El pozo m¨¢s hondo del Bar?a

19 de mayo de 2023. Semifinales de la Final Four. Kaunas (Lituania). Los jugadores del Bar?a se marchan cabizbajos al t¨²nel de vestuarios tras perder contra el Real Madrid de forma clara: 88-76. Desde casa, ver¨¢n como los blancos conquistan una vez m¨¢s la Euroliga, a?adiendo a sus vitrinas el codiciado y preciado t¨ªtulo m¨¢s importante del Viejo Continente. Al mismo tiempo, los azulgranas aumentan su espera, remont¨¢ndose su ¨²ltimo entorchado a 2010. Un mes y un d¨ªa despu¨¦s de dicho encuentro, concretamente el 20 de junio, el equipo entrenado por Sarunas Jasikevicius gana el tercer y ¨²ltimo partido de la final de la Liga Endesa. ?Su v¨ªctima? El Real Madrid, al que apabulla para conseguir un categ¨®rico y definitivo 3-0. De repente, todo son sonrisas. Pero lo que se quer¨ªa realmente era la m¨¢xima competici¨®n continental. En los d¨ªas siguientes, las filtraciones se suceden. La crisis econ¨®mica del club asola y el gran objetivo, la Euroliga, no se ha cumplido. Toca tomar decisiones.

Han pasado 598 d¨ªas desde esa fat¨ªdica semifinal. 566 desde el ¨²ltimo t¨ªtulo del Bar?a, que no ha vuelto a levantar ning¨²n trofeo, dom¨¦stico o continental, desde entonces. Y el baile de protagonistas, idas y venidas ha sido sencillamente brutal, con los problemas monetarios de la entidad obligando al abaratamiento de costes, pero tambi¨¦n con decisiones controvertidas que no justifican dicha explicaci¨®n y que han llevado al Bar?a a una crisis de identidad sin precedentes. Los valores, eso tan manido pero tan intr¨ªnsecamente relacionado a los azulgranas, empezaban a empeque?ecerse, a ser sustituidos por situaciones necesarias y otras evitables. La distancia con el Madrid, el eterno rival, aumentaba en lo deportivo. El trance de resultados se hace cada vez m¨¢s grande, torna en brete, casi en desastre y crece de forma inversamente proporcional a la imagen que da la entidad de cara a la opini¨®n p¨²blica. Un equipo hist¨®rico que va camino de los dos a?os sin trofeos y que hace mucho que vive del recuerdo de lo que pudo ser y no fue.

Cuanta responsabilidad tienen en ello Josep Cubbells (directivo responsable de la secci¨®n de baloncesto) y Juan Carlos Navarro (m¨¢nager) en la debacle azulgrana es imposible de saber. En ¨²ltima instancia, el presidente Joan Laporta toma las decisiones y las arcas del club no son las de anta?o, pero han formado parte de la plantilla nombres lo suficientemente importantes como para haber plantado cara de otra manera. La idea de coleccionar h¨¦roes del pasado en el banquillo (Jasikevicius, Roger Grimau...) o en los despachos (el propio Navarro) no ha resultado, igual que no lo hizo rescatar a un Pau Gasol en la parte final de su carrera con el que se lleg¨® a una Final Four que el Efes de Ergin Ataman arrebat¨® de buena manera a la mejor plantilla del Bar?a en los ¨²ltimos 10 a?os, con Cory Higgins y Nikola Mirotic de grandes h¨¦roes.

El escolta se fue carcomiendo por problemas f¨ªsicos, mientras que el balc¨¢nico sali¨® por la puerta de atr¨¢s despu¨¦s de que se conquistara esa Liga que es, insistimos, el ¨²ltimo t¨ªtulo que ha ganado el club. Que con el adi¨®s del hispano-montenegrino y el de Sarunas Jasikevicius al mismo tiempo empez¨® a ejercer una p¨¦sima gesti¨®n de imagen que ha mantenido hasta la actualidad. Nunca se supieron explicar las despedidas de ambas figuras, esenciales para la historia reciente del club y muy importantes a la hora de coleccionar t¨ªtulos y plantar cara al Real Madrid, por mucho que no se conquistara la Euroliga. Y que ambas salidas se produjeran despu¨¦s de que se ganara 3-0 al eterno rival, totalmente apabullado en una final te?ida de azulgrana, provoc¨® un primer se¨ªsmo aplacado con fichajes y caras nuevas que prometieron vientos de cambio que jam¨¢s llegaron a un lugar que rebosa ¨¦xito, pero que vive de un pasado cada vez m¨¢s lejano y no es ni candidato ni favorito cuando antes esas eran las etiquetas que siempre le acompa?aban.

