El Panathinaikos, a la Final Four
En un partido lleno de errores, defensivo y muy emocionante, los griegos superaron al Maccabi y estar¨¢n en Berl¨ªn. Juancho, muy bien en su retorno.
Ergin Ataman asegur¨® que si el Panathinaikos no alcanzaba la Final Four, no seguir¨ªa en el equipo. Ya nunca sabremos si habr¨ªa cumplido esa promesa o si fue s¨®lo una t¨¢ctica para arengas a sus jugadores. La afici¨®n no necesitaba tal cosa, ni en el segundo asalto ni en el quinto: el OAKA vibr¨® como en los mejores d¨ªas, los m¨¢s grandes, y los griegos se impusieron (81-72) en un duelo que era ganar o morir, con toda la temporada en juego. Ah¨ª es donde aparece el que tiene que aparecer y desaparece todo lo dem¨¢s. Cuando el pulso tiembla, las piernas est¨¢n cansadas y se juega m¨¢s con el coraz¨®n que con la cabeza. Y ah¨ª emergi¨® el megaproyecto que asol¨® el mercado el pasado verano, un Panathinaikos que tir¨® la casa por la ventana para formar una plantilla enorme y fichar a un entrenador de prestigio y personalidad. Uno como Ataman, que ha llevado a los griegos a Berl¨ªn con su modus operandi habitual: provocativo, centelleante. As¨ª es ¨¦l. En estado puro.
Gan¨® el Panathinaikos por insistencia pura, por fe y emoci¨®n. En un partido t¨ªpico de estas situaciones: mucha defensa, muchos errores. Mucho miedo a perder, a decir adi¨®s a la temporada, a quedarse fuera del premio m¨¢ximo. Con la victoria se ampl¨ªa la racha de los equipos locales en un quinto encuentro: 20-0. Algo que intentar¨¢ romper ma?ana el Olympiacos en el Palau Blaugrana ante un Bar?a que va por el otro lado del cuadro, en el que espera el Real Madrid, que arroll¨® al Baskonia. La ¨²nica eliminatoria del playoff de cuartos que se ha resuelto por la v¨ªa r¨¢pida, ya que M¨®naco y Fenerbah?e tambi¨¦n se la jugar¨¢n en el quinto. De uno de esos dos equipos saldr¨¢ el rival de los de Ataman, hacedor de dos Euroliga con el Efes y que regresa a la Final Four tras un a?o de ausencia, en el que se confirm¨® el final de una era, la de la entidad turca.
Hasta el ¨²ltimo cuarto, la igualdad fue m¨¢xima: 19-21 al final del primer periodo,41-41 al descanso y 58-56 con 10 minutos por delante. Ah¨ª emergieron los griegos, el poder del OAKA y el talento irrefrenable de un equipo de ensue?o, una plantilla de estrellas. La ventaja lleg¨® a ser incluso de 12 puntos (81-69), algo enga?oso para un Maccabi que plant¨® m¨¢s cara de lo que dice el resultado final y que ten¨ªa opciones todav¨ªa dentro de los ¨²ltimos cinco minutos. Pero no pudo ser: Lorenzo Brown emergi¨® al final con dos triples, pero sus 19 tantos no fueron suficientes y se qued¨® muy solo al final. Fue imposible, entre otras cosas, porque el Panathinaikos atrap¨® hasta 18 rebotes ofensivos y vivi¨® mucho de las segundas oportunidades y de sus visitas a la personal, 35 en total por 8 de sus rivales. El arbitraje casero tambi¨¦n forma parte del OAKA, por mucho que Mathias Lessort se empe?ara en no aprovechar esa ventaja: 2 de 12 en tiros libres, aunque 9 puntos y 11 rebotes, 6 de ellos ofensivos. Una por otra.
El Panathinaikos vuelve a la Final Four tras 12 a?os de ausencia. Y lo hace con 15 puntos de un Kostas Sloukas (que llega a las eliminatorias por el t¨ªtulo por 11? vez en su extraordinaria carrera) que sostuvo a los suyos en la primera mitad y se abraz¨®, emocionado, a un Ataman que se fue con el pu?o el alto e invasi¨®n de pista por parte de la afici¨®n incluida. Ioannis Papapetrou se fue a 10. Y Juancho Hernang¨®mez, en su retorno tras perderse el segundo, tercer y cuarto partido, consigui¨® 11 y fue un gran desatascador. El h¨¦roe, eso s¨ª, fue Kendrick Nunn: 26 tantos con 6 de 10 en triples. Su talento fue responsable de la separaci¨®n definitiva en el marcador de los suyos. En estos partidos, hay pulsos que tiemblan y otros que no. Y el ex de la NBA, que disput¨® las Finales de 2020 con los Heat y acab¨® su estancia en la competici¨®n norteamericana con muchas lesiones, emergi¨® cuando m¨¢s se le necesitaba e hizo bueno su fichaje, uno de tantos en ese verano en el que se invirti¨® tanto y se consigui¨® el objetivo.
La ¨²ltima vez que los griegos llegaron a la Final Four, el CSKA de Mosc¨² perdi¨® la final ante el Olympiacos despu¨¦s de acabar con los verdes en semifinales. Que, a su vez, cayeron en la lucha por el tercer puesto ante el Bar?a. Dos equipos que ma?ana se juegan el ¨²ltimo billete para Berl¨ªn, justo despu¨¦s de que el M¨®naco reciba al Fenerbah?e. Las cosas han cambiado mucho: la invasi¨®n de Rusia a Ucrania ha dejado fuera de la m¨¢xima competici¨®n continental al campe¨®n de 2012 y al resto de los equipos rusos. Y el conflicto b¨¦lico entre Israel y Palestina ha trasladado la sede del Maccabi, que de Tel Aviv ha pasado a jugar como local en Belgrado. Ese a?o, por cierto, Ataman todav¨ªa no era el entrenador que es hoy y finiquitaba su estancia en el Besiktas antes de estar un par de a?os sin equipo. Ahora, ha pasado del Efes al Panathinaikos para lograr el m¨¢ximo objetivo: la Euroliga. Y los griegos est¨¢n a dos victorias de conseguirlo. Con un entrenador que se mantiene fiel a un estilo. El suyo.
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