Dani Miret (Badalona, 1985) es el seleccionador que llev¨® a la Sub-19 masculina de la Selecci¨®n Espa?ola a hacer historia: Izan Almansa, Baba Miller, Jordi Rodr¨ªguez, Rafa Villar, Sediq Garuba, Lucas Langarita, Isaac Nogu¨¦s, David G¨®mez, Sergio de Larrea, Luis Garc¨ªa, Victory Onuetu y Alejandro Moreno. Jugadores que, desde esa categor¨ªa, se proclamaron campeones del mundo el pasado 2 de julio en Debrecen (Hungr¨ªa).

Con EE UU fuera de la final se midieron con Francia, todo un cl¨¢sico del Viejo Continente, en el partido decisivo, que ganaron 73-69. Sudando. Sufriendo. Necesitaron de una pr¨®rroga. Pura resiliencia.

Los Golden Boys 2.0, mote con el que les bautiz¨® la FEB, trajeron de nuevo a la memoria a los Gasol, Navarro, Berni o Felipe, h¨¦roes en Lisboa¡¯99, y aplicaron su sello a la ya vasta cr¨®nica del ¨¦xito de Espa?a en baloncesto.

Toda alabanza es poca para ellos. Tambi¨¦n para sus formadores. De ah¨ª que Miret, que compagina esta labor a nivel de selecci¨®n con su trabajo como asistente de Duran en el Joventut, explique en esta conversaci¨®n con AS c¨®mo se gest¨® este triunfo.

?En qu¨¦ t¨¦rminos hist¨®ricos se coloca esta generaci¨®n? No s¨®lo los que estaban con usted este verano, tambi¨¦n los Hugo Gonz¨¢lez, Aday Mara, Conrad Mart¨ªnez...

Es una generaci¨®n con mucho talento, que llama la atenci¨®n a nivel mundial y tiene un plus por la forma de competir y de ser del jugador espa?ol. Al final siempre hablamos de los j¨®venes individualmente, pero todo ese talento hay que ser capaz de ponerlo al servicio del equipo. Creo que es una generaci¨®n que ha demostrado muchas cosas a nivel individual que son ¨²nicas y excepcionales y que, al mismo tiempo, tiene la capacidad no s¨®lo deportiva sino tambi¨¦n personal de formar parte de un conjunto y hacerlo en esos momentos tan complicados, de m¨¢xima competici¨®n y exigencia.

?Ve un reflejo en la generaci¨®n de Gasol o Navarro, los J¨²nior de Oro? No s¨®lo con este resultado. El talento t¨¢ctico y t¨¦cnico lo hemos visto, pero esa camarader¨ªa tan crucial que pose¨ªan aquellos tambi¨¦n es caracter¨ªstica en ¨¦stos, seg¨²n comenta.

Valoramos poco y damos por sentado que el jugador tambi¨¦n ayude al grupo: que sea buen compa?ero, que ayude al entrenador, que haga m¨¢s cosas m¨¢s all¨¢ del baloncesto. A veces no lo contamos lo suficiente. Son chicos que tienen talento y adem¨¢s una educaci¨®n para ser a¨²n m¨¢s buenos.

?La comparaci¨®n? Por una parte es una ilusi¨®n, porque con la generaci¨®n del 80 empez¨® una muy buena etapa del baloncesto espa?ol. Que ¨¦sta ayude a mantener este buen momento y poder ilusionarnos siempre est¨¢ bien, pero cada senda es diferente. Mantengo el mensaje de que las comparaciones hasta cierto punto est¨¢n bien, pero que cada uno va a tener un camino individual y largo.

Una de las cosas en la que ha cambiado la sociedad de la de antes y la de ahora es la paciencia, que los j¨®venes ya no tienen tanta, parece que todo tenga que ir m¨¢s deprisa y si no ya no es bueno... Esto es s¨®lo el inicio de una historia que esperamos que dure muchos a?os.

?Con el cambio que ha habido en la FEB en la presidencia entre Jorge Garbajosa y Elisa Aguilar a los t¨¦cnicos les han dicho la l¨ªnea en la que se quiere trabajar?

