Jos¨¦ Vicente Pepu Hern¨¢ndez (1958, Madrid) dirigi¨® 11 a?os seguidos al Estudiantes (12 en total y 13 en ACB con paso por el Joventut) antes de dar el salto a la Selecci¨®n para capitanear al equipo que conquist¨® el primer oro mundial para Espa?a en 2006. Como hijo del Ramiro, de la cantera y del patio de colegio, el madrile?o defiende a capa y espada la formaci¨®n, a sus entrenadores: "Es fundamental que reciban un reconocimiento", asegura en esta entrevista por su inclusi¨®n en la tercera edici¨®n del Hall of Fame de la FEB en colaboraci¨®n con el diario AS. Su amor por el ba-lon-ces-to, como dijo en el acto de celebraci¨®n por la haza?a de Saitama, est¨¢ fuera de cualquier duda.

?Qu¨¦ significa para usted ingresar en el Hall of Fame del baloncesto espa?ol?

Es un orgullo tremendo. El poder estar, no solo en esta promoci¨®n, sino con los nombres elegidos en las anteriores, y en una tan significada como esta, es un orgullo extraordinario. Una satisfacci¨®n incre¨ªble. Siempre he pensado que la gente del baloncesto no necesita reconocimientos, pero este es muy agradable. El poder estar con la gente que me ha precedido me parece un sue?o.

Quiero agradecer principalmente como entrenador de formaci¨®n, no como uno de ¨¦lite. Para m¨ª es fundamental que ellos reciban un reconocimiento y si lo puedo yo agradecer por todos, bien. Son importantes para que todos estos jugadores que est¨¢n tan bien reflejados en estos premios, recuerden y reconozcan de d¨®nde vienen y qui¨¦n ha trabajado con ellos desde muy jovencitos.

Con este honor se le reconoce como uno de los mejores entrenadores de la historia, ?se siente as¨ª?

No sabr¨ªa c¨®mo enfocarlo porque es una distinci¨®n importante. Estar con la gente que me ha precedido como Antonio D¨ªaz-Miguel, Lolo Sainz, Pedro Ferr¨¢ndiz o Javier Imbroda, este a?o voy con Maljkovic, para una chaval¨ªn que fue al Ramiro a los ocho a?os y que quiso ser entrenador desde muy jovencito, es una satisfacci¨®n tremenda. Es un enorme reconocimiento y no solo para m¨ª, sino para todos los entrenadores de formaci¨®n. He sido un tipo muy afortunado en el mundo del baloncesto y siempre lo agradecer¨¦. Era impensable que yo fuera seleccionador nacional o entrenador de ACB 13 temporadas o 20 como entrenador ayudante.

Llega a los banquillos a los 15 a?os, ?fue amor a primera vista?

No. Lo que quieres siempre es jugar y ser muy bueno. Estar en las grandes categor¨ªas. Pero luego te das cuenta de que hay muchos mejores que t¨² (r¨ªe) y que no vas a poder llegar, pero que en el mundo del baloncesto se est¨¢ bien. A m¨ª me gusta mucho hablar del h¨¢bitat del baloncesto, un sitio que puede ser un refugio en la tormenta. Un sitio donde crecer, formarte como persona, educarte.

?Existe soledad en el banquillo?

Hay momentos. Pero son solo eso, momentos, afortunadamente porque al final te das cuenta de que est¨¢s rodeado por gente muy v¨¢lida. En un equipo nunca hay soledad. O muy rara vez. Adem¨¢s, el mundo del baloncesto protege a su gente. No hay depredaci¨®n, sabes que vas a estar bien. Es un mundo amable. Por eso yo no me he sentido solo. ?Hay momentos puntuales? S¨ª, porque hay un problema que tienes que resolver t¨² solo.

?Qu¨¦ es el Ramiro de Maeztu para usted?

Tanto el Ramiro como el Estudiantes los catalogo de la misma manera: es mi club, pero es mi colegio. Y en el Ramiro ten¨ªamos asignaturas como lat¨ªn, griego, filosof¨ªa y baloncesto, que ha sido muy importante en mi vida y tambi¨¦n en la vida de otros. Que nos ense?a cosas que a lo mejor no est¨¢n en los libros de texto: a convivir, a ser solidarios y generosos, a compartir, trabajar en equipo, que no es f¨¢cil.

Cuando yo recibo mi educaci¨®n no est¨¢ en la direcci¨®n de colaborar. S¨ª, sabemos que hay gente alrededor, pero que cada uno se las apa?e como pueda. Y el baloncesto a m¨ª me ha ense?ado que no, que eso no es verdad. No puede ser verdad. No deber¨ªa serlo. Sino que la colaboraci¨®n, el trabajo con los dem¨¢s te hace enriquecerte y triunfar.

