Obst: ¡°En la NBA pueden llamarse como quieran¡±
Andreas Obst, campe¨®n del mundo con Alemania, entra en la pol¨¦mica de la nomenclatura que usan en la NBA para los equipos que ganan el anillo.
Una de las cosas m¨¢s curiosas de la NBA es que el debate nunca cesa. El auge de las redes sociales ha permitido a la mejor Liga del mundo expandirse hasta lugares insospechados, llegar a todos los rincones del planeta. Todo el mundo discute por algo, reclama para s¨ª la raz¨®n eterna y colecciona argumentos para rebatir los contrarios. Lo curioso es que ahora ese debate se encuentra fuera de la NBA y es sobre la NBA. Concretamente, desde que el atleta Noah Lyles hablara de lo mal que le parec¨ªa que se utilizara la nomenclatura de ¡°campe¨®n del mundo¡± para un ganador del anillo, una frase muy manida y utilizada en la competici¨®n norteamericana para referirse al conquistador del t¨ªtulo y que ha sido criticada, no s¨®lo durante el pasado Mundial, tambi¨¦n ahora.
El ¨²ltimo al que no le ha parecido bien dicha sentencia ha sido a Andreas Obst, que precisamente fue campe¨®n del mundo con Alemania, que conquist¨® ante Serbia su primer t¨ªtulo de siempre en dicho torneo. ¡°En la NBA, siempre han tenido la actitud de que son los mejores en algo. Pueden llamarse como quieran, el resultado final no cambia. Somos los campeones del mundo¡±, ha dicho Obst, que se suma a la ristra de personajes que carga contra la definici¨®n que se atribuyen a s¨ª mismos varias personalidades de Liga estadounidense, ya sean jugadores, entrenadores o comentaristas. Algo muy com¨²n de ver y observar en muchos de los estamentos de la competici¨®n y que se hab¨ªa normalizado sin que (casi) nadie dijera nada. Las palabras de Lyles abrieron la veda y, tras ¨¦l, han sido muchos los que se han mostrado en contra de dichas palabras.
No ha sido el ¨²nico que ha hablado en estos t¨¦rminos. Muchos recordaron las palabras de Gregg Popovich all¨¢ por 2010, cuando se refiri¨® a este tema sin que trascendiera como lo ha hecho ahora. El m¨ªtico entrenador dijo entonces que ¡°no tiene sentido que un equipo de la NBA se autoproclame campe¨®n del mundo. No recuerdo a nadie jugando con nadie fuera de nuestras fronteras para conseguir esa etiqueta¡±. Un verano en el que, por cierto, hubo Mundial, uno que fue conquistado por Estados Unidos, al contrario que en la ¨²ltima cita. El debate se ha mantenido de forma sostenida en redes sociales, esas que son las que hoy sostienen la opini¨®n p¨²blica. Y no cesa a pesar de que el torneo finaliz¨® el 10 septiembre. Estas cosas, en la actualidad, suelen ser as¨ª.
Obst fue uno de los h¨¦roes de Alemania en el Mundial. Se qued¨® en 7 puntos en la final, cuando los germanos se impusieron a Serbia (83-77), pero fue el h¨¦roe ante, precisamente, Estados Unidos. Entonces se fue a 24 puntos con un 4 de 8 en triples y 8 de 9 en tiros libres. Escolta en el Bayern de Pablo Laso (27 a?os, 1,91 cm), es un s¨®lido tirador que emergi¨® en el momento adecuado para conseguir una victoria hist¨®rica en semifinales ante el Team USA (111-113), participando adem¨¢s en la mayor anotaci¨®n que el Dream Team (que en esta ocasi¨®n no lo era tanto) ha recibido en un Mundial o unos Juegos Ol¨ªmpicos. Y, tras la cita, Obst no ha dudado en reivindicar a su selecci¨®n, criticando por el camino de forma abierta a la NBA y defini¨¦ndose con esa nomenvlatura que tanto ha dado que hablar. La de campe¨®n del mundo. Es lo que es.