Cebri¨¢n: ¡°Me supo hasta mal batir el r¨¦cord de Epi¡±
Betty Cebri¨¢n fue una de las grandes p¨ªvots del baloncesto espa?ol, oro en Perugia 93 y la cuarta jugadora con m¨¢s internacionalidades.
Betty Cebri¨¢n (Reus, 1971) fue una de las primeras grandes p¨ªvots que hubo en el baloncesto espa?ol. Formada en el Siglo XXI, disput¨® los Juegos de Barcelona 92, se colg¨® el primer oro europeo en Perugia 93 y jug¨® 252 partidos con la Selecci¨®n, la cuarta que m¨¢s. En el baloncesto de clubes, levant¨® cinco Ligas y cuatro Copas y pas¨® dos veranos en la WNBA, en New York Liberty.
?Qu¨¦ significa para usted entrar en el Hall of Fame?
Es una ilusi¨®n inmensa. Despu¨¦s de tantos a?os y aunque siga vinculada, porque trabajo en FIBA, ya no vivo en Espa?a¡ Se te refrescan tantos recuerdos que ya solo por eso es bonito.
Ya vivi¨® la primera gala como miembro de la Selecci¨®n de Perugia 93, ?qu¨¦ recuerda de aquel d¨ªa?
Es diferente porque all¨ª estaba el componente de volvernos a juntar despu¨¦s de tantos a?os, con entrenadores, con cuerpo t¨¦cnico¡ Aparte de recibir el premio, aquello fue un reencuentro. Esta vez, al ser m¨¢s personal, lo vivo de otra forma, m¨¢s en solitario.
?Tiene pensado d¨®nde va a poner ese segundo bal¨®n dorado?
Lo tengo claro. Despu¨¦s de tener durante muchos a?os los recuerdos en cajas, cuando me mud¨¦ a Alemania y nos compramos la casa, decid¨ª sacar las cosas. Ten¨ªa todo en casa de mis padres y cuando fallecieron me lo llev¨¦, pero estaba en cajas. He puesto las cosas m¨¢s relevantes de mi carrera, las medallas, camisetas¡ en un mini-museo en mi casa y el bal¨®n ya tiene guardado su sitio.
De aquella selecci¨®n ya son hall of famers usted, Marina Ferragut, Wonny Geuer y Blanca Ares. ?Se consideran pioneras?
Antes de nosotras ha habido tanta gente que tambi¨¦n se lo merece¡ Hablo de Rosa Castillo, Anna Junyer¡ que seguramente entrar¨¢n tambi¨¦n, pero quiz¨¢s nuestra generaci¨®n recogi¨® el testigo y quiz¨¢s fue una ¨¦poca con m¨¢s visibilidad porque conseguimos aquella medalla. Siempre habr¨¢ alguien antes que t¨². Era lo que dec¨ªa Mar¨ªa Planas cuando entr¨® en el Hall of Fame, que quiz¨¢s ella fue la primera entrenadora, pero antes de ella hubo otras mujeres que abrieron el camino de alguna forma. Nunca me he sentido pionera. Si he hecho algo es coger el testigo y continuarlo, que me hace incluso m¨¢s ilusi¨®n.
?C¨®mo y cu¨¢ndo comenz¨® a jugar al baloncesto?
Era muy alta, sobre todo en un pa¨ªs como Espa?a. Me gustaban todos los deportes, en el patio siempre jugaban con los chicos, pero fue en el cole cuando un profesor de Educaci¨®n F¨ªsica me dijo: ¡°Igual deber¨ªas plantearte federarte, jugar y entrenar¡±. ?l fue el que me anim¨®. Yo ve¨ªa que al baloncesto era buena, porque en el cole era incluso m¨¢s alta que los chicos y el resto del mundo quer¨ªa ir conmigo. Esos detalles son los que me empujaron a intentarlo. Siempre lo cuento. Gracias al baloncesto pas¨¦ de ser un bicho raro a ser aceptada. Sent¨ª que era el sitio donde ten¨ªa que estar. Descubres otro mundo en el que encajas.
?Qui¨¦n fue su inspiraci¨®n?
Fui siempre muy de Epi. Soy de Barcelona y en los primeros partidos que vi en el Palau, ¨¦l era la estrella. Incluso recuerdo que cuando bat¨ª el r¨¦cord de internacionalidades con la Selecci¨®n, que ¨¦l ten¨ªa, me supo hasta mal. Epi me llam¨® para felicitarme y fue algo muy especial para m¨ª. Y tambi¨¦n admiraba mucho a Audie Norris, porque jugaba en mi posici¨®n. De hecho yo cog¨ª el n¨²mero 14 por ¨¦l.
