Este muerto estaba muy vivo: la resurrecci¨®n en dos meses del Real Madrid

?C¨®mo ha llegado el Real Madrid no s¨®lo a ganar una Liga sino a darle la vuelta a un enfrentamiento en la distancia con el Bar?a que parec¨ªa del rev¨¦s hace dos meses? Es una verdadera historia de superaci¨®n. Los cul¨¦s se apuntaron las clasificaciones de las fases regulares de la Liga y la Euroliga pero, como se?alaba Mirotic al acabar esta ACB, eso no sirve de nada a la hora de jugarse la comida. En los enfrentamientos directos se ha visto a otro Madrid diferente al del a?o pasado, totalmente desplazado, y esos mismos le han dejado a las puertas -aunque terminara con uno de tres- de ganar un triplete que ya hubiera sido la bomba. Los blancos estaban sumidos en la decrepitud en el mes de abril, aunque ah¨ª hab¨ªan empezado los brotes verdes, y acabaron por firmar una temporada mejor que la de su eterno rival. El balance es el de esta Liga pero tambi¨¦n lo cerca que estuvieron -no s¨®lo por sensaciones, tambi¨¦n por puntos- de levantar la Copa (Bar?a) y la Euroliga (Efes).

Camino al cielo

La campa?a comenz¨® con otra victoria en la SuperCopa Endesa, la segunda sobre Saras, pero siendo un t¨ªtulo que tampoco suele utilizarse como vara de medir. El equipo, que hab¨ªa cambiado algunas caras en verano pero segu¨ªa con la misma estructura de los ¨¦xitos de Laso (Llull, Rudy, Taylor, Causeur...), cogi¨® una velocidad de crucero en las primeras semanas que les dej¨® muy bien posicionados en las clasificaciones. La aparici¨®n de una nueva variante de COVID-19 llev¨® a suspensiones y un brote enorme antes de Navidad, cuando el Madrid gan¨® al CSKA con varios canteranos inexpertos aquel partido luego cancelado, y cuando se entr¨® en 2022 se empez¨® a resquebrajar todo. Las derrotas empezaron a caer como piedras de granizo y en la antesala de la Copa, despu¨¦s de recuperar a dos lesionados de larga duraci¨®n como Randolph y Thompkins, cay¨® Carlos Aloc¨¦n por la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Aquello era s¨®lo el principio. En la Copa de Granada, despu¨¦s de pasar un corte problem¨¢tico contra R¨ªo Breog¨¢n, se recuper¨® parte del juego y el Real cay¨® en una final de defensas asfixiantes por 59-64. Un par de errores condenaron a los de Laso al final, pero se notaba que el nivel hab¨ªa vuelto a estar parejo con el Bar?a aunque trofeo de campe¨®n s¨®lo hubiera uno.

Hab¨ªan cambiado las sensaciones, faltaban los resultados. Despu¨¦s de una mala racha, con tres derrotas en seis partidos en la competici¨®n dom¨¦stica, lleg¨® una peor despu¨¦s de la Copa. 5/7 en la Liga y 8/11 en la Euroliga. Partidos perdidos, claro. Ah¨ª el equipo era un polvor¨ªn. Los ataques dejaban mucho que desear, un reci¨¦n retornado como Gaby Deck se llevaba cr¨ªticas por el cambio de juego para hacerle un hueco y hab¨ªa consecuencias palpables y no s¨®lo en las cuentas m¨¢s f¨¢ciles.

En la ACB el equipo se vio con posibilidades de quedarse fuera de los cabezas de serie, algo que no les ha pasado desde 2006, ante la dura pelea que hab¨ªa por los puestos del segundo al sexto. Posteriormente se consigui¨® el objetivo de mantener la segunda plaza y tener esa doble ventaja de campo en las eliminatorias. En Europa todo fue peor, m¨¢s por sensaciones que por lo tangible. El Efes (6?) se dej¨® ir en Belgrado para buscar un enfrentamiento con el Madrid (4?), el equipo que tantos problemas le hab¨ªa dado el a?o anterior, aunque fue un partido aplazado el que decant¨® la balanza. El Maccabi (5?) pudo perder en casa si hubiese querido cambiar de enfrentamiento, pero prefiri¨® a un conjunto herido como el espa?ol para intentar regresar a la Final Four. Esa sensaci¨®n, la de la vulnerabilidad, era casi m¨¢s dura que otra para el Madrid.