Cuando hay triunfos del deporte colectivo, esa sensaci¨®n de colaboraci¨®n, de complicidad con tus compa?eros te ense?a cosas m¨¢s all¨¢ del deporte. Socialmente, tambi¨¦n ha significado mucho para el pa¨ªs: cuando hemos visto esos triunfos colectivos, hemos dicho ¡®c¡­, si somos capaces de hacer cosas juntos y hacerlas bien¡¯. Ha servido de ejemplo para muchos.

Cuando le comunican que va a ser primer entrenador del Estudiantes, ?cu¨¢nto le temblaron las piernas?

Mire, me temblaban las piernas cuando exist¨ªa la posibilidad de ser el pr¨®ximo entrenador del Estudiantes por una serie de problemas. Me cabre¨¦ mucho con mis directivos. Les dije que no est¨¢bamos preparados. ¡®No lo hab¨¦is hecho, ?por qu¨¦ quer¨¦is ahora poner a entrenadores de base cuando no nos hab¨¦is preparado realmente para eso?¡¯, dije. Es necesaria una preparaci¨®n previa.

A m¨ª me sentaba muy mal eso, cuando hab¨ªa una posible terna de entrenadores para dirigir al primer equipo. No lo entend¨ªa. No pod¨ªa ser una sorpresa, sino una din¨¢mica de club, que muchas veces se mantuvo y la gente se preparaba.

No me temblaron las piernas porque ya hab¨ªa estado seis a?os de ayudante de Miguel ?ngel Mart¨ªn y los dos hab¨ªamos hablado mucho de esa posibilidad, de que yo fuera detr¨¢s de ¨¦l porque ¨¦l ten¨ªa un trabajo fijo y no se iba a dedicar al 100% al baloncesto. Yo s¨ª lo pod¨ªa hacer. Nunca se est¨¢ preparado del todo, pero para m¨ª fue una cuesti¨®n l¨®gica en la din¨¢mica del club en esos momentos. Fue una grand¨ªsima responsabilidad porque en el momento que eres primer entrenador empiezan unos problemas que no tienes como ayudante. Pero me sent¨ª muy bien. Hasta 11 temporadas estuve como primer entrenador y eso no es un r¨¦cord habitual.

?Ser el Estudiantes, del Ramiro, te convierte en antimadridista?

No. Hay una rivalidad, completamente l¨®gica, pero tambi¨¦n en el Estudiantes sabemos d¨®nde estamos. Muchos de nuestros jugadores han acabado ah¨ª y, gracias a dios, el dinero que entraba nos permit¨ªa sobrevivir y tener cantera. Una continuidad. Esos jugadores que han salido del Estu al Madrid o a cualquier otro equipo han sido importantes en la historia del club. Dejaba la sensaci¨®n de que en el Estudiantes hab¨ªa siempre cantera, siempre jugadores de un nivel muy alto como se ha demostrado en muchas ocasiones en la Selecci¨®n.

No es necesario ser antimadridista. Yo era socio del Real Madrid porque mi padre me hizo el carnet. Ning¨²n problema. Yo no iba o no usaba el carnet, pero ¨¦l se empe?aba en pag¨¢rmelo. Y lo hizo durante mucho tiempo. Era muy insiste. Pod¨ªa tener problemas econ¨®micos, pero ese carnet me lo segu¨ªa pagando. Yo le dec¨ªa ¡®pap¨¢, ?por qu¨¦ me haces esto? Si est¨¢s apurado de dinero, ?por qu¨¦ me lo est¨¢s pagando?¡¯ Me dec¨ªa que le dejar¨¢ en paz (r¨ªe). Eran cosas suyas. ?l era socio del Madrid desde el a?o 35.

Cuando habla de cantera, usted no solo ha tenido buenos jugadores, sino algunos de los m¨¢s ic¨®nicos del baloncesto espa?ol. Le hablo de Nacho Azofra, Carlos Jim¨¦nez, Felipe Reyes, Alberto Herreros¡­