Con 16 a?os se incorpora al Siglo XXI. ?C¨®mo fue salir de casa tan joven?
Form¨¦ parte del grupo de experimento del Siglo XXI. Estuvimos en Manresa, antes de que el Siglo XXI fuera como es hoy. Hab¨ªa descubierto que ese era mi mundo, que encajaba en ¨¦l y que disfrutaba much¨ªsimo, por eso quer¨ªa estar ah¨ª. Se lo dije a mis padres y mis padres me dieron alas para volar. Estaba muy ilusionada de poder seguir a un nivel m¨¢s intenso, porque en un club normal entrenas dos o tres tardes y de repente te ofrecen la posibilidad de estar viviendo con un grupo que encaja contigo.
?C¨®mo fueron esos a?os en los que encaden¨® el Siglo XXI con el plan ADO?
Al haber vivido en el Siglo XXI, conoc¨ªa bien el formato de concentraci¨®n, era continuar con ese sistema, pero con gente m¨¢s veterana. Fue duro por tener que irme a Madrid, que antes estaba en Barcelona, cerca de los m¨ªos; pero tambi¨¦n lo tienes m¨¢s claro y buscas otra familia, que son tus compa?eros en la Blume, de tu deporte pero tambi¨¦n de otros. Todo deportista tiene el objetivo de vivir unos Juegos en tu casa. Puedes pasarlo mal en alg¨²n momento, pero siempre piensas que valdr¨¢ la pena.
?Qu¨¦ recuerda de los Juegos de Barcelona?
Cuando nos dieron los Juegos me inscrib¨ª como voluntaria y de repente yo estaba jugando, con mi familia en la grada y mis amigos como voluntarios; mi red estaba vi¨¦ndome. En mi vida hay un antes y un despu¨¦s de Barcelona 92.
?Qu¨¦ signific¨® la Selecci¨®n para usted?
?Todo! Con los clubes consigues t¨ªtulos, pero el ambiente es diferente. Hab¨ªa siempre una americana con m¨¢s protagonismo, un contrato profesional por medio¡ en la Selecci¨®n eres t¨², eres t¨² con tus compa?eras quien lleva el peso, sin que haya una americana que te saque las casta?as del fuego, nadie te paga para motivarte¡ El tener que liderar esa responsabilidad y no depender de otros es lo que a m¨ª siempre me llam¨® la atenci¨®n, el decir ¡°es que aqu¨ª somos nosotras¡±.
?C¨®mo era Betty Cebri¨¢n como jugadora?
Me consideraba sobre todo defensora. En aquella ¨¦poca en la que jug¨¢bamos ante p¨ªvots much¨ªsimo m¨¢s altas que nosotras, mi fuerte estaba en la defensa, en el rebote, en taponar, en posicionarme bien en defensa para ayudar a mis compa?eras¡ En ataque, intentaba leer mis posibilidades, que eran las que eran. Yo era una jugadora interior, muy de poste, y cuando juegas contra jugadoras tan altas tambi¨¦n hay que saber leer el partido. Era una p¨ªvot de la vieja escuela, de movimientos de pies y poca mano de lejos. Trabaj¨¢bamos tambi¨¦n mucho los ganchos, que ahora no se usan, pero porque ¨¦ramos peque?as. Desarrollamos unas herramientas para sobrevivir en aquella ¨¦poca.
Estuvo tantos a?os en la Selecci¨®n que vivi¨® el primer oro, el de Perugia 93, pero tambi¨¦n los inicios del exitoso siglo XXI.
Lo viv¨ª a medias. Me retiro, pero empiezo a trabajar en la FEB cuando sale esta generaci¨®n: Marta Xargay, Alba Torrens, Laura Nicholls¡ Se ve¨ªa desde abajo, que compet¨ªan sobradas y se llevaban las medallas sin despeinarse. Pens¨¢bamos: ¡°Madre m¨ªa lo que viene¡±. Pero luego hay que cristalizarlo. En ese aspecto, el poder vivirlo desde la l¨ªnea de banda ha sido un lujo. Yo trabajaba con ellas en categor¨ªas de formaci¨®n y me siento un poco part¨ªcipe de haberlas ayudado a entrar en este mundo. Ves que la dedicaci¨®n, no solo m¨ªa sino de los clubes, las federaciones¡, va cogiendo forma y se van viendo los resultados.
?Cu¨¢l es la p¨ªvot actual que m¨¢s le llama la atenci¨®n?
