El Granca y su fiebre amarilla hacen palidecer al Madrid

El Dreamland Gran Canaria es un equipo magn¨ªfico, muy bien trabajado, en el que se nota mucho la mano de su entrenador, Jaka Lakovic. Un bloque compacto con recursos variados y jugadores de bastante talento. Ah¨ª est¨¢n Albicy, AJ Slaughter (16 puntos esta vez) y Brussino por fuera, un veterano como Shurna en gran forma que da equilibrio (15 aport¨®) y un Ethan Happ por dentro que se est¨¢ agigantando, movimientos muy depurados al poste y cerca de la canasta, un p¨ªvot que marca diferencias (17 tantos con 8 de 9 de dos), bien respaldado por Lammers. Se les suma una rotaci¨®n s¨®lida con veteranos que saben c¨®mo contribuir: Bassas, Landesberg, Salv¨®, Pelos¡­ Lo vimos ante el Madrid este domingo: 100-77.

El Granca le hab¨ªa arrebato al Valencia ser cabeza de serie en la Copa, pelea ahora por meterse en la zona noble del playoff y por volver a ganar la Eurocup. Muchas virtudes y una ma?ana realmente inspirada, que le permiti¨® plantarse al descanso con un 57-36 despu¨¦s de meter 9 triples (de 14, 64%; 7 de 9 en el segundo cuarto) e irse a comer con 100 puntos (62% de dos y 55% de tres, 15 de 27). El Madrid descabalg¨® frente al acierto y la energ¨ªa local. Porque los blancos las pasaron canutas en el primer acto para ver aro (25-9) y cuando consiguieron hacerlo (27 tantos en el segundo cuarto), recibieron 32 (21 desde el triple).

¡°La llave de la ventaja¡±, dec¨ªa Lakovic, estuvo en la arrancada, con una gran defensa que forzaba cinco p¨¦rdidas a un adversario que carec¨ªa de la circulaci¨®n de bal¨®n necesaria y se mov¨ªa a impulsos individuales mientras era emboscado y taponado bajo canasta (hasta dos gorros recibi¨® Deck de salida, que no ve¨ªa resquicios en la telara?a amarilla). Aloc¨¦n empez¨® de titular sin ¨¦xito, pero ni Campazzo ni Sergio Rodr¨ªguez (aunque este s¨ª encestara: 10 puntos en sus 9 primeros minutos) cambiaron la din¨¢mica.

La diferencia era escandalosa al cruce con el minuto 15, 46-21, y no se alej¨® mucho de eso durante el final de la primera parte y el inicio de la segunda, pese a que Chus Mateo sali¨® con todo lo disponible. Se ech¨® en falta algo m¨¢s de Poirier, porque en esta jornada era el imprescindible. Y de la direcci¨®n, como dec¨ªamos. Musa sum¨® tarde¡­ Una cuesti¨®n colectiva en un d¨ªa con pocos efectivos. En el minuto 26, la brecha volvi¨® a alcanzar ese +25 (75-50). Rudy comand¨® entonces un tibia reacci¨®n (75-60) y nueva crecida insular en el tramo definitivo, donde abrazaron una m¨¢xima de 30 (100-70) a falta de minuto y medio. La fiebre amarilla que enfermaba al Real, que le hac¨ªa palidecer.

?Est¨¢ en crisis el Madrid tras su cuarta derrota de 2024, en los ¨²ltimos 10 encuentros? No, lo que est¨¢ es limitado por las circunstancias, por un calendario y una exigencia en la Euroliga dif¨ªcil de compatibilizar en cada jornada con la severidad de la ACB, la mejor liga de Europa de largo. Hablar del calendario, de jugadores que contando las participaciones con sus selecciones se van a ir a m¨¢s de 100 partidos, no es una letan¨ªa que se escuche de fondo, sino un problema real. Los blancos cayeron en Murcia con cinco bajas, pese a una reacci¨®n heroica final, y han repetido resbal¨®n en el Gran Canaria Arena frente a un adversario incluso m¨¢s armado. La plantilla merengue es amplia, pero no tanto (y adem¨¢s veterana) como para compensar la ausencia de cuatro de sus principales, como plantarle cara a un enorme rival con un solo p¨ªvot (Poirier) m¨¢s la ayuda de Ndiaye. Porque no estaban ni Tavares (esguince de tobillo con afectaci¨®n del ligamento lateral) ni Yabusele (mantiene molestias en una rodilla) ni Hezonja (recibi¨® un fuerte golpe ante el Olympiacos entre la zona de la ingle y la cadera); tampoco Llull. Ni los canteranos Ismaila Diagne y Hugo Gonz¨¢lez, presentes con el equipo j¨²nior en Podgorica en el torneo clasificatorio de la Euroliga.

Zarandeos como este a los grandes van a ser moneda com¨²n si nada cambia, como en la NBA, donde no es extra?o que algunos de los potentados caiga con estr¨¦pito en medio de una gira. Los nuevos tiempos y el nivelazo en la parte alta de la ACB, el de un Gran Canaria que rugi¨® con su gente en las gradas. Un d¨ªa que recordar¨¢n.