El Bilbao Basket busca un rival a su altura en Europa

Es como grapar en un poste una hoja de esas de las pel¨ªculas del lejano Oeste. Wanted. Se busca. El Bilbao Basket reta a la FIBA a que le ponga un rival que est¨¦ a su altura en la Europe Cup, porque se cansa de tanta perita en dulce. Un enemigo que le mire a los ojos y le exija, le apriete, para entrenarle en situaciones comprometidas de cara a la ACB. Habr¨ªa sudado m¨¢s ante el filial, el EBA, en Artxanda que ante el Kutaisi en Tiflis, en un pabell¨®n desierto, porque el equipo georgiano est¨¢ desplazado de su ciudad y juega de prestado, a 444 kil¨®metros nada menos. Cuando has despachado tres d¨ªas antes a todo un Madrid, pillar a un bloque tan justito e inocente s¨®lo puede conducir al atropello. Es una pena hacer un viaje tan largo y agotador y no sacar provecho alguno. Bueno, bienvenido sea por aquello de colgarse el cartel de club internacional y optar a levantar el t¨ªtulo, que ser¨ªa hist¨®rico. Pero la primera fase de la cuarta competici¨®n continental es veneno para la vista. Se pueden ver escenas casi c¨®micas, como a Sylla machacando el aro mientras dos rivales caen por suelo como dos bolos y el p¨ªvot se queda colgado del hierro para no pisarlos, hasta que los jugadores se levantaban. O a Rahkman sacando de l¨ªnea lateral y echando el bal¨®n en la espalda de un adversario para tener p¨ªcaramente la posesi¨®n y anotar.

Fue un ejercicio r¨¢pido, Est¨¢n subidos a la ola buena. 40 minutos de atiborrarse de puntos y rozar la m¨¢xima paliza a domicilio en la traves¨ªa del Bilbao Basket a domicilio. El +34 ante el Oldenburg estuvo a punto de ser rebasado. Si los pupilos de Ponsarnau se ponen con fervor durante los 40 minutos hasta habr¨ªan abatido el r¨¦cord de +48 que permanece como techo ante el Caledonia Gladiators. S¨®lo hubo algo de debate en el primer cuarto y en el resto se gust¨® como un dulcero en una chocolater¨ªa. Frey fue el descartado por su esguince de tobillo, as¨ª que Rahkman pudo ensayar de base. Kullamae aprovech¨® esa mu?eca tonta que exhibi¨® ante el Madrid y dio otra lecci¨®n de lanzamientos lejanos: 6 de 6 en triples. Arrancaron sin la intensidad debida, quiz¨¢s sabiendo que iba a ser pan comido, con p¨¦rdidas tontas y sin controlar el rebote. Tras ajustar piezas a partir del 11-6 y 15-10, todo fue rodado. un 0-15 metiendo la segunda marcha bast¨® para dejar a los georgianos reducidos a cenizas. Korsantia era el ¨²nico jugador que mostraba fundamentos y opon¨ªa cierta resistencia, porque los americanos del Kutaisi son p¨¦simos.

El t¨¦cnico Tugushi orden¨® una zona-press para retardar la subida de bal¨®n del Bilbao Basket, una disposici¨®n avanzada que acababa en una 2-3. pero era muy f¨¢cil superarla. Supo atacarla bien el adversario, especialmente De Ridder en la zona central. La gasolina de aquellos se acab¨® a los siete minutos. La diferencia crec¨ªa con el juego vertical de los bilba¨ªnos. Hlinason pudo descansar mucho y se qued¨® sin anotar. Todos se sumaban a la fiesta y Ponsarnau repart¨ªa los minutos. Era un banco de pruebas para los menos habituales, para que adquiriesen experiencia responsabilidad. Rabaseda encontr¨® al fin la felicidad de los puntos, en el s¨¦ptimo partido del a?o. Y Dom¨ªnguez y Sylla, alternando el cuatro y el cinco, se ve¨ªan con protagonismo en su competici¨®n. Chac¨®n, ya recuperado tras una lesi¨®n en pretemporada, pudo ara?ar instantes sobre la pista, aunque entr¨® algo desubicado y estuvo presente en dos canastas con falta y, por lo tanto, adicional. Ser¨¢ el quinto cupo de formaci¨®n en el viejo Continente. El varapalo creci¨® hasta el 48-87, obra de Rub¨¦n Dom¨ªnguez, a 1:32 para acabar. Pero los locales sacaron algo de orgullo para maquillar la paliza. El Surne lleva un +107 en los tres ¨²ltimos compromisos alejados de la ACB. Un esc¨¢ndalo. Ahora, a pensar en el Granca, que ser¨¢ otro cantar.

Ponsarnau: ¡°Al final ha sido f¨¢cil porque tuvimos un buen nivel de intensidad¡±

Ponsarnau admiti¨® tras el contundente triunfo que fue ¡°una victoria f¨¢cil¡± porque sus jugadores mantuvieron ¡°un buen nivel de intensidad¡±. ¡°Empezamos mal, con mucha p¨¦rdidas y sin controlar el rebote. No ten¨ªamos ritmo ni cog¨ªamos sensaciones, pero cuando aprendimos a atacar las zonas que nos estaban haciendo dominamos claramente¡±, analiz¨® el t¨¦cnico.

Destac¨® que hubo jugadores ¡°que no juegan tanto y demostraron que est¨¢n preparados para sumar¡± y otros que despu¨¦s de ¡°empezar mal el partido se responsabilizaron y acabaron haciendo un buen partido¡±. ¡°Este es el camino, aprovechar esta competici¨®n para seguir creciendo siempre poniendo el cien por cien que podamos¡±, concluy¨® Ponsarnau.

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