La plata m¨¢s cruel

Fue cruel. La derrota de la Selecci¨®n en la final del Eurobasket contra B¨¦lgica (58-64) fue dura, atroz. Un jarro de agua fr¨ªa para un equipo que domin¨® a su rival durante los primeros 36 minutos del partido y que tuvo respiraci¨®n hasta los ¨²ltimos 30 segundos, pero que finalmente sucumbi¨® ante la grandeza de la MVP Emma Meesseman: 24 puntos, 8 rebotes y 5 robos para 21 de valoraci¨®n. Y que anot¨® el triple para dar la vuelta al marcador y cinco tiros libres para que el oro, el primero de la historia para B¨¦lgica, no se escapara. Tampoco se qued¨® corta Kyara Linskens con 18 tantos y 15 rebotes para 32 de eficiencia. Su mano en el ¨²ltimo cuarto fue clave para una generaci¨®n que ha elevado al baloncesto femenino belga a cotas nunca imaginables.

Y fue cruel por la uni¨®n de esta Selecci¨®n, que suma la medalla n¨²mero 11 (segunda plata) en los Eurobaskets para Espa?a, 10 en un siglo maravilloso para el baloncesto nacional. Por su recorrido en un campeonato en el que se ha redimido de los groseros tropiezos de 2021 en Valencia y en Tokio a lo grande; y en el que vivi¨® de final en final, siempre con sobresaliente, desde su derrota en el duelo inaugural frente a Letonia. No ha parado de luchar. De batallar contra el destino con una sonrisa en la cara y con una capacidad incre¨ªble para que todas y cada una de las jugadoras que sal¨ªan a pista fueran importantes. Un d¨ªa una; otro, otra. Siempre hab¨ªa alguien que daba un paso hacia adelante.

En esta final fue Queralt Casas quien cogi¨® el toro por los cuernos en la primer parte con 11 de sus 14 puntos en ese periodo y Paula Ginzo en el periodo final: qu¨¦ mano, qu¨¦ madurez. Y tambi¨¦n Leo Rodr¨ªguez cuando la Selecci¨®n se atasc¨®. Raquel Carrera hizo una labor incre¨ªble. No solo fueron n¨²meros, que fueron muchos (12 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias para 19 de valoraci¨®n) fue su trabajo ante Meesseman, ante Linskens. Mucho y muy variado que no sirvi¨® para un oro que a¨²n siendo cruel, sabe genial.

Era de esperar y as¨ª comenz¨® el partido. Emma Meesseman no hizo prisioneros en los actos iniciales del duelo: los 6 primeros puntos belgas fueron suyos. Era la ¨²nica a la que parec¨ªa que el escenario le inspiraba para desatarse, porque el resto de sus compa?eras no entraban. Vanloo no se estren¨® (desde el triple, eso s¨ª) hasta el minuto 14. Allemand, un poco antes, pero tampoco ten¨ªa ritmo. La culpa, sus cuerpos parec¨ªan atenazados en su debut en una final continental. Pero tambi¨¦n, por las espa?olas, que cortaron uno de sus puntos fuertes, la velocidad en sus transiciones; y tambi¨¦n el segundo, el ritmo desde el triple (dos y tres lanzados en los periodos antes del descanso) con Casas, Cazorla y Ouvi?a en defensa intensa sobre las exteriores rivales.

Meesseman era otro asunto. Iba a su ritmo, pero las faltas (dos en el minuto 16) no la permit¨ªan muchos alardes ante el empuje de Laura Gil, Raquel Carrera y Paula Ginzo, que no se arrugaban a pesar de que mover a Kyara Linskens es arena de otro costal. Carrera lleg¨® c¨®modamente a los 8 puntos al descanso y Ginzo, a los cuatro con mucha valent¨ªa. Aunque fue la explosi¨®n de Casas la que abri¨® camino con 11 tantos (con un triple, incluida) hasta el +9 (24-15). La circulaci¨®n de bal¨®n espa?ola (8 asistencias) y las 13 p¨¦rdidas belgas (forzadas y no forzadas) imped¨ªan los intentos de abordaje de las chicas de Rachid Meziane. Cazorla descerraj¨® una triple que pon¨ªa el 32-25 para cerrar el segundo cuarto.

B¨¦lgica se quit¨® parte del fr¨ªo de sus cuerpos. Segu¨ªan extraviando pelotas, era su cruz, pero su cara era la entrada en calor de Vanloo y Allemand, que aprovechaban cualquier resquicio para dar un peque?a punzada a una Espa?a que tampoco la sent¨ªa mucho. Iba a su ritmo. Pasito a pasito. Y si Torrens ten¨ªa a diferentes perros de presa tras ella como si no hubiera un ma?ana (Mbaka o Delaere), aparec¨ªan, porque siempre aparece alguien, Leo Rodr¨ªguez y Raquel Carrera. La canaria, con seis puntos, puso el +10 (48-38, min. 29). Cinco tantos seguidos de Allemand reduc¨ªan, de nuevo, todo un poco (48-43)¡­ Y m¨¢s se fueron acortando las distancias.

Las belgas empezaron a creer que era posible. No hac¨ªan nada en especial. No hab¨ªan montado una revuelta en la c¨¢rcel para ver la luz del d¨ªa, pero la Selecci¨®n no encontraba su camino. Solo Paula Ginzo, con seis tantos en cinco explosivos minutos, manten¨ªa el caudal ofensivo espa?ol ante Linskens y el bloque directo central de las belgas. No fue suficiente: a falta de 4 minutos para acabar el duelo, Meesseman adelantaba a B¨¦lgica desde el triple (54-55). Y Espa?a no pudo cogerla, aunque lo intent¨®. Fin al Eurobasket con mucho orgullos y cabeza alta.