Va a ser parecida. Estamos en una buena l¨ªnea. En la FEB se priorizan y se intentan trasladar unos valores que luego van a ayudar a los chicos, en su carrera profesional, a ser mejores. Todos los ejemplos los tienen d¨ªa a d¨ªa en los ¡®staffs¡¯, en donde se hacen las cosas de muy buenas maneras y, evidentemente, se sabe que no s¨®lo es ganar.

Estamos hablando de jugadores j¨®venes que, para poder crecer, tienen que entender que lo primero es la persona y que hay que cuidarse y tener su cabeza muy bien amueblada. En las horas de vuelo que pasan con la Federaci¨®n saben que deben poner en ello mucho cuidado. Despu¨¦s el equipo puede jugar mejor o peor (hay que prepararse, competir bien, hacer todo lo que depende de nosotros, pero hay d¨ªas en los que jugaremos ante un equipo que ha estado m¨¢s acertado) y eso tampoco es pinchar el globo. No hay que estar demasiado euf¨®rico cuando las cosas van bien ni derrotistas cuando los resultados no sean perfectos. Estamos hablando de formaci¨®n.

Hasta ahora las cosas se han estado haciendo bien y la intenci¨®n es, siempre con peque?os matices, coger una l¨ªnea parecida o seguir en la que estamos.

Ll¨¦venos mentalmente al torneo, sobre todo a las semifinales y final. Para el que no lo recuerde o el que quiera hacerlo de nuevo. No hubo duelo con Estados Unidos en la final, fue contra Francia.

En las semis nosotros jugamos el segundo partido y ve¨ªamos a los posibles rivales del siguiente d¨ªa. La gente daba por favorita a Estados Unidos, aunque yo creo que no estaban siendo el mejor equipo. Tienen un gran talento, pero no jugaban los 40 minutos con el m¨¢ximo respeto al rival y es una cosa que al final aprendieron con dos derrotas.

Para m¨ª nosotros fuimos el mejor equipo de todo el campeonato (independientemente de ganar o perder, lo que significa ir a un partido y ser serio). Y me gustar¨ªa resaltar el partido de octavos de final, que ganamos por much¨ªsima diferencia y en el que demostramos un gran respeto. No hicimos tonter¨ªas, cuando est¨¢s en una situaci¨®n de mucha superioridad o diferencia puedes caer en el error de hacer cosas que nosotros no hicimos, y para m¨ª es motivo para reafirmarme en que tenemos equipos que hacen el trabajo serio, con respeto, educado est¨¦ quien est¨¦ delante).

Nosotros quer¨ªamos ser competitivos en nuestra semifinal contra Turqu¨ªa, que ven¨ªa con historia del verano anterior (les ganamos dos veces en su casa). Era un d¨ªa de revancha. Y desde la defensa, que es algo que destaco porque fuimos los mejores del torneo en eso, eliminamos a sus mejores jugadores y ganamos.

Y el d¨ªa de la final, contra una Francia a la que hab¨ªamos ganado en el grupo, seg¨²n la sensaci¨®n del equipo, ¨ªbamos m¨¢s a perder que a ganar. Parec¨ªa que si no gan¨¢bamos f¨¢cil y jugando bien desde el inicio no est¨¢bamos en el camino correcto, Intentamos preparar un poco a los chicos de que Francia es un equipo con talento, que f¨ªsicamente nos iba a plantear un partido muy duro, y lo luego que vimos, que le sabe dar la vuelta a todo. Sin llegar como favoritos, aunque lo ¨¦ramos a ojos de mucha gente, viendo c¨®mo se ha escrito la historia del campeonato, sientes menos esa presi¨®n. Durante el partido no jugamos muy bien, nos agarramos a ¨¦l en la segunda parte cambiando el ritmo y la manera de atacar y al final, estando ah¨ª, con el coraz¨®n, aparecimos en un momento clave y conseguimos forzar la pr¨®rroga, y ah¨ª creo que fuimos mejores claramente.