De Grimau a Heurtel

La llegada de alguien de la casa como Roger Grimau, responsable de las categor¨ªas inferiores de la instituci¨®n, fue una forma de ganar tiempo y ahorrar: conoc¨ªa la entidad y esos valores de los que tanto se habla, perteneci¨® a la plantilla que gan¨® la ¨²ltima Euroliga del Bar?a en 2010 y era alguien calmado y sosegado, que no iba a reventar la plantilla antes de tiempo como Jasikevicius (cuyo modus operandi siempre fue cuestionado) y que pod¨ªa gestionar bien los egos y las capacidades de unos y otros. Sin embargo, las cosas no salieron como se esperaba y el fichaje estelar de Willy Hernang¨®mez no dio los frutos esperados y tuvo alg¨²n que otro roce sonado con el t¨¦cnico, despedido al final de temporada sin t¨ªtulos: cay¨® en la final de la Supercopa y de la Copa contra el Madrid, fue eliminado en los cuartos de final de la Euroliga al perder el quinto partido en casa ante el Olympiacos (segundo equipo de la historia al que le ocurr¨ªa algo as¨ª tras el M¨®naco unas horas antes) y en semifinales de la Liga Endesa ante los blancos.

Se dir¨ªa que fue eso, un a?o sin t¨ªtulos que penaliza mucho en el Bar?a, lo que propici¨® la salida de Grimau. Pero al igual que Jasikevicius y (sobre todo) Mirotic, el entrenador catal¨¢n lanz¨® alg¨²n que otro dardo a la instituci¨®n. Y tambi¨¦n al propio Willy al que ha se?alado en diversas entrevistas desde entonces. La situaci¨®n del p¨ªvot, que nunca ocult¨® llevar mal su falta de protagonismo, no ha mejorado con Joan Pe?arroya, que ha tirado de car¨¢cter y no ha dudado en dejar en el banquillo a un hombre que siempre ha pecado de cierta debilidad defensiva y cuya mejor versi¨®n solo aparece con Sergio Scariolo.

El panorama ha llegado al rid¨ªculo con otros dos nombres: primero, Mario Hezonja y el sainete al que llev¨® a Madrid y Bar?a en verano, protagonizando un culebr¨®n que finalmente se resolvi¨® con una renovaci¨®n por cinco temporadas con los blancos. Mientras tanto, en las filas blaugranas se fichaba a Kevin Punter, se fichaba al mencionado Pe?arroya para ser el tercer entrenador en tres a?os y se tiraba de ingenio para completar una plantilla que acab¨® siendo de bastante talento.

Sin embargo, la lesi¨®n de Nicol¨¢s Laprovittola (y otras, pero especialmente la del argentino, de larga duraci¨®n: 10 meses) dejaba un hueco muy dif¨ªcil de llenar. La mala suerte se ceb¨® con el paso ef¨ªmero de Raul Neto por la entidad, con dos lesiones en menos de 5 minutos totales. Pero lo de Heurtel ha sido harina de otro costal. Y el mismo jugador al que dejaron en Estambul aposta al enterarse el club de su intento de fichar por el Madrid, ha sido el mismo al que han dejado sin firmar por un monte econ¨®mico menor cuando ya se hab¨ªa desplazado a Barcelona junto a su familia.

¡°Ha sido un mazazo muy grande para Thomas. Es otro esc¨¢ndalo m¨¢s. Thomas ha sacado a los ni?os del colegio, ha llegado con su familia y no hab¨ªa una vida para ellos aqu¨ª tras 15 horas de avi¨®n. Si el seny del Bar?a es esto, su honor, hay un problema muy grave¡±. Las palabras de David Carro, agente de Heurtel, parecen resumir perfectamente la sensaci¨®n que da el club de puertas hacia afuera. Al margen de lo bien o mal que pueda caer el franc¨¦s (que no es precisamente conocido por tener un ejemplar c¨®digo de conducta) el descenso a los infiernos del Bar?a escapa de lo meramente deportivo (10-9 en Euroliga, 7-7 en la Liga Endesa, lejos en ambos casos de los puestos de honor y con la Copa ACB en peligro). Son esos valores que tanto tiempo ha defendido el club a ultranza los que se han perdido por el camino del dinero y los t¨ªtulos, buscando algo que no llega mientras se pierde lo que siempre se ha querido ser, un ejemplo por encima de todo. Algo de lo que el Bar?a, ahora mismo, est¨¢ muy lejos. Por obvios motivos.

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