Ibaka se pone las pilas

En el Real Madrid se acelera el trabajo para conseguir el o los refuerzos que con ganas se esperan desde septiembre. El conjunto ha ido reajust¨¢ndose, conoci¨¦ndose a s¨ª mismo tras los cambios veraniegos, cogiendo confianza y matando una racha que a principios de diciembre hizo temblar los cimientos de todo lo construido. Cuatro finales y tres t¨ªtulos, a un partido del doblete europeo. Al plantel se le fue Yabusele de manera sorprendente y los equilibrios se fueron al garete. De nuevo se ha estabilizado el rendimiento luch¨¢ndolo con ah¨ªnco y las gangas del mercado, que es lo que buscan los merengues, provocan rumores que a los menos entonados les dejan tiritando. Es el caso de Xavier Rathan-Mayes y lo es de otro ilustre veterano, con m¨¢s tablas, con m¨¢s recorrido, que ha sido puesto en la picota de igual forma: Serge Ibaka. Ah¨ª existe otra reacci¨®n.

Ibaka ha sido visto como el interior de menor rendimiento contando con el dibujo completo. Era dif¨ªcil valorarlo con Usman Garuba empezando la temporada tocado, molestias de las que no se recuper¨® hasta diciembre. Tampoco era sencillo al tener que ajustarse Eli Ndiaye a ello, a lo que mejor conviniera en cada encuentro, cambiando de rol para hacerse a las necesidades de los dem¨¢s. Hezonja y Deck han ayudado en el puesto de ¡®4¡ä como parches, pero los del argentino se han despegado. Tiene para varias semanas por una rotura en un tend¨®n de los isquiotibiales. Tavares no es inmortal y desde las oficinas del club se trabaja para fichar a alguien que le reste minutos, que le d¨¦ refresco, una idea que originalmente se ten¨ªa para Serge Ibaka pero que ahora orbita en distinta direcci¨®n. El hispanocongole?o no pasa sus momentos m¨¢s boyantes; aun as¨ª se reivindica cuando se ve¨ªa en el precipicio.

Para lo que Chus Mateo quiere el ex del Manresa, campe¨®n en Norteam¨¦rica con los Raptors, encajaba como anillo al dedo. Ven¨ªa de ser repescado para el baloncesto europeo por Pablo Laso, en otro cruce de caminos. Hab¨ªa destacado en el Bayern y el contrato era de corta duraci¨®n, un ¨²nico a?o, para paliar la salida de Vincent Poirier, la torre que hac¨ªa pareja cada vez m¨¢s temible con Tavares. Adem¨¢s Serge hab¨ªa desarrollado un tiro de media y larga distancia durante los ¨²ltimos a?os que le hace contar con m¨¢s armas que los p¨ªvots m¨¢s cl¨¢sicos. De momento lo pensado no est¨¢ saliendo como debiera. Es en el punto en el que su nombre volv¨ªa a resonar, y no por algo positivo sino por estar en la cuerda floja, posible salida, cuando ha despertado de su letargo.

Darle aire al equipo con la segunda unidad es primordial para no perder el mordiente durante los choques. Con relevos de garant¨ªas no hay debilidades prolongadas a las que se pueda agarrar el rival. Esta ¨²ltima semana los secundarios se han armado de razones. Ibaka es, por nombre, repercusi¨®n y cambio respecto a lo visto anteriormente, el m¨¢s chocante. El mi¨¦rcoles, en Granada, amontonaron su talento y lo sirvieron en plato fr¨ªo para remontar al Covir¨¢n un partido que parec¨ªa perdido, y Serge contribuy¨® 7 puntos en 13 minutos y un +10 de valor. Dos d¨ªas despu¨¦s, viajando a la lejana Kaunas para medir fuerzas con el Zalgiris, el jugador de Brazzaville coquete¨® con eso de ser el MVP, mieles que no prueba desde hace un tiempo. M¨¢s tiempo, 19:09, m¨¢s puntos, 13. Y otros dos despu¨¦s, en Liga contra La Laguna Tenerife, su actuaci¨®n m¨¢s redonda: 6/7 en tiros de campo, err¨® un triple, para 15 puntos y 23 de valoraci¨®n. Pero quedarse en lo numeral es quedarse corto.