Francia tiene mucho talento. Ese d¨ªa Ajin?a meti¨® tiros muy dif¨ªciles. Sarr tambi¨¦n meti¨® un triple muy importante e hizo un esfuerzo contra Izan muy alto. En ataque nos penalizaron los unos contra unos, fueron muy directos a pisar pintura, y en defensa nos destruyeron todo lo que quer¨ªamos hacer t¨¢cticamente. Lo hicieron muy bien. Pero nosotros durante el partido fuimos capaces de mantenernos. Perrin en el rebote nos estaba haciendo mucho da?o.

Con un partido de m¨ªnimos en una final nos daba para no descolgarnos. Al final conectamos buenos tiros, los metimos y en la pr¨®rroga encontramos mejores opciones para sacar este partido, que parece que era f¨¢cil de jugar pero competitivamente cualquier acci¨®n ten¨ªa un valor muy alto. Tuvimos paciencia y por primera vez en el campeonato ganamos a remolque.

El aspecto del t¨¦cnico es clave en estas edades. ?Qu¨¦ es lo que les dice un formador a unos chicos tan j¨®venes antes y despu¨¦s de un partido tan importante?

Antes del partido se les habla un poco de que esto lo vamos a ganar o perder, pero hay que jugarlo de una manera en la que cuando miremos atr¨¢s no nos podamos hacer reproches. Juntos. Nos ha llevado a?os el formar este grupo: venimos de sub-17 o sub-18, es un grupo estable. T¨² tienes un mensaje y una coherencia. Cuando llega la final de Mundial es normal que llegue alg¨²n jugador y piense: ¡°Hoy es mi d¨ªa, hoy tengo que hacer...¡±. Cuando te est¨¢s jugando tanto, hay que hacerles ver que en este deporte ser un equipo, estar juntos, es clave. Cuando alguien puede bajar la cabeza en alg¨²n momento del partido animarte y hacerte estar preparado para la siguiente acci¨®n.

?La final? Es el partido en el que menos nervioso estaba. Les dije que estaba ah¨ª para ayudarles, pero que confiaba en el equipo y me daba igual ganar o perder. ?bamos a luchar. Los que nos juzgaran por un mal resultado estar¨ªan equivocados. Ten¨ªamos que tener claro que el partido era un gran premio, pero no que los jugadores tuvieran los nervios o estuviesen sufriendo. Que si pasaba cualquier cosa, que pod¨ªan decir que el entrenador era muy malo. Y que fueran ellos mismos.

Es uno de los d¨ªas que, por muy buenas carreras que hagan, van a recordar siempre. Todos los chicos lo har¨¢n, el campeonato y el equipo, un grupo en el que uno m¨¢s uno sumaba m¨¢s que dos. Eso, como formador y persona que pudo disfrutar de la experiencia de jugar en ese nivel, es lo que m¨¢s te enorgullece. Del ejemplo del ¡®staff¡¯, de c¨®mo nos hemos respetado y hemos hecho mejores los unos a los otros, al de los jugadores. Del 1 al 20 de la generaci¨®n: el que se ha quedado fuera porque hemos decidido ir al torneo con otro perfil de jugador, siempre con buena reacci¨®n; el que ha estado en el banquillo animando; o el que durante cinco ataques en los que hemos jugado mal no ha recibido un buen pase.

Toda esa implicaci¨®n y ese compromiso, que un equipo sea un equipo en esos momentos de m¨¢xima tensi¨®n, no es por casualidad. Es complicado jugar a baloncesto cuando te juegas tanto y enfrente tienes a un buen equipo.

?Qu¨¦ diagn¨®stico hace de la cantera de baloncesto en Espa?a en este momento? Usted ve las dos caras de la moneda, al formar parte del cuerpo t¨¦cnico del equipo s¨¦nior del Joventut.

