Pe?arroya y el Bar?a, en la UCI
La eliminaci¨®n en la Copa del Rey deja muy tocado el proyecto, con el t¨¦cnico de Terrassa contra las cuerdas.


La eliminaci¨®n en Copa a manos del Tenerife, y del sempiterno Marcelinho, ha desnudado, un poco m¨¢s si cabe, el proyecto del Bar?a para la secci¨®n de baloncesto. En una temporada para olvidar, donde los errores se han concatenado con las desgracias, los azulgranas han sido apeados de la Copa del Rey a las primeras de cambio, son novenos en Euroliga (14-12) y s¨¦ptimos en ACB (11-9) en una de las peores campa?as que se recuerdan en la ciudad condal. Dicen que las victorias tienen muchos padres y que las derrotas son hu¨¦rfanas, pero en el caso de este Bar?a el desaguisado tiene m¨²ltiples factores y varios responsables. El primero, que no el m¨¢s importante, Joan Pe?arroya. El t¨¦cnico no est¨¢ siendo capaz de cosechar los resultados y el juego que se le suponen a un equipo (y a un presupuesto) como el del Bar?a y, evidentemente, su cargo est¨¢ en entredicho. A nadie le sorprender¨ªa que fuera destituido en las pr¨®ximas horas.
La salida de Joan Pe?arroya es una posibilidad que sobrevuela la secci¨®n desde hace semanas. Tanto desde los despachos deportivos como directivos, es una alternativa que se ha barajado a lo largo de la temporada. De hecho, ha dirigido alg¨²n partido con el agua al cuello: si el Bar?a hubiese ca¨ªdo contra Maccabi hace solo nueve d¨ªas podr¨ªa haber sido perfectamente destituido. Ahora, ya fuera de la Copa, las posibilidades de un cambio en el banquillo azulgrana aumentan exponencialmente. Desde la secci¨®n siempre se hab¨ªan puesto como l¨ªmite la Copa del Rey para decidir sobre un posible relevo en el banquillo, ya que este era el primero punto de no retorno de la temporada. Y el primer t¨ªtulo ya se ha escapado.
El calendario, adem¨¢s, juega en contra de Pe?arroya. Si desde el club se decide finalmente realizar un cambio en el banquillo este es el momento id¨®neo. Entre Copa y Ventanas FIBA el Bar?a no volver¨¢ a disputar un partido oficial hasta el pr¨®ximo 27 de febrero, curiosamente, contra el Real Madrid en el Movistar Arena. Eso son pr¨¢cticamente dos semanas enteras sin partidos que tendr¨ªa el nuevo t¨¦cnico para empezar a trabajar de forma mucho m¨¢s c¨®moda que en cualquier otra semana del a?o, plagadas siempre de partidos. A favor del t¨¦cnico de Terrassa hay tambi¨¦n un factor que no puede obviarse en el caso del Bar?a: el econ¨®mico. Despedirle, y traer a un nuevo t¨¦cnico, supone evidentemente un gasto elevado para las maltrechas arcas de la entidad azulgrana. Con el f¨²tbol como absoluta prioridad, desde la directiva nunca han sido partidarios de gastar m¨¢s de la cuenta en la secci¨®n de baloncesto.
Y se ha notado en el parqu¨¦. En el plano estrictamente deportivo el equipo lleva meses arrastrando unos d¨¦ficits dif¨ªciles de justificar. El ataque en est¨¢tico lleva siendo un problema desde agosto, demasiadas veces lo f¨ªan todo al talento individual de los jugadores y los planteamientos en los finales de partido han sido o muy cuestionables o directamente inexistentes. El equipo tiene un problema en la direcci¨®n ofensiva, pero tambi¨¦n en defensa. Fall o Willy sufren much¨ªsimo en la defensa del dos por dos y desde el cuerpo t¨¦cnico no se han encontrado soluciones para frenar la sangr¨ªa defensiva de la que han dado buena cuenta rivales sobre el papel inferiores como Baxi Manresa, ASVEL o Zaragoza.
