EUROLIGA | BASKONIA 84 - PARTIZ?N 83
Antiviolencia propone multa y sanciones para un aficionado del Partiz¨¢n
Ser¨ªan 4.000 euros y prohibici¨®n de acceso a recintos deportivos durante un a?o. El delincuente pas¨® la noche en la comisar¨ªa de Vitoria.
El pasado 3 de noviembre tuvo lugar el partido Baskonia-Partiz¨¢n de Euroliga en el Buesa Arena. El choque terminar¨ªa con victoria del equipo de Ivanovic (fue su primer partido de esta era en el banquillo vitoriano) por 84-83. Pero lo del resultado, en este caso, es lo de menos. En las gradas hubo algunos altercados con aficionados del equipo serbio y uno de ellos fue detenido por presunta agresi¨®n sexual.
Cuando una vigilante de seguridad se person¨® en la grada visitante, un seguidor serbio comenz¨® a besarla en el cuello y en la cara. Sin su consentimiento, obviamente. La vigilante forceje¨® con el individuo para poderse soltar. De hecho, cuando llegaron los cuerpos policiales, ella manifest¨® su intenci¨®n de interponer una denuncia. El agresor fue detenido y pas¨® la noche en la comisar¨ªa. Al d¨ªa siguiente fue liberado y regres¨® a Belgrado.
La Comisi¨®n Permanente de la Lucha contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte ya ha puesto encima de la mesa su propuesta de sanci¨®n. La nota remitida por el Ministerio del Interior habla de 4.000 euros de multa y un a?o sin permiso de entrada a los recintos deportivos. En este caso, la jurisdicci¨®n es en suelo espa?ol, no en el serbio, obviamente. Otra consecuencia que pod¨ªa derivarse de este delito es la no vigencia de su pasaporte durante doce meses. Sin permiso para entrar en suelo espa?ol.
La rivalidad entre el Estrella Roja y el Partiz¨¢n es bien conocida. Dusko Ivanovic ven¨ªa de entrenar al equipo de Belgrado y no estaba bien visto por los seguidores partizanos. Pero es que ese d¨ªa se rindi¨® un c¨¢lido homenaje al m¨ªtico Luis Scola y se subi¨® su camiseta, con el n¨²mero 4, a lo m¨¢s alto del pabell¨®n. Y durante esos minutos de magia, los seguidores balc¨¢nicos s¨®lo se dedicaron a chillar, pitar e insultar. Las cosas comenzaron mal y ahora se pagar¨¢n las consecuencias. Y eso que Marinkovic, venerado en el Partiz¨¢n, juega en el Baskonia.
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