Tavares lo gana y Llull lo remata

En una frase, Tavares lo gan¨® y Llull lo remat¨® con un triple postrero (68-71). Simplista, porque pueden a?adir la aparici¨®n oportuna de Musa con dos canastas vitales al final y porque el ¨¦xito, como casi siempre, tuvo mucho de todos a una en defensa, e incluyan si quieren ah¨ª los 13 rebotes de Deck (diez bajo su aro). Con 19 p¨¦rdidas de bal¨®n y un porcentaje discreto en el tiro (el 5 de 11 de tres en la segunda parte lo arregl¨® algo), la aplicaci¨®n atr¨¢s era la que iba a rescatar a los blancos. Y lo hizo ante un remozado Panathinaikos, el club m¨¢s laureado de la Euroliga en el siglo XXI con cinco trofeos. Hasta nueve fichajes, una lluvia de caras nuevas que parece haberle tra¨ªdo br¨ªo. La punter¨ªa, de momento, no, esa se la quit¨® el Madrid pese a que los griegos compartieran el bal¨®n bien durante muchos tramos. Pero, seamos claros, con un 35% en tiros de campo (24 de 68), un 11 de 21 desde la personal, 15 rebotes menos (34 a 49) y siete tapones recibidos, cuatro de ellos con la firma de Tavares, que roz¨® incluso varias bolas m¨¢s (y a?adi¨® 14 puntos con 6 lanzamientos sin fallo y 6 rebotes), resultaba imposible hincarle el diente a uno de los grandes candidatos al t¨ªtulo.

La expresi¨®n toma y daca se invent¨® para partidos como este en el OAKA, donde el Madrid arranc¨® con mando en plaza (13-21) y el duelo, al tiempo que iba llegando la afici¨®n local, se convirti¨® en uno de guerrillas donde asomaba un combativo Bochoridis, de los secundarios, y entraba en ignici¨®n el revoltoso Derrick Williams con su verticalidad inesperada, la misma con la que carg¨® con dos faltas r¨¢pidas en la reanudaci¨®n a Tavares. El caballo de batalla del estadounidense esta vez fueron los errores desde la personal.

El PAO, adem¨¢s, aguantaba entonces en el rebote e impon¨ªa su defensa, vaciando de creatividad a un Madrid que ni asist¨ªa ni acertaba de tres (2 de 11 lleg¨® a marchar). Varias apuestas al tim¨®n, la de salida con Musa-Causeur de uno y dos, luego Chacho y Llull a la vez. No flu¨ªa, no se generaba juego, ni Deck creaba demasiadas ventajas desde el poste. Solo una r¨¢faga de puro talento, el de Hezonja, con 8 puntos en segundos en el despegue inicial.

Tavares se crece y aparecen Causeur, Musa y Llull

El tercer cuarto empezaba mal, dec¨ªamos, con las personales de Edy, pero el p¨ªvot se reh¨ªzo y aguant¨® como pilar imponiendo el p¨¢nico en la zona. Mientras, Causeur daba un arre¨®n y los problemas ofensivos se contestaban con defensa. Sufr¨ªan unos, sufr¨ªan los otros: 51-54.

Al acto decisivo, el Madrid entr¨® con un bal¨®n colgado a Tavares y dos triples, uno de Causeur y otro de Llull (55-62), pero tambi¨¦n con la cuarta de Edy, que acusaba la falta de descanso tras llegar a casi todo atr¨¢s. El el¨¦ctrico Paris Lee lider¨® un 8-0 y Llull y Musa no se entend¨ªan en un pase, la cosa se torc¨ªa (63-62) y se destorc¨ªa, que es lo que tiene el talento, ya que ahora la conexi¨®n entre ambos funcionaba con la asistencia del balear (cinco reparti¨®) y la diana bajo canasta del bosnio, que repet¨ªa en la siguiente acci¨®n con una entrada de mucha fuerza y a¨²n m¨¢s m¨¦rito.

En los ¨²ltimos 3:10, tras dos libres embocados por Derrick Williams (un milagro, puesto que acab¨® en 5 de 10), el Panathinaikos (65-64) no volvi¨® a ver aro hasta el triple de Lee en el ¨²ltimo segundo ya con todo resuelto. Ah¨ª, en cancha propia, abraz¨® el triunfo el Real, el lazo lo puso Llull con un triplazo de los suyos (a tabla frontal, que de esos tambi¨¦n suma unos cuantos) a 46 segundos de la bocina y despu¨¦s de salir del bloqueo directo de Tavares y superar el punteo de Grigonis. La primera de la cuenta europea, un pasito al frente en pabell¨®n grande.