Lo que se puede acotar como mala o mal¨ªsima racha termin¨® en Miribilla (Bilbao) el 13 de abril. Unos d¨ªas antes se hab¨ªa tomado una determinaci¨®n que hizo saltar por los aires el sosiego de un vestuario unido desde hace tanto tiempo. Laso apartaba, primero en t¨¦rminos propios y luego citando a una decisi¨®n del club, a Heurtel y Thompkins, con sanci¨®n adicional a Yabusele y Poirier, por un caso de indisciplina que se trat¨® con mimo pero dej¨® al aire que hab¨ªa m¨¢s problemas de los que traspasaban la pantalla. Los dos jugadores seguir¨ªan en din¨¢mica de entrenamientos pero no de partidos. Ah¨ª hubo un clic, tambi¨¦n con una serie de comidas para compadrear, y se gir¨® por completo la din¨¢mica.

La plantilla, eso s¨ª, quedaba descompensada: Carroll no hab¨ªa vuelto y era el ¨²nico tirador especialista; Heurtel hab¨ªa sido rescatado del eterno rival y no iba a continuar; Thompkins, un valor seguro en los finales de temporada, se iba a marchar por la puerta de atr¨¢s. No hay que olvidar, por otra parte, el buen trabajo que se hizo en 2021 reforzando al equipo, algo que no debe pasar desapercibido y m¨¢s viendo que una rotaci¨®n larga ha sido necesaria para pelear por la Euroliga y ganar la Liga.

Desde aquella noche fatal contra el Bayern de M¨²nich, en la que tambi¨¦n se conoci¨® la sanci¨®n a Heurtel y Thompkins, a la del 19 de junio han pasado m¨¢s cosas. Quiz¨¢ la mayor bater¨ªa de acontecimientos negativos en contraposici¨®n con los resultados, que ya eran otra vez favorecedores. El Maccabi sali¨® corneado por un Madrid que les fundi¨® en defensa, parcela en la que parec¨ªan haber recuperado todo el poder de principios de temporada, y se plantaron en la Final Four europea. Por fin vencieron al Bar?a, en la semifinal, pero con otra lesi¨®n de gravedad: Nigel Williams-Goss no jugar¨ªa m¨¢s esta campa?a. Al Efes que anteriormente le hab¨ªa hecho de menos se le atragant¨® la final y a punto estuvo de perder ante los madrile?os: ganaron por 57-58. La ¨²ltima bala estaba reservada para la competici¨®n nacional, donde deb¨ªan evitar otro a?o sin un t¨ªtulo importante.

Las lesiones fueron a m¨¢s. Heurtel y Thompkins, como si de gemelos se trataran, se hicieron da?o en el tobillo en el mismo entrenamiento. Thomas estaba entrando en la din¨¢mica de nuevo por necesidades del gui¨®n. Sin Aloc¨¦n ni Goss no hab¨ªa bases y se estaba pasando a Llull, ahora m¨¢s escolta que director, a hacer esas funciones. Unas molestias del menorqu¨ªn y de Alberto Abalde, capacitado para actuar como parche en situaciones dif¨ªciles, hab¨ªa dejado sin bases al equipo y obligado a Hanga a moverse ah¨ª. Durante la final de la ACB Randolph se rompi¨® la rodilla y deja su carrera pendiente de un hilo, pero el colmo hab¨ªa llegado unos d¨ªas antes. Pablo Laso sufri¨® un infarto de miocardio en la serie con el Baskonia, el equipo de su ciudad, y qued¨® apartado por razones l¨®gicas. No es que hubiera bajas varias, es que no contaban ni con el entrenador principal. Con Chus Mateo a la cabeza y ajustes de calidad el Bar?a volvi¨® a no ser rival, esta vez a cuatro partidos, para un Madrid que recuper¨® el trono de la Liga Endesa.

Como aquella pel¨ªcula tan mal traducida, Este Muerto Est¨¢ Muy Vivo (en ingl¨¦s, Weekend At Bernie¡¯s), el Madrid era un ser inerte en abril pero la realidad es que el coraz¨®n segu¨ªa latiendo. No ha sido una comedia, ha sido m¨¢s bien un drama, s¨®lo que el final s¨ª ha sido feliz. Un a?o convulso que acaba en alto para los merengues.