Nosotros tenemos una competici¨®n muy buena. Tenemos entrenadores, que es lo m¨¢s importante, que trabajan muy bien con los ni?os, con ideas que necesitan de un seguimiento. Debemos consolidar la figura del entrenador de formaci¨®n. Muchos chicos vienen con la pasi¨®n de casa, pero otros se acaban de enamorar de este deporte porque acaban de tener entrenadores que les acaban de formar. Es clave en los clubes, es vital que se mantenga un nivel en la estructura. Las competiciones que hay son muy buenas, se juega y se compite bien, y eso hace que nuestros jugadores, cuando van creciendo, tengan que desarrollar un gen competitivo que se junte con su talento para competir.

?Cu¨¢l es el miedo? Que por querer ser m¨¢s competitivos queramos coger atajos que hagan que tengamos menos paciencia. Entonces ficho a un extracomunitario para poder ganar un partido m¨¢s, y los que van con un desarrollo m¨¢s tard¨ªo pierden oportunidades y no podemos ver a jugadores que necesitan un camino m¨¢s largo para desarrollar ese talento.

Yo lo que veo es que hay diferentes maneras de hacerlo, que todo se tiene que mantener en un equilibrio. Que sigamos construyendo entre todos y estableciendo unas pautas para garantizar esas oportunidades. Que sigan saliendo jugadores de aqu¨ª y la gente siga identificada con el baloncesto. Fue el caso de Joel Parra con el Joventut: nos dio una identidad en el club que no se puede fichar.

?Que hay que estar abiertos a c¨®mo funcionan otros modelos? S¨ª. Por ejemplo, a poder compatibilizar la formaci¨®n deportiva con una formaci¨®n acad¨¦mica importante y real, con condiciones para que los chicos y chicas puedan estudiar aqu¨ª. Que puedan hacer las dos cosas al m¨¢ximo nivel, no que tengan que renunciar a calidad en sus estudios por culpa del baloncesto y viceversa. A veces les llevas a caminos sin salida, a posponer esa formaci¨®n acad¨¦mica sin ser f¨¢cil reengancharte despu¨¦s. Cuando ves que te alejas de lo que crees que es ir a tu l¨ªmite, cada vez le dedicas menos tiempo. Hay que encontrar una manera de tener las dos cosas, para todo el mundo ser¨ªa muy positivo.

En Estados Unidos se enfrentan dos modelos con dos jugadores a los que entrenaste en este campeonato. Izan Almansa est¨¢ en Ignite, el equipo experimental de la NBA en su liga de desarrollo, y Baba Miller s¨ª est¨¢ siguiendo el cauce cl¨¢sico universitario en Florida State. ?Qu¨¦ te parecen ambos?

Son dos chicos con caminos muy diferentes. Sergio de Larrea, en su d¨ªa, tuvo otro distinto. Al final, dentro de todos los que hay, no hay uno solo ni uno que sea mejor. Depende de qui¨¦n seas, de qu¨¦ tipo de persona, de muchas circunstancias... No todo el mundo es tan competitivo tan pronto, no todo el mundo destaca tanto en la competici¨®n tan pronto... Los entornos y las familias, con los chicos, tienen que tomar decisiones. Lo que s¨ª creo es que tanto Izan como Baba se est¨¢n formando muy bien. No entro dentro del nivel deportivo porque no s¨¦ c¨®mo entrenan, pero s¨ª s¨¦ que tienen una buena cabeza.

Puedes elegir el modelo que t¨² quieras, pero si no tienes esa formaci¨®n en varias facetas el jugador de baloncesto no podr¨¢ evolucionar. Cuando t¨² personalmente eres limitado, en lo que caes es en tomar malas decisiones para ser un atleta; el talento te ayudar¨¢, pero te van a pasar cosas en la vida que te van a afectar si no tienes detr¨¢s una buena formaci¨®n: las malas compa?¨ªas, no cuidarte todo lo que deber¨ªas, etc. Ser¨¢s una persona maleducada y no tendr¨¢s buenas reacciones. Ya que ponemos el caso, en la NBA a algunos a veces se les va al cabeza porque no tienen ese control emocional, porque no lo han trabajado, no se lo han exigido, no son conscientes de que est¨¢n siendo ejemplo y representando a una franquicia.