Un cambio en el banquillo, sin embargo, no va a solucionar de un plumazo todos los problemas que arrastra la secci¨®n no ya desde verano, sino desde que se decidi¨® desmantelar el proyecto liderado por Jasikevicius y Mirotic. La apuesta por Roger Grimau hace dos veranos, en un contexto de clara constricci¨®n presupuestaria, fue seguramente el primer paso en la direcci¨®n err¨®nea. No tanto por los resultados cosechados por el t¨¦cnico catal¨¢n, mejores que los de Pe?arroya seguramente con una peor plantilla, sino porque alej¨® a la secci¨®n de los grandes clubes de Europa. Pero ni mucho menos todos los problemas estaban o est¨¢n en el banquillo.
La confecci¨®n de la plantilla de esta temporada, responsabilidad de Juan Carlos Navarro y Mario Bruno Fern¨¢ndez, se ha demostrado insuficiente para estar arriba en ACB y Euroliga. El contrato de Willy Hernang¨®mez es una losa que afecta al resto de la plantilla, en un movimiento tan arriesgado como inesperado. El Bar?a ten¨ªa en verano de 2023 atado a Punter, buscaban precisamente un ¡®combo anotado¡¯, pero la repentina decisi¨®n de quedarse un a?o m¨¢s en Partiz¨¢n precipit¨® la llegada de Willy. Un cambio de gui¨®n de 180 grados que no ha surtido el efecto esperado. A los problemas del espa?ol con Grimau (le espet¨® un ¡°no me comas la oreja que te quedan dos telediarios¡±) se ha unido a la infrautilizaci¨®n del internacional por parte de Pe?arroya. Sus lagunas defensivas, en algunos casos terribles, le han sentado en el banquillo. Ante Laguna Tenerife, y no es la primera vez que ocurre, no disput¨® ni un solo minutos en la segunda parte.
Pero la planificaci¨®n deportiva va m¨¢s all¨¢ del verano y aqu¨ª es donde ha patinado, y mucho, la direcci¨®n deportiva. Las llegadas de Punter, Metu, Anderson, Fall y N¨²?ez mejoraron sensiblemente el nivel de la plantilla, pero su capacidad para reaccionar a las lesiones que han asolado al equipo ha sido esperp¨¦ntica. Especialmente en el caso Laprovittola. Siendo el argentino uno de los jugadores m¨¢s importantes de la plantilla y sabiendo que iba a perderse toda la temporada se le decidi¨® buscar un sustituto. Y el remedio ha sido casi peor que la enfermedad. Primero se firm¨® a Neto, un jugador fuera de ritmo competitivo que encaden¨® dos lesiones musculares que llevaron al Bar?a a rescindirle y despu¨¦s se trat¨® de fichar a Thomas Heurtel. En un sainete sin precedentes, los azulgranas apostaron primero por traer a un jugador que les enga?¨® para firmar por el Real Madrid y al que hab¨ªan dejado en tierra en el famoso episodio del aeropuerto de Estambul, para luego retractarse y dejarle tirado una vez aterrizado en Barcelona. Tras este episodio, se decidi¨® no firmar a otro base pese a las demandas, bastante claras, de Pe?arroya.
Pero es que las lesiones en el Bar?a no se han circunscrito a una posici¨®n o a un jugador. Metu estuvo dos meses de baja en los que el equipo se resinti¨® notablemente, antes de caer Jan Vesely, uno de los pilares del equipo. Tras unas semanas renqueante, jugando muy poco, el checo estar¨¢ ahora como m¨ªnimo dos meses de baja por unos problemas que seguramente arrastrar¨¢ hasta final de temporada. Y para colmo contra el Tenerife cay¨® Punter. Un jugador sobreutilizado, que arrastraba ya molestias en el hombro y cuya lesi¨®n tiene mala pinta.
A todo esto, y a todos los problemas evidentes en el juego del equipo, hay que sumarle tambi¨¦n cierta dejadez institucional por parte del club. La sensaci¨®n de abandono se ha extendido por las gradas del Palau, siempre repletas de seguidores del equipo rival. Josep Cubells, m¨¢ximo responsable de la secci¨®n, no ha dado la cara en p¨²blico en una comparecencia con preguntas (tampoco Navarro al final de la temporada pasada como se anunci¨® desde el club) y sus ausencias han sido p¨²blicas y notorias. Ayer, sin ir m¨¢s lejos y sin que hubiese ninguna causa extraordinaria que lo justifique, no estuvo acompa?ando al equipo en los cuartos de final de la Copa del Rey. Ten¨ªa previsto viajar ma?ana para una semifinal que el equipo no va a disputar.
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