Soy muy de Raquel Carrera y de Emma Messeeman, porque son muy vers¨¢tiles, tienen muchos recursos: tiran de fuera si les viene una grande, juegan uno contra uno de cara, saben poner el bal¨®n en el suelo y botar, juegan fuera, leen el juego¡ Unen inteligencia con talento.
Ya retirada, ?alguna p¨ªvot le ha llegado a decir que era una referente para ella?
Cuando me retiro, y todav¨ªa me conocen, iba al Siglo XXI y trabajaba con las interiores, pero cuando digo que trabajaba es que entrenaba con ellas. Ellas me tienen de referente, quisieran o no, porque entrenaban conmigo muchas veces. A m¨ª me gustaba mucho trabajar y ayudar a las interiores de las selecciones. Estuve tambi¨¦n muy involucrada cuando Astou (Ndour) se nacionaliz¨® e incluso con Sancho Lyttle. Yo era un poco su mentora, hice de anclaje.
Jug¨® en la WNBA, en las New York Liberty, pero considera que fue m¨¢s por un tema estrat¨¦gico, ?no?
Con el tiempo lo pienso. Estuve dos veranos. El primero, deportivamente fue bien, sabiendo mi rol, con mis 12-15 minutos por partido; entraba en el esquema del equipo. Pero el segundo a?o cambiamos de entrenador y te das cuenta de que est¨¢s de rotaci¨®n, pero tambi¨¦n para tener una espa?ola que les va a abrir el mercado hispano. El primer a?o, como Amaya (Valdemoro) cuenta muchas veces, ten¨ªamos casi tantos seguidores como las titulares, porque la comunidad hispana ven¨ªa a verme a m¨ª, no a ellas. A la larga eso fue un factor para que me quedara en Nueva York, porque el segundo a?o casi ni jugu¨¦. Al acabar el partido, aunque no hubiera jugado, era la que m¨¢s actividades programadas ten¨ªa: firmar aut¨®grafos, fotos¡
Ha sido jugadora, hizo el curso de entrenador, ha trabajado como fisioterapeuta de la Selecci¨®n, en el Gabinete T¨¦cnico de la FEB, ha sido presidenta del sindicato de jugadoras, trabaja en la Comisi¨®n de la Mujer de FIBA... ?le queda algo por hacer?
Descubr¨ª mi mundo. Para m¨ª trabajar nunca fue un sacrificio y voy probando cosas hasta que encuentras el sitio donde t¨² puedes aportar m¨¢s. Tuve la suerte de que se me abrieron esas puertas. Cuando me retiro, ?ngel Palmi ya me ofreci¨® trabajar en la FEB como responsable de femenino. Me siento una privilegiada. En la Asociaci¨®n de Jugadoras te eligen las jugadoras y aceptas el reto, como hizo tambi¨¦n Elisa (Aguilar). Ten¨ªamos claro que quer¨ªamos estar en el mundo de la gesti¨®n y la administraci¨®n del deporte y hemos ido probando. Hice el curso de entrenadora, hasta el nivel superior, y el d¨ªa siguiente de darme el t¨ªtulo dije que no iba a entrenar nunca. Tambi¨¦n haces cosas para saber lo que no quieres. Y reconozco que me ha sido ¨²til, pero no me ve¨ªa trabajando de entrenadora.
Su carrera ha estado muy ligada a la de Marina Ferragut y ahora ingresar¨¢n juntas. ?Qu¨¦ supone Ferragut en su carrera?
Es especial. Dir¨ªa que fuimos las primeras p¨ªvots-p¨ªvots, porque antes estaban Wonny, Rosa Castillo¡ pero eran un tres-cuatro que ten¨ªan que hacer de p¨ªvot porque no hab¨ªa gente grande. Quiz¨¢ Piluca Alonso fue la ¨²nica ¡®grande¡¯ que hubo antes que nosotras. Con Marina empec¨¦ desde la selecci¨®n catalana, luego el Siglo XXI, el Plan ADO¡ Fuimos la primera pareja de p¨ªvots que tuvo la Selecci¨®n. ?ramos adem¨¢s muy diferentes: ella ten¨ªa muy buena mano y yo era m¨¢s de pelearme dentro. Aunque ¨¦ramos dos grandes, nos compenetr¨¢bamos muy bien en la pista. Ella me abr¨ªa el espacio que yo usaba. Ese t¨¢ndem aguant¨® muchos a?os, porque primero no ten¨ªamos a mucha gente por detr¨¢s que nos quitara el sitio y segundo, nos entend¨ªamos muy bien en la pista. Para m¨ª es especial, porque desde el primer d¨ªa hasta la retirada compartimos todos los veranos y a?os juntas.