria, pero honesta y, en ocasiones, dialogante con el jugador que se dirig¨ªa a m¨ª de forma correcta. Para m¨ª es una buena definici¨®n de lo que era como ¨¢rbitro. Siempre he tratado de realizar una labor honesta. Intentaba, cuando pod¨ªa, explicar lo que se hab¨ªa pitado. Cuando la reacci¨®n del jugador no era la adecuada, no me met¨ªa en camisa de once varas porque no te iba a aceptar la explicaci¨®n. Evitaba la confrontaci¨®n.

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Usted es la primera mujer en dirigir un partido en la ACB, ?era consciente de la importancia que ten¨ªa?

Al principio, no. Todos los ¨¢rbitros quer¨ªan llegar a la ACB. En mi caso hab¨ªa una cierta dificultad para que pudiera ascender, pero en un curso en Andorra me subieron. Dije ¡®objetivo cumplido y conseguido¡¯. Era cierta satisfacci¨®n interna porque hab¨ªa llegado a la cota m¨¢xima a la que aspira cualquier ¨¢rbitro. Y no era consciente de lo que significaba en ese momento, la verdad. Pero con el paso del tiempo, si lo fui: supuso abrir una puerta que antes estaba cerrada para las mujeres y que ahora, afortunadamente, est¨¢ siendo transitada por m¨¢s ¨¢rbitras. Y muy bien preparadas, adem¨¢s. De eso soy consciente ahora y cuando veo algunos partidos internacionales o de ACB en la que pitan mujeres, siento un poquito de emoci¨®n y de satisfacci¨®n interna. Digo ¡®mira, por detr¨¢s de m¨ª, est¨¢n yendo a m¨¢s¡¯. Intentamos que todas las mujeres tengan como m¨ªnimo una oportunidad. Si tienen la misma preparaci¨®n que un hombre, que tengan las mismas condiciones para demostrar sus habilidades dentro de una pista.

?C¨®mo se viven los d¨ªas, las horas previas a ese debut hist¨®rico en la ACB¡­?

Hay nervios y responsabilidad. Por querer hacer las cosas bien. Si he subido, es porque han considerado que hago las cosas bien y quiero seguir haci¨¦ndolas bien. Quiero que la apuesta que se ha hecho por m¨ª no sea bald¨ªa.

?Hay alg¨²n jugador o entrenador que la haya sacado m¨¢s de quicio?

Siempre hay jugadores y entrenadores complicados. Es un punto que va ligado al mismo concepto del ¨¢rbitro: en un partido se toman decisiones, acertadas o err¨®neas, sobre terceras personas y dentro de la personalidad de cada ¨¢rbitro, de cada jugador y de cada entrenador, la capacidad de aceptaci¨®n es diferente: algunos son menos impetuosos y aceptan las decisiones; otros, no. Hay de todo. Jugadores complicados, entrenadores complicados. Jugadores y entrenadores con los que nunca he tenido ning¨²n problema, a pesar de haberme equivocado. Si hablas con un ¨¢rbitro de f¨²tbol o de balonmano, te dir¨¢ lo mismo.

?Y c¨®mo se tomaban los jugadores y los entrenadores tener una ¨¢rbitra?

Con los que hab¨ªa crecido desde abajo, todo era normal. Ya me hab¨ªan visto y sab¨ªan c¨®mo era. Los que m¨¢s se extra?aban eran los americanos: aunque en sus pa¨ªses hab¨ªa ¨¢rbitras, en Espa?a no lo hab¨ªan visto. Pero una vez que empezaba el partido, no hab¨ªa problemas. Audie Norris, al que veo mucho por Barcelona, me dijo: ¡®Al principio, me extra?aba; luego ya nada: eras la ¨¢rbitra del partido y ya est¨¢¡¯.

?Pitar unos Juegos compensa todo lo malo? ?Fue su mayor logro?

Arbitrar en S¨ªdney 2000 fue un sue?o, algo que ni pensaba que pudiera ocurrir. Cuando me llamaron para dec¨ªrmelo, pensaba que me estaban gastando una broma. Es una experiencia muy dif¨ªcil de explicar verbalmente, tienes que vivirla. Acudir a unos Juegos, vivir el ambiente, lo que se definen como el esp¨ªritu ol¨ªmpico, estar ah¨ª, participar desde dentro¡­ Llegar a ser arbitro ol¨ªmpico es lo m¨¢ximo a lo que se puede aspirar. No lo olvidar¨¦ en mi vida. Fue gratificante. Fue el colof¨®n a mis ambiciones. ?Y mire que los jueces de mi ¨¦poca no cobraban porque era un honor! Sientes unas emociones que en otras circunstancias deportivas no las vives. Al menos, as¨ª lo sent¨ª yo y lo viv¨ª los 17 d¨ªas que estuve en S¨ªdney.

Solo cuatro mujeres han dirigido un partido de la Liga Endesa, ?qu¨¦ se necesita para que aumente ese n¨²mero?

Aqu¨ª hay una ecuaci¨®n que es formaci¨®n, oportunidad y confianza. Deben tener la mayor formaci¨®n posible; que les den la oportunidad de pitar y la confianza que mostraron conmigo: una apuesta personal por una persona. Tambi¨¦n est¨¢ el ¨¢mbito y las circunstancias sociales que rodean a las mujeres deportistas. En este caso, la ACB ha dado un paso hacia adelante con Yasmina Alcaraz, que ha sido madre y la ACB respet¨® su periodo de maternidad para luego reincorporarla con toda normalidad a la competici¨®n. Hace 10 o 15 a?os eso era impensable. En otros deportes, es totalmente impensable. La sociedad camina hacia la equidad, a dar las mismas oportunidades al margen del sexo de las personas. Esto tiene que ser b¨¢sico. Sobre todo, en los dirigentes que deciden qui¨¦nes son los que suben de categor¨ªa.

?Echa de menos el silbato?

Pues no. El arbitraje es una pasi¨®n y como toda pasi¨®n la decisi¨®n de dejarla es muy dif¨ªcil. Siempre he dicho que es como un sacerdocio: el que es arbitro lo es para toda la vida. Decidir dejarlo fue una decisi¨®n dura, complicada. Estuve varios meses prepar¨¢ndome para ello. El arbitraje me lo ha dado todo, me ha forjado como soy yo ahora: mis valores, mi forma de ser¡­ me ha modelado como soy, ha moldeado a la Pilar Landeira que soy ahora. Estar¨¦ siempre eternamente agradecida al arbitraje, pero tengo 65 a?os, se han cumplido 50 desde mi primer partido¡­ Es toda una vida. Hay un d¨ªa que tienes que decir ¡®se acab¨®¡¯ porque hay m¨¢s cosas en la vida. Y tampoco lo echo de menos porque he seguido ligado al arbitraje desde la Federaci¨®n Catalana como formadora, con seguimientos, informes¡­

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