El Bar?a se lleva el Cl¨¢sico con atragantamiento

Despu¨¦s de unas cuantas noches feas, el Bar?a rompi¨® su inercia negativa en los Cl¨¢sicos (75-73), ese 5-1 merengue desde la Final Four y hasta este jueves que le ha dado al Madrid una final de la Euroliga, un t¨ªtulo de ACB y la Supercopa. Result¨® por momentos, hasta bien entrado el ¨²ltimo cuarto, un pulso desigual, casi un paseo por el dominio cul¨¦ sin atisbos de reacci¨®n. Un chute de autoestima, para el equipo y la grada, mientras mandaba al adversario al rinc¨®n de pensar, pero el tramo final le amarg¨® algo la victoria, porque Llull tuvo un triple para ganar (abus¨® del lanzamiento en el desenlace: marr¨® ese y dos m¨¢s antes seguidos cuando Cornelie parec¨ªa dispuesto). Un tiro para triunfar con segundos en el reloj cuando el Barcelona iba +18 (61-43) en el minuto 28. Y a¨²n +17 (69-52) a falta de 7. Y todav¨ªa +12 (74-62) a 2:40 de la bocina.

Lo que no gust¨® de los locales es que se pararon por completo. Lo que s¨ª entusiasm¨® previamente fue su cerebro, el del bloque, todas esas interconexiones que le hicieron entender mejor cada situaci¨®n para encontrar superioridades, lo que le elev¨® a las 22 asistencias. Y su mayor ambici¨®n, traducido en 32 rebotes (a 27). Satoransky y Vesely, la pareja checa, luci¨®; Sanli fue un factor ante Tavares; Tobey tambi¨¦n rindi¨®, como Jokubaitis; y ni siquiera Laprovittola tuvo que hacer excesos, al menos hasta que agrup¨® tres p¨¦rdidas que casi les cuestan un disgusto a los suyos. Lo peor, al margen del cierre, que Higgins no transmiti¨® buenas sensaciones. El l¨ªder, Satoransky (12 puntos, 7 rechaces y 5 asistencias para 22 de valoraci¨®n). En el Madrid, algo que ya se sab¨ªa: Deck es m¨¢s que imprescindible (¨¦l provoc¨® la reacci¨®n), dudas en el reparto de la direcci¨®n y sin defensa (plagada de despistes) no hay para¨ªso. Y algo que no hab¨ªamos visto: Cornelie como pieza ¨²til, tambi¨¦n en el efervescente ep¨ªlogo.

El Cl¨¢sico apremiaba m¨¢s al Bar?a y se not¨®, y encima en el Palau. La actividad y el deseo local se transmit¨ªa en la intensidad, en el rebote, en segundas acciones¡­ Desde el inicio, los azulgranas marcaron el paso y el Madrid fue a remolque. Lo hizo con Cornelie por Tavares en el quinteto titular. Jasikevicius hab¨ªa sacado por dentro a Sanli y Tobey, pinta que para alejar a Edy de la pintura; pero sin ¨¦l, el que se meti¨® dentro fue Satoransky castigando al poste a Sergio Rodr¨ªguez. Uno contra uno con canasta o asistencia del checo al p¨ªvot abierto si llegaba una ayuda. A cambio, el Chacho castigaba en ataque con sus pases la defensa cul¨¦. Suyas fueron tres (y en los tres primeros minutos) de las siete asistencias visitantes de la primera parte.

El equipo fluy¨® poco, a impulsos individuales, con quintetos raros (luego Poirier y Tavares a la vez) y graves despistes defensivos (algunos de Musa), m¨¢s en evidencia todav¨ªa por el acierto de Sato y Vesely. Tambi¨¦n el de Kalinic, que se las ten¨ªa tiesas con Deck, el m¨¢s metido de los madridistas. En los cul¨¦s, m¨¢s armon¨ªa y colectividad, mejor lectura de los espacios, de d¨®nde s¨ª y d¨®nde no sacar ventaja. Pese a todo, el Real se puso a tiro de tres (28-25) tras un par de buenas acciones por barba de Deck y Tavares. De ah¨ª al descanso, en casi seis minutos, descorche blaugrana, un 10-0 que solo rompi¨® Hezonja sobre la bocina del cuarto (abucheado y con buenos porcentajes a la vez).

Los bases y la vuelta de Abalde

En la reanudaci¨®n, m¨¢s de lo mismo, con Tobey y Sanli abriendo espacios, con una buena circulaci¨®n que dejaba a un tirador solo o un corte para encestar bajo canasta. ?La respuesta blanca? M¨¢s impulsos aislados, sin movilidad previa, sin la m¨ªnima circulaci¨®n, la falta de actividad se tradujo casi en una huelga de brazos ca¨ªdos atr¨¢s que Vesely aprovech¨® para colgarse del aro para goce del Palau.

Abalde hab¨ªa debutado este curso en el segundo cuarto, pero faltan Williams-Goos y Hanga (y ya veremos cu¨¢ndo vuelve Aloc¨¦n), y de momento hay alguna incertidumbre en el puesto de base (m¨¢s que por efectivos, por roles), ese en el que Campazzo hubiera sido el gran referente.

Con 61-43 y el duelo (casi) roto, aparec¨ªa Deck, luego Cornelie sacaba una falta en un triple, Poirier palmeaba el tercer tiro libre y Cornelie repet¨ªa con una de tres. Primer amago de reacci¨®n: 61-52. Lo mejor del ala-p¨ªvot franc¨¦s en lo que va de campa?a. M¨¢s intensidad merengue, pero sin acierto continuado, mientras que los de Jasikevicius segu¨ªan siendo los m¨¢s listos en la cancha encontrando los desajustes¡­ hasta que se pararon por completo. El Madrid irrumpi¨® de la nada con Deck (13 tantos entonces, todos ¨¦l desde el 73-60), y antes Cornelie, para darle un susto que no fue de muerte porque Llull marr¨® el triple.