Granada

Ah¨ª empez¨® la escalada. Ven¨ªa de las tinieblas, menos de 3 minutos y una valoraci¨®n de 3 bajo cero. El Baskonia no pudo con el Madrid, en el que fue el inicio de su semana perfecta, pero sin con un Serge cuyo concurso roz¨® lo invisible. Los mentideros empezaban a pedir su cabeza y ¨¦l, sabedor de que ten¨ªa que apretar las tuercas a su cuerpo, dio un paso adelante junto al resto de suplentes para dar ese plus al grupo. Fue m¨¢s una actuaci¨®n de detalles y adaptaci¨®n, sin excesivos piropos aunque vestido con el casco de obra, viendo la luz al final de un t¨²nel por el que todav¨ªa hab¨ªa que transitar.

Zalgiris

Despu¨¦s de un inicio tedioso, 26-15 en el primer cuarto, el Madrid se puso las pilas. La bater¨ªa volvi¨® a funcionar gracias a las ganas que le puso Ibaka. Tavares tuvo problemas de faltas durante los 40 minutos y Serge fue el segundo recambio (Garuba, el tercero, y tampoco brill¨®), por lo que pudo demostrar cualidades. Tras un tablerazo, con el bal¨®n ni rozando el aro, no le perdi¨® el pulso al partido. Baj¨® la cabeza y a trabajar. Us¨® bien su cuerpo contra Birutis cerca del aro y en el box-out para proteger el rebote. A dos canastas seguidas se sum¨® el triple redentor en mitad de un parcial que, otra vez, eran m¨¢s que las cifras (2-15). El Real, acarajado, sin respuesta exterior en ataque y defensa, esperaba un revulsivo, y precisamente en la zona es donde m¨¢s da?o hizo. Entre varios rivales no hac¨ªan nada ante un Ibaka con una motivaci¨®n que le sal¨ªa a borbotones. Serge tambi¨¦n estuvo durante el break de diez minutos con el que los lituanos quedaron desnortados, el encadenado que hizo al Madrid ganar el encuentro. Con ¨¦l en pista, +19, cifras como las de Llull, Feliz, Abalde o Hezonja, art¨ªfices de una nueva clase magistral. Ibaka, de 35 a?os, exprimi¨® tanto la oportunidad que fue el ¨²nico eliminado por faltas, sin que eso supusiera un perjuicio excesivo. Eran ¨²nicamente dos partidos, ten¨ªa un debe que limpiar, pero junto al de La Laguna Tenerife de este domingo, ep¨ªtome, han servido como wake-up call, que dicen los anglosajones: ha sentido una llamada y se ha despertado. La pregunta ahora es hasta d¨®nde le llegar¨¢ la cuerda.

Canarias

La visita de los de Txus Vidorreta al Movistar Arena ha dado con su mejor versi¨®n. Era dif¨ªcil mejorar, en este punto del trayecto, lo que ofreci¨® en Kaunas, pero en ¨¦sas estuvo Ibaka. S¨®lo Hezonja, con 16 puntos y, le super¨® en la tarea ofensiva. De nuevo los n¨²meros no son magn¨¢nimos; dicen m¨¢s sus 17 minutos en el parqu¨¦ que otros datos a?adidos. Dej¨® fuera de concurso a Garuba. Ante un juego interior pintoresco, largo y duro con Guerra y Shermadini y abierto pero rocoso con Abromaitis y Doornekamp, Mateo confi¨® en su bien trabajada versatilidad y fue la estrella brillante que se quiere.

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