Son muy importantes en la historia de Espa?a. Por eso me siento muy afortunado porque he aprendido de esos jugadores. Con algunos he estado much¨ªsimo tiempo, como con Nacho Azofra, que le entren¨¦ tres a?os en juveniles y luego lo tuve en el primer equipo. Y son gente que ha llegado a la Selecci¨®n. Siempre he tratado de aprender de los jugadores porque nunca fui capaz de hacer lo que hicieron ellos. Me interesaba much¨ªsimo saber qu¨¦ es lo que sent¨ªan, qu¨¦ pensaban: eso era fundamental para m¨ª. Escucharlos. Y eso era importante para conseguir el baloncesto que ellos pudieran desarrollar. Tanto en el Estudiantes como en la Selecci¨®n. Para m¨ª era muy importante que desarrollaran su talento y su capacidad, su compromiso y su implicaci¨®n. Y cuando pones de acuerdo a todos, pues es mucho m¨¢s sencillo. Para m¨ª ha sido fundamental la aportaci¨®n y los conocimientos de jugadores como Felipe (Reyes) y Pau (Gasol), que en esta gala tambi¨¦n est¨¢n premiados.

Y estuvo 11 a?os seguidos como entrenador del Estudiantes, una de las grandes etapas en la historia del club. ?Cu¨¢l fue el secreto?

Las cosas no fueron mal. En 11 a?os pusimos a 22 canteranos en el primer equipo, una media de dos por temporada. Pesic, incluso, me dijo una vez que eso no lo hab¨ªan hecho ni en Yugoslavia. Era llamativo. Y muy buena noticia para la gente del Estudiantes. Pod¨ªamos hacerlo porque con el s¨¦ptimo, octavo presupuesto de la ACB qued¨¢bamos cuartos, terceros o segundos de la competici¨®n. Est¨¢bamos pr¨¢cticamente siempre en el playoff, est¨¢bamos siempre en la Copa del Rey, salvo en una ocasi¨®n en la que dije que lo consideraba un fracaso y punto. Jugamos muchas semifinales en esos 11 a?os. Incluso una final contra el Barcelona. Ganamos una Copa.

En el Estudiantes no siempre puedes tener el mejor puesto de pesca, pero si lo tienes, alguna vez pescar¨¢s algo. Hab¨ªa ambici¨®n por ser cada vez mejores y mantener una buena l¨ªnea. Los resultados eran buenos y eso facilitaba la confianza de la gente del club, de los jugadores. Incluso, fich¨¢bamos a muchos jugadores que no pod¨ªamos esperar tenerlos, que quer¨ªan estar en el Estudiantes aun cediendo un poco econ¨®micamente porque sab¨ªan que su promoci¨®n personal y su mejora t¨¦cnica y deportiva iban a ser muy importante. Y para nosotros, miel sobre hojuelas.

No s¨¦ si el ambiente de los partidos en casa de la final contra el Barcelona fue lo m¨¢s incre¨ªble que se pueden vivir en un cancha de baloncesto.

Muy dif¨ªcil de vivir esa sensaci¨®n de apoyo total. El seguimiento de nuestros aficionados fue tremendo. Creo que iba m¨¢s all¨¢, que no solo cont¨¢bamos con nuestra gente, sino con mucha m¨¢s. Pero el reconocimiento, incluso, que tuvieron mis jugadores y yo en los partidos en el Palau Blaugrana fue tambi¨¦n fant¨¢stico y lo agradec¨ª un mont¨®. Perder contra ellos, en el quinto partido, te fastidia, pero si lo haces contra un Barcelona campe¨®n ese a?o de la Copa, la Liga y la Copa de Europa, puedes considerarlo dentro de lo normal.

Yo viv¨ª un ambiente similar en el Palacio cuando eliminados al Maccabi para presentarnos en la Final Four de Estambul 92. Era entrenador ayudante de Miguel ?ngel. Fue un a?o fant¨¢stico porque quedamos tambi¨¦n campeones de la Copa. Que un equipo como el Estudiantes, de patio de colegial grande como sol¨ªa decir siempre, estuviera ah¨ª era algo tremendo. Lo que represent¨® para nosotros, para la Demencia.

El asunto del Estudiantes pinta feo ahora¡­

Es una etapa m¨¢s dentro de los 75 a?os de historia del club. Es distinta, sin lugar a duda. Nunca se hab¨ªa descendido. Es compleja, dif¨ªcil en el asunto econ¨®mico que ha influido demasiado en el aspecto social y organizativo del club. Cuando las cosas van mal econ¨®micamente, empiezan los recortes. Siempre hemos tenido unos excelentes apoyos externos, tenemos un patrocinador extraordinario ahora con Movistar. Ojal¨¢ mantenga su apuesta por los valores que tiene el club, no por los resultados, para recuperar una categor¨ªa que creo que es la nuestra y seguir as¨ª produciendo jugadores de m¨¢ximo nivel para la Selecci¨®n, que es imprescindible. El Estudiantes, en estos 75 a?os, ha pasado momentos muy agobiados. Aunque no ha perdido la categor¨ªa era agobiante la cuesti¨®n econ¨®mica. Ojal¨¢ salga pronto de esta.