Estas carrera son muy largas y hay que evolucionar con ellas. Lo que hace LeBron James de tener una parte final de carrera tan buena es posible porque ha ido cambiando y tiene la cultura de saber lo que tiene que hacer en cada momento para dar el rendimiento. Eso no pasa por casualidad. Tienes tu equipo de trabajo que te asesora en las diferentes etapas: cuando vas creciendo, de una manera; cuando vas dando diferentes pasos, de otra.

Los caminos de los dos son muy diferentes, pero los entornos han tenido en cuenta mantener una buena educaci¨®n y un desarrollo personal. Cada uno, dentro de sus posibilidades, ha tomado esa decisi¨®n. No s¨¦ si m¨¢s o menos acertada, porque no tengo tanta informaci¨®n, pero lo que s¨ª que puedo decir es que no hay una ¨²nica v¨ªa para todos y dentro de todas hay que darle importancia a una formaci¨®n global. Lo que quiero remarcar es que son dos chicos con buena cabeza y espero que sigan as¨ª muchos a?os.

Un ¨¦xito que va m¨¢s all¨¢ de una sola generaci¨®n

El trabajo de cantera del baloncesto espa?ol lleva demasiados a?os dando excelentes resultados como para que se pueda siquiera sugerir que hay un ¨¢pice de casualidad en ello. No. Hay un patr¨®n, una manera de hacer bien las cosas que empieza en la base y acaba en las selecciones absolutas, que se regeneran sin dejar de ser competitivas. En la masculina, Sergio Scariolo puso en marcha el pasado verano el proyecto de los Golden Boys 2.0, una forma de que algunas de las principales promesas de categor¨ªas inferiores entrenaran unos d¨ªas con los mayores. Uno de ellos, el base Sub-20 Juan N¨²?ez, se acab¨® quedando y jug¨® el Mundial ante las bajas de Ricky Rubio y Lorenzo Brown.

La generaci¨®n de 2004 y 2005 es una de las pruebas m¨¢s irrefutables de esa extraordinaria salud del baloncesto espa?ol. Los chicos que ganaron el Mundial Sub-19 en Debrecen 24 a?os despu¨¦s de los J¨²niors de Oro en Lisboa¡­ y m¨¢s: N¨²?ez, el base que ha convertido el futuro en presente, y Aday Mara (el p¨ªvot de 2,21 que est¨¢ actualmente en UCLA) son carne de NBA (seguramente ya la pr¨®xima temporada), pero el pasado verano disputaron otros campeonatos de categor¨ªas inferiores.

S¨ª estuvieron en Debrecen el MVP Izan Almansa y Baba Miller (otros dos que apunta al pr¨®ximo draft de la NBA), los dos grandes referentes; generadores de juego como el taronja Sergio de Larrea y el cul¨¦ Rafa Villar, anotadores como Lucas Langarita (Zaragoza) y Jordi Rodr¨ªguez (Joventut), defensores como Isaac Nogu¨¦s (Huesca) y Sediq Garuba (Cartagena)¡­

La Espa?a entrenada por Daniel Miret gan¨® en Debrecen (Hungr¨ªa) por una diferencia media de 18 puntos en la fase de grupo. Por 82 ?(?102-20!) a L¨ªbano en el cruce de octavos, por 38 a Argentina en cuartos y por 31 a Turqu¨ªa (que luego dej¨® sin bronce a Estados Unidos) en semifinales. Y despu¨¦s, en una final ultraf¨ªsica contra una Francia de brazos inacabables, la Selecci¨®n supo sufrir, remar, sobrevivir y, finalmente, ganar en la pr¨®rroga (73-69). Con una actuaci¨®n coral en la que muchos importaron mucho, en la que el MVP de Izan fue, de verdad, el premio a la pieza m¨¢s brillante de un sensacional engranaje colectivo. Fue el punto m¨¢s alto de otro verano triunfal para las categor¨ªas de formaci¨®n del baloncesto espa?ol, que siguen trabajando con un modelo que es, en los ¨²ltimos a?os, una referencia para las canteras de todo el mundo.