El mundo a sus pies

No se puede luchar contra los elementos. Esa es la conclusi¨®n del baloncesto femenino de selecciones, donde juega el que seguramente sea el equipo m¨¢s dominante de cualquier deporte. La selecci¨®n de Estados Unidos, que ha ganado su cuarto Mundial consecutivo, el und¨¦cimo en total cuando el resto de los pa¨ªses acumulan ocho. Lo ha hecho ante China (61-83), que volv¨ªa al podio por primera vez desde la plata de 1994. La selecci¨®n asi¨¢tica, as¨ª como el bronce de Australia ante la Canad¨¢ de V¨ªctor Lape?a (95-65), demuestran que el b¨¢squet femenino est¨¢ virando cada vez m¨¢s hacia otros continentes que no son el europeo.

Las chinas jugaron una estupenda final en S¨ªdney, adelant¨¢ndose en el marcador de salida, forzando m¨¢s fallos de los habituales en su rival, con un plan de juego con ese punto de locura de los equipos asi¨¢ticos que desconcert¨® durante un buen rato a Estados Unidos y con sus dos torres por encima de los dos metros, Yueru Li y Xu Han, castigando la zona americana. Entre las dos acumularon 27 puntos, 18 rebotes y 35 de valoraci¨®n. Hicieron todo lo que estaba en su mano¡­ Y acabaron perdiendo por 22 puntos. Porque cualquier equipo, por muy bien que juegue, tiene sus altibajos. Y es ah¨ª cuando las estadounidenses, que no entienden de esas cosas, te destrozan. Al descanso, con China dando todo lo que ten¨ªa, se fueron 10 arriba. Al final del tercer cuarto y con un rival muy cansado por el esfuerzo del d¨ªa anterior, en una semifinal agotadora ante las anfitrionas, ya hab¨ªan sentenciado (47-68).

El m¨¦rito de China ante un rival de esta envergadura es tremendo. Ha sido el ¨²nico equipo que se ha acercado m¨ªnimamente su nivel y en la fase de grupos ya perdieron ¡®s¨®lo¡¯ por 14. Una haza?a teniendo en cuenta que la diferencia media a favor de las americanas en este torneo ha sido de +42, la mayor de toda la historia. Un equipo que no pierde un partido de Mundial o Juegos Ol¨ªmpicos desde la semifinal de la Copa del Mundo de 2006 ante Rusia. Desde entonces 60 encuentros sin conocer la derrota en las dos competiciones m¨¢s importantes con una diferencia de puntos a su favor de 31,8. Y, claro, cuatro entorchados mundiales y cuatro oros ol¨ªmpicos. Si nos circunscribimos a los JJ OO el dato es a¨²n m¨¢s incre¨ªble. Estados Unidos ha ganado todos los partidos que ha jugado desde el 5 de agosto de 1992, cuando cay¨® en semifinales contra el Equipo Unificado de antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas. Desde entonces van siete ediciones sin fallo subi¨¦ndose a lo m¨¢s alto del podio.

Hoy, en S¨ªdney, han vuelto a hacer lo mismo. Lo que todos esperaban, incluidas las propias jugadoras a juzgar por la celebraci¨®n contenida al acabar el partido. La m¨¢s feliz parec¨ªa A¡¯ja Wilson, que lleg¨® a Australia directa de la celebraci¨®n del t¨ªtulo de la WNBA con Las Vegas Aces (lo mismo que Chelsea Gray y Kelsey Plum) y que ha sido nombrada mejor jugadora del torneo. La alero, que ha promediado 17,2 puntos, 7,5 rebotes, 2,2 robos, 1,3 tapones y 17,2 de valoraci¨®n, viene de ganar el MVP (segundo tras el de 2020) y el premio a Mejor Defensora del A?o en la WNBA y se confirma como la nueva gran estrella norteamericana en un momento en el que se han retirado nombres hist¨®ricos como Sue Bird o Diana Taurasi. Y en un torneo en el que no han podido contar con Brittney Griner, la mejor en la final de los Jugos de Tokio de hace un a?o y que sigue encarcelada en Rusia.

Pero en EE UU no parece haber problema con las nuevas generaciones. Sabrina Ionescu, el fen¨®meno de 24 a?os que est¨¢ batiendo todas las marcas estad¨ªsticas del baloncesto, era la jugadora n¨²mero doce en este equipo. Cuando ser¨ªa titular indiscutible en cualquier otro pa¨ªs. Ese es el nivel de una selecci¨®n imponente, inabarcable y, para desgracia del resto de equipos, parece que en ning¨²n caso irrepetible.