Dicen que ten¨ªa un toque muy especial con los americanos.

No ten¨ªa un buen ingl¨¦s, pero viviendo en Canillejas mis amigos desde peque?ito eran de la base de Torrej¨®n de Ardoz. Jugaba al b¨¦isbol, un poquito baloncesto y ten¨ªa buena comunicaci¨®n en ingl¨¦s. Para m¨ª era fundamental tener una buena relaci¨®n con los jugadores. Los americanos que ven¨ªan sab¨ªan que era un buen sitio para promocionarse. Pienso que todos se sintieron muy felices porque se sent¨ªan acogidos, comprendidos.

Incluso no necesitaban ser titulares. Thompson o Shaun Vandiver muchas veces no sal¨ªan de inicio, lo hac¨ªan nuestros j¨®venes o canteranos y, luego, con el partido ya m¨¢s trabajado, entraban a hacer su labor. Y hacerlo bien porque se sent¨ªan bien, en un buen sitio, en una familia tanto dentro como fuera de la cancha. Se fomentaba una buena relaci¨®n. Tambi¨¦n las condiciones del club eran propicias. Todo eso ayudaba mucho porque ese run-run de comentarios entre ellos, en los que se dec¨ªan que fueran al Estudiantes, era bueno para nosotros.

Y llega la Selecci¨®n. No s¨¦ si queda feo decir que esa generaci¨®n, ese grupo necesitaba su mano para dar un paso m¨¢s hacia adelante.

No. No. Necesitaba una puesta en com¨²n, pero no mi mano. Por eso le digo que he sido un tipo muy afortunado. Para m¨ª fue una cosa extraordinaria llegar a ser seleccionador. ?Un chaval¨ªn del Ramiro desde los ocho a?os! Como ya lo hab¨ªa sido Antonio D¨ªaz-Miguel. O como Ignacio Pinedo que lo fue de la J¨²nior. Luego A¨ªto Garc¨ªa Reneses.

Cuando llegu¨¦ al puesto, dije que no era solo mi baloncesto, sino tambi¨¦n el de los jugadores que iban a integrar la Selecci¨®n. Hubo una din¨¢mica muy buena. Hab¨ªa una sensibilidad extraordinaria, un convencimiento y un compromiso que se han mantenido a lo largo de todos estos a?os con ¨¦xitos maravillosos, pero en ese momento se necesitaba, quiz¨¢s, para dar ese paso que no se pegaba. Se form¨® un estilo que afortunadamente se mantiene en el tiempo. Que no es t¨¢ctico, sino espiritual.

El fallecimiento de su padre llega antes de la final. ?Sinti¨® que el partido era algo m¨¢s para usted? ?Qu¨¦ necesitaba ganar para dedic¨¢rselo?

Intent¨¦ que no. El fallecimiento de mi padre lo sab¨ªan, en un principio, el presidente de la federaci¨®n y mis entrenadores ayudantes porque quer¨ªa que estuvieran preparados por si acaso empezaba a hacer cosas que no hab¨ªa hecho habitualmente. O por si me despistaba. No me sent¨ª mal en la final, fue despu¨¦s. Era un sentimiento contradictorio de alegr¨ªa tremenda, pero de tristeza. Algo muy complicado de mantener. Pero me sent¨ª bien durante la final. Hicimos nuestro trabajo, me ayudaron mucho los jugadores con un trabajo extraordinario.

No me sent¨ª despistado ni pensando en otras cosas. Me hubiera gustado que mi padre lo hubiera disfrutado, pero al final del partido pensaba m¨¢s en mi madre y en mi hermano, que seguro que se alegraron much¨ªsimo, pero con la tristeza de haber perdido a su marido y padre.

?Le doli¨® su forma de salir de la Selecci¨®n?

S¨ª. Porque en un principio comuniqu¨¦ que la dejaba en el periodo que yo cre¨ªa que hab¨ªa que anunciarlo porque, primero, as¨ª lo dec¨ªa mi contrato y, segundo, siempre me ha parecido fundamental que la Selecci¨®n tenga un seleccionador aunque fuera en un periodo sin competici¨®n porque hay mucho trabajo que hacer. El trabajo previo es fundamental, el de antes de la competici¨®n, durante la temporada y eso lo est¨¢ demostrando Sergio (Scariolo), que est¨¢ haciendo una labor extraordinaria: la gente llega muy preparada a la Selecci¨®n. Pens¨¦ que despu¨¦s de los Juegos de Pek¨ªn no habr¨ªa el mismo seleccionador e inmediatamente deb¨ªa haber otro.

Es maravilloso entrenar a la Selecci¨®n, trabajar con el equipo nacional, con el equipo t¨¦cnico y con este grupo de jugadores, pero sab¨ªa que no pod¨ªa hacerlo con ese presidente (Jos¨¦ Luis S¨¢ez). El conflicto que vino despu¨¦s de ¡®a m¨ª no me dimite nadie¡¯ y ¡®ahora te vas a enterar¡¯ (de S¨¢ez) fue muy desagradable. Por lo tanto, ese proceso, que yo consideraba natural y normal, se convirti¨® en algo no deseado.

?Qu¨¦ opina de las Ventanas?

Una complicaci¨®n m¨¢s por la que el baloncesto ha pasado¡­ y pasar¨¢ porque alguna m¨¢s habr¨¢. La soluci¨®n al problema del calendario es buscar formas para conciliar. Y esto no ha sido as¨ª, fue un vamos a tirar por medio y haber qu¨¦ pasa. Fue peligroso. Fue una vuelta de tuerca m¨¢s, una complicaci¨®n. El baloncesto ha pasado por muchas crisis y ha sobrevivido de una forma muy sana. ?Qu¨¦ se puede hacer mejor? S¨ª. El baloncesto es como nosotros queramos  que sea.

?Se arrepiente de su segunda etapa en el Estudiantes? (Fue en la 2011-12. Pepu no acab¨® la temporada y el Estu descendi¨® por primera vez en su historia).

No me arrepiento de nada de lo que he hecho. Es cierto que me lo tendr¨ªa que haber pensado un poquito m¨¢s. Cre¨ª que estaban solucionados algunos problemas. Sab¨ªa que econ¨®micamente no estaba resuelto del todo, pero que socialmente s¨ª estaba mucho m¨¢s arreglado. Fue una etapa complicada y dif¨ªcil donde no hab¨ªa soluciones en lo econ¨®mico ni tampoco en lo social.

A m¨ª me sent¨® muy mal, aunque nos recibieron de maravilla, pasar todo el a?o entrenando en Coslada. Todo un a?o yendo solo al Palacio para competir. Y muy aislados del Ramiro, de lo que es mi casa, de lo que es mi familia¡­ Parec¨ªa que est¨¢bamos de prestado toda la temporada y eso era muy dif¨ªcil de gestionar tanto para el cuerpo t¨¦cnico como para los jugadores.

?C¨®mo le vas a decir que no a tu propia casa! Hay cosas que tienes que hacer y las haces, pero si es cierto que me lo tendr¨ªa que haber pensado un poco m¨¢s o haber atado mejor algunas cuestiones. Por ejemplo, no ten¨ªamos dinero para fichajes a principio de temporada, pero a los dos meses, s¨ª, pues hombre¡­ Esto lo podr¨ªamos haber solucionado antes. A lo mejor no hicimos el equipo que necesit¨¢bamos. ?Error m¨ªo? Por supuesto, pero tambi¨¦n por circunstancias que yo pensaba que estaban mejor. No es tirar balones fuera. Seguro que lo podr¨ªa haber hecho mucho mejor.

No s¨¦ si ya se ha olvidado de los banquillos, que es una etapa cerrada en su vida.

No tengo el gusanillo de la competici¨®n, aunque volver¨ªa a competir. No es algo que me cueste ni haya descartado por completo. Echo mucho de menos el entrenamiento. Es fundamental para m¨ª y trato de solucionarlo con colaboraciones donde trabajo t¨¦cnica individual, pero ese d¨ªa a d¨ªa me parece importante.

Me gusta mucho colaborar con los nuevos entrenadores, hablar con ellos, recomendarles, tutelarles si se puede decir as¨ª. Es fundamental para nuestro baloncesto que los entrenadores j¨®venes y de formaci¨®n sean valorados y no solo por sus conocimientos t¨¢cticos, sino tambi¨¦n por el trabajo individual que hacen para mejorar a los jugadores. No podemos dejar la t¨¦cnica individual a lo que ven los chavales por la televisi¨®n.

?Por qu¨¦ se mete en pol¨ªtica como candidato a la alcald¨ªa por el PSOE?

Por esp¨ªritu de colaboraci¨®n. Como un servicio p¨²blico a mi ciudad, a Madrid. Tratar de colaborar para solucionar los problemas que hab¨ªa. Conocer m¨¢s