Este Bar?a est¨¢ muy vivo

Ser¨¢ por la experiencia de vivir siempre al l¨ªmite, ser¨¢ porque ya no hab¨ªa nada que perder, pero el Bar?a mejor¨® notablemente en su primera victoria ante el M¨®naco. Los azulgranas siguen vivos, el viernes se juega el cuarto partido, y por primera vez en toda la serie fueron superiores a su rival. Sufrieron, faltar¨ªa m¨¢s, pero supieron contener el talento visitante y desplegar el propio. En un segundo cuarto magn¨ªfico (con un 20-2 de parcial) construyeron una ventaja que supieron administrar hasta el final. Espl¨¦ndido Willy, tantas veces criticado, liderando a un Bar?a que, esta vez s¨ª, fue un equipo con todas las letras de la palabra. Con el esfuerzo de todos supeditado al bien com¨²n, con un individualismo bien entendido y excelentemente manejado desde el banquillo, la eliminatoria no est¨¢ ni mucho menos decidida.

El primer cuarto del Bar?a fluy¨® al ritmo de los triples. Mientras los anotaron, al inicio y al final, estuvieron cerca del M¨®naco. Cuando fallaron, los visitantes abrieron hueco. El acierto exterior era un requisito indispensable para ganar el encuentro y eso lo entendieron bien Parker y Anderson (11-6). El gran problema fue que no supieron parar al M¨®naco en ataque. James jug¨® a lo que quiso, Diallo sigui¨® muy fino y Jaiteh castig¨® por dentro a Willy (24-27). La proyecci¨®n de M¨®naco era inasumible; mejorar atr¨¢s, imprescindible.

Y vaya si lo hicieron. M¨®naco tard¨® m¨¢s de 5 minutos en anotar su primera canasta en el segundo cuarto, recibiendo un parcial demoledor de 17-0. Los de Spanoulis colapsaron en ataque y fueron superados en defensa en unos de los minutos de mayor lucidez azulgrana de toda la temporada. Sin norteamericanos en pista, es decir sin Parker, Punter ni Anderson, el Bar?a desbord¨® a su rival con un alarde de casta, energ¨ªa y juego colectivo. Fueron Satoransky, Brizuela, Abrines, Parra y Willy los que arrollaron al M¨®naco (41-27) demostrando que no solo del talento individual vive este equipo. El Palau, latente hasta el momento y con menos p¨²blico del que se supone para unos playoffs de Euroliga (el Bar?a jugaba la semifinal de Champions a las 21:00) empez¨® a despertar. Por primera vez en toda la serie el Bar?a fue claramente superior a su rival, pese a que esa superioridad apabullante fue decayendo hasta el descanso (51-39).

Los de Spanoulis avisaron pronto (55-49) tras una mala racha de tiros de Parker y una mayor solvencia ofensiva de los visitantes. No lo par¨® Pe?arroya, se arriesg¨®, pero le sali¨® bien. Willy continu¨® anotando y los tiros lejanos de Parker y Punter empezaron a entrar (62-51). ?El problema? Que los de Mike James tambi¨¦n. Once puntos del americano de forma pr¨¢cticamente consecutiva amenazaron la ventaja azulgrana (71-66). Con un quinteto sin p¨ªvots ni bases, una muestra m¨¢s de que el ¡®roster¡¯ azulgrana se aguanta con pinzas, los de Pe?arroya abrieron otra vez distancia con un triple de Parker sobre la bocina (74-66).

M¨®naco cabalg¨® el final del partido a lomos de Okobo y James, impidiendo que el Bar?a cerrara el encuentro antes de lo previsto. Bien en ataque, los azulgranas lograron que la diferencia oscilara siempre alrededor de los nueve-siete puntos durante los primeros cinco minutos de cuarto. Willy apareci¨® en alg¨²n momento cr¨ªtico (87-80) y el Bar?a tuvo que sufrir hasta casi el final, pero se llev¨® la victoria.

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