El Besiktas destrona al campe¨®n

Hasta aqu¨ª lleg¨® la defensa del Gran Canaria de su t¨ªtulo de la Eurocup (78-80). Resulta que el equipo de Jaka Lakovic acaba de desperdiciar el factor campo, adem¨¢s a partido ¨²nico, a favor de un Besiktas que no desesper¨® cuando peor estaba y que supo aguantar como es debido hasta dar la dentellada final en los ¨²ltimos segundos. Lammers tuvo el tiro de la victoria pero la pelota se estamp¨® con el tablero.

Acaba as¨ª la temporada continental del Granca de una manera extra?a, con malas sensaciones y el cuerpo machucado. Entre la fase de grupos y el partido fueron cinco las derrotas consecutivas en casa. Si primero perdi¨® cualquier opci¨®n de tener el factor cancha en todas las eliminatorias, como el curso pasado, ahora cae a las primeras de cambio y no podr¨¢ seguir jugando por volver a ganar la Eurocup.

Sali¨® disparado el Gran Canaria, tan convencido como estaba el equipo de Lakovic de que le interesaba un inicio fulgurante. Tanto fue as¨ª que, con sendos triples de Shurna y Brussino, m¨¢s r¨¢pido que inmediatamente se vio ganando 9-2. El Besiktas pareci¨® de pronto en exceso empeque?ecido, como asumiendo nada m¨¢s empezar un falta desenlace que no ten¨ªa por qu¨¦ ser as¨ª. Si otra canasta desde la periferia, en este caso de Slaugther, le manten¨ªa lejos, 18-10, cuatro puntos de un reivindicativo Lammers le dieron el +10 al Granca antes de acabar el primer cuarto de manera pl¨¢cida: 22-14.

El alto ritmo con el que se estaba jugando este partido solo favorec¨ªa a la hueste de Jaka Lakovic, por lo que la consigna turca estaba clara: bajar las pulsaciones. Le conven¨ªa adem¨¢s al Besiktas trasladar el duelo a una ci¨¦naga, embarrar el juego, acaso subir el nivel f¨ªsico en la cancha. Aplicados ellos, los jugadores de Dusan Alimpijevic se pusieron pronto manos a la obra y, de pronto, ya estaban 23-19 tras un triple de Arslan. Apenas subsist¨ªa por entonces el Gran Canaria con los pocos tiros libres que iban anotando Brussino o Happ hasta que Allman culmin¨® la remontada: empate a 32, primer vez que su equipo no iba perdiendo desde el 0-0 inicial. De pronto, un partido nuevo. Tambi¨¦n al descanso, donde se manten¨ªa la igualada, ahora a 36.

Tras haber hecho lo m¨¢s dif¨ªcil, meterse de nuevo en el partido aprovechando la p¨¢jara del Gran Canaria, el Besiktas tomaba la iniciativa a la salida de los vestuarios, cuando un arbitraje desconcertante en ambas canastas ten¨ªa desubicados a los dos equipos. Slaughter empat¨® a 42 con un triple, m¨¢xima la igualdad en aquellos momentos, en los que el partido se puso tosco, feo incluso, con el miedo a perder atenaz¨¢ndolos a todos. Parec¨ªa hasta normal, pues el grupo que perdiera quedar¨ªa autom¨¢ticamente eliminado de la presente Eurocup.

Albicy, qui¨¦n si no, dio un paso al frente en el Gran Canaria. Si primero enchuf¨® desde el extrarradio, despu¨¦s asisti¨® desde su propia a cancha a Pelos para que este pusiera a los suyos 54-49, fam¨¦lica renta que sab¨ªa a gloria teniendo en cuenta el estado del duelo.

De pronto faltaba apenas un cuarto por jugarse, solo 10 minutos para definir el futuro inmediato, qui¨¦n sabe si toda una temporada y algo de la que viene. Bassas se gust¨® con ese 2+1 que le sac¨® a Ugurlu para el 60-54, pero el Besiktas se puso contest¨®n y ten¨ªa, c¨®mo no, respuestas para todo, como esos dos triples consecutivos de Arsan y el propio Ugurlu que empataban a 60. No ced¨ªa la hueste turca.

El intercambio de golpes y de iniciativa en el marcador era constante, y la tensi¨®n maquillaba los rostros de los protagonistas conforme se acercaba la m¨²sica del final, especialmente en los del Gran Canaria, muy espistados sus jugadores en esos dos palmeos de Simonovic que, en los ¨²ltimos segundos, trajeron consigo sendos 72-76 y 75-80. No ser¨¢ porque no estuvieran advertidos, pues bien que insisti¨® Lakovic en la previa acerca del poder¨ªo del Besiktas en el rebote ofensivo. Un triple a la desesperada de Brussino le dio algo de pimienta a los ¨²ltimos segundos, mucho m¨¢s cuando el propio Simonovic err¨® dos tiros libres que hubieran abrochado la victoria otomana. En los cuatro restantes, la mandarina de Lammers choc¨® contra el tablero y no hubo tiempo de m¨¢s.

V¨ªctim de sus propios errores, presa de la desesperaci¨®n, el Gran Canaria dilapid¨® sus opciones de seguir defendiendo el t¨ªtulo. Cay¨® intent¨¢ndolo hasta el ¨²ltimo segundo y, tal vez, pudiendo valorar ahora en su justa medida, dentro y sobre todo fuera del club, la epopeya que supuso ganar esta competici¨®n la temporada pasada.