Nunn, un ex de los Lakers que amenaza al Madrid en el partido del morbo

La historia de Kendrick Nunn (28 a?os, 1,91 metros) no deja de ser curiosa. Naci¨® el 3 de agosto de 1995 en Chicago, Ilinois, y estuvo en la universidad de dicho estado antes de ser despedido por un caso de violencia dom¨¦stica. Tras ello, cay¨® en Oakland, donde lider¨® la competici¨®n en triples por partido, con m¨¢s de cuatro de promedio. Pero no fue seleccionado en el draft de la NBA en 2018. Particip¨® en la Liga de Verano con los Warriors y jug¨® en su filial antes de recalar en los Heat. Y ah¨ª, de repente, dio rienda suelta a su talento: 15,3 puntos por encuentro, directo al Mejor Quinteto de Rookies y segundo en la votaci¨®n a Novato del A?o. Todo ello en una temporada en la que el contexto del coronavirus oblig¨® a la mejor Liga del mundo a inventarse una burbuja en Orlando para poder tener un campe¨®n.

Con algunos problemas de lesiones, Nunn no tuvo continuidad en esos playoffs, pero lleg¨® a las Finales con los Heat y se convirti¨® en uno de esos jugadores que Pat Riley y Eric Spoelstra se han sacado de la chistera en los ¨²ltimos a?os. Baratos, sin pasar por el draft, pero con un talento escondido que s¨®lo se sabe ver en la franquicia de Florida. El talentoso escolta anot¨® 18 puntos en el primer duelo de la ronda por el t¨ªtulo ante los Lakers, 13 en el siguiente y 14 en el quinto. Los Heat cayeron (4-2) y LeBron James conquist¨® su cuarto t¨ªtulo, con el consiguiente MVP de las Finales, que ha logrado las mismas veces. En el curso siguiente Nunn baj¨® sus prestaciones, pero sigui¨® siendo un hombre importante en la rotaci¨®n y se fue a 14,6 tantos por noche. Luego, se lesion¨® de la rodilla. Y ah¨ª empez¨® su ca¨ªda.

Tras pasar la 2021-22 en el dique seco, Nunn pas¨® por los propios Lakers, donde pudo jugar al lado del ya mencionado LeBron. Tambi¨¦n de Anthony Davis. Pero sus problemas f¨ªsicos le impidieron tener continuidad y no pudo participar en la remontada de los angelinos, que acabaron pisando las finales de la Conferencia Oeste de forma tan inopinada como merecida. Antes, la joven promesa fue traspasada a los Wizards en el movimiento que llev¨® a Los ?ngeles a una pieza que se convirti¨® en fundamental como Rui Hachimura. Nunn se qued¨® sin equipo en verano y nadie reclam¨® sus servicios. Con apenas tres temporadas en la NBA, su futuro estaba lleno de incertidumbre. Y entonces lleg¨® la posibilidad de jugar en el Viejo Continente.

El Panathinaikos de Ergin Ataman, un megaproyecto al que tambi¨¦n se sum¨® el jugador espa?ol Juancho Hernang¨®mez, fue el que se hizo con Nunn. Y si bien las cosas no empezaron especialmente bien para los griegos, pronto todo mejor¨®. En su particular competici¨®n dom¨¦stica, los verdes van l¨ªderes con un r¨¦cord de 17-1 por encima del eterno rival, el Olympiacos. Y en la Euroliga han ido remontando paulatinamente hasta llegar a la tercera posici¨®n muy disputada al tener el mismo balance (16-10) que el M¨®naco y la Virtus de Bolonia. Ahora, visitan el WiZink Center para enfrentarse al Real Madrid en uno de los duelos m¨¢s emocionantes que se puede vivir en Europa, con un nivel estelar. Y no s¨®lo ser¨¢ la primera vez que Nunn visite el antiguo Palacio. Tambi¨¦n ser¨¢ el partido del morbo.

Hezonja, en el horizonte

Entre otras cosas, porque Mario Hezonja no ha alcanzado ning¨²n acuerdo de renovaci¨®n con el Madrid y podr¨ªa ser uno de los jugadores que llegara al Panathinaikos la pr¨®xima temporada. Su gui?o a los aficionados en el partido de ida fue obvio y el alero no est¨¢ contento ni con la oferta econ¨®mica presentada por los blancos ni con su rol en el equipo de Chus Mateo. Veremos c¨®mo se desatan lasa hostilidades. Y, sobre todo, qu¨¦ tal juega Nunn, que promedia 14,4 puntos en la Euroliga y viene de anotar 26 (su tope) y 23 en las dos ¨²ltimas jornadas previas al par¨®n por las Ventanas, ante Zalgiris y Fenerbah?e respectivamente. En el enfrentamiento de ida se ante los vigentes campeones se fue a 24, con 6 de 12 en tiros de dos y 3 de 6 en tiros de 3. Los griegos perdieron (78-90). Pero ahora, claman venganza. Un duelo de alto voltaje. ?Qu¨¦ ocurrir¨¢?