El milagro de Wintering da una victoria imposible al Estudiantes

Hay victorias y ?hay victorias! Y la conseguida este viernes por el Movistar Estudiantes, en la superjornada de la LEB Oro para cerrar la primera vuelta en San Sebasti¨¢n, en el Angulas Aguinaga Arena, ante el Guuk Gipuzkoa (83-85), es de las segundas. Imposible. Apote¨®sica. Incre¨ªble. P¨®ngale el adjetivo que quieran. Porque lo obtenido por los colegiales de la mano de Wintering sin tiempo, vale por cualquiera de esos adjetivos. No es un decir. Significa un campeonato de invierno, una participaci¨®n como anfitri¨®n en la Copa Princesa y una remontada de 120 segundos indescriptible ante un rival directo que da un partido de ventaja sobre el Leyma Coru?a en la clasificaci¨®n y dos sobre el San Pablo Burgos, que se desinfla con cuatro derrotas consecutivas¡­ ?Y hace 23 d¨ªas todo era negro para los ramire?os tras caer contra los gallegos en el Magata!

Y tambi¨¦n vale por c¨®mo se consum¨®. El Estu arranc¨® una victoria que era improbable a 2:15 del final, cuando el marcador luc¨ªa un 76-67 fabuloso para el GBC, que ha demostrado un nivel superlativo para estar en la parte alta de la clasificaci¨®n gracias, principalmente, a Barcello: el m¨¢ximo anotador y valorado de la LEB Oro cerr¨® con 19 puntos y 20 valoraci¨®n. Cifras brillantes que no sirvieron para doblegar al l¨ªder de Segunda, que tir¨® de casta, de valent¨ªa, de calidad y de eficacia para darle la vuelta al marcador.

Empez¨® Wintering y sus velocidad en la penetraci¨®n para recortar un poquito (76-69) y sigui¨® Larsen en el poste (76-71). A continuaci¨®n, Barcello no fall¨® desde la personal (78-71). Murphy acert¨® un triple antes de que los ¨¢rbitros pitaran una t¨¦cnica a Pedro Rivero por sus protestas por un tiempo de posesi¨®n que bailaba de arriba abajo sin sentido. Barcello lo aprovech¨®, 79-74. Y ah¨ª surgi¨® el baile de Leimanis. De dos o de uno, el let¨®n es un arma letal, y descerraj¨® dos triples consecutivos que pusieron el miedo en el cuerpo a los donostiarras. Un acierto que continu¨® Dee, el pistolero, para empatar a 83. 16 segundos. Nadie cre¨ªa lo que estaba viendo.

Las opciones del GBC de llevarse el duelo se fueron por unos pasos de Iv¨¢n Aurrecochea. El momento Wintering apareci¨®. Los de San Sebasti¨¢n, con una falta por conceder, dieron v¨ªa libre al peque?o base estadounidense, que se lanz¨® a campo abierto para elevarse a media distancia en la bombilla para anotar. Fin del partido. Victoria colegial. Y todos los jugadores ramire?os al suelo abrazados sobre Wintering. Una alegr¨ªa indescriptible que nadie mejor que Sola reflejaba tras el abrazo colectivo: solo, inclinado una y otra vez al suelo, con una emoci¨®n desmedida. Un triunfo que vale quilates.

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