El Madrid destroza al Maccabi

De un cl¨¢sico feo ante el Bar?a a otro brillant¨ªsimo frente al Maccabi, de sufrir a sonre¨ªr de oreja a oreja. El Madrid pas¨® por encima (98-65) con una actuaci¨®n colectiva magn¨ªfica a un rival que pag¨® los platos que hab¨ªan roto Higgins y Laprovittola. Aplausos para los blancos y gran decepci¨®n amarilla. El Real sac¨® un sobresaliente en cada apartado del juego y en el tiro lleg¨® a la matr¨ªcula con 18 triples (Musa y Cornelie, cuatro cada uno y Yabusele y Causeur, tres), lo que elev¨® el n¨²mero de asistencias hasta las 29, con seis del Chacho con buenos momentos y cinco de Musa. Yabusele estuvo plet¨®rico y Cornelie con la corriente a favor cogi¨® la ola buena. Musa acert¨® y paso. Todo en un d¨ªa en el que faltaron Rudy y Deck por lesi¨®n y Hezonja por asuntos personales, y en el que volvi¨® Hanga, que, tras 15 partidos ausente (25 en lo que va de curso), se llev¨® un par de tarascadas. Aporta siempre e ir¨¢ a m¨¢s. El triunfo merengue (+114) y el del Olympiacos (+161) deja a los griegos l¨ªderes por el basket-average general en un qu¨ªntuple empate en cabeza del que tambi¨¦n participan el Baskonia, el Barcelona y el AS M¨®naco al cierra de la primera vuelta, 17 jornadas.

Imaginarse partidos antes del salto inicial no suele salir bien. Este clasicazo de la Euroliga, con ambos separados de inicio por una solo victoria, se preve¨ªa como un pulso con chispa, como en aquella final de 2014 en Mil¨¢n, un regreso a los viejos tiempos, quiz¨¢ por la presencia de Lorenzo Brown que aporta la cohesi¨®n, la inteligencia y el liderazgo de los que ven¨ªa adoleciendo el Maccabi, siempre menos como equipo en las ¨²ltimas campa?as que la suma de sus individualidades.

En ese escenario era f¨¢cil pensar en un duelo tenso e igualado, pero la noche nos depar¨® fuegos artificiales: un pim, pam, pum del Madrid frente a un rival cariacontecido en el que ni Lorenzo salv¨® la cara. Buen arranque con Williams-Goss de titular y luego el Chacho y mejor aceleraci¨®n, con Tavares cerrando la zona, los exteriores la l¨ªnea de pase, m¨¢s velocidad en las transiciones, mucha energ¨ªa general y Yabusele muy metido (m¨¢s a tono tras la lesi¨®n). Y un acierto in crescendo en el triple hasta reventar las opciones amarillas. Cuando los visitantes enchufaron su primer triple despu¨¦s de marrar los 13 primeros, el Real contaba ya 9 dianas (de 16 intentos). Acababa de alcanzar su m¨¢xima ventaja de la primera parte: 50-23 (22-7 en el primer cuarto). Una defensa zonal tramposa le permiti¨® a los de Kattash conservar un hilillo de vida al marcharse al vestuario tras un parcial de 1-11 (51-34).

El Maccabi se qued¨® sin ese sustento vital en la reanudaci¨®n porque el Madrid segu¨ªa en combusti¨®n en el lanzamiento, otros seis latigazos que subyugaban al adversario hasta casi esconderse y sacar bandera blanca, mitad por rendici¨®n, mitad por reconocimiento al ba?o del eterno contrincante. Se alcanz¨® el +30 (78-48) y luego el +31 (83-52) tras el en¨¦simo acierto de Cornelie (2 de 2 de dos y 4 de 5 de tres).

Chus Mateo se deleit¨® con su equipo, un pel¨ªn enrabietado delante de su afici¨®n en el Palacio tras no dar la talla cuatro d¨ªas antes frente al Bar?a. Disfrut¨® porque vio en los suyos intensidad plena atr¨¢s, c¨®mo cerraban el rebote, rapidez para encarar la canasta, una gran circulaci¨®n de bal¨®n y una efectivad sublime en el triple (18 de 33, 54%). Una paliza hist¨®rica ante de uno de los grandes rivales, una que quedar¨¢ en los libros porque rond¨® los 40 puntos (97-60) pese a la l¨®gica desaceleraci¨®n final. El domingo, ya saben, llega el Granca, el martes toca viaje a Belgrado y el jueves a Berl¨ªn en la Euroliga m¨¢s emocionante de siempre. Todo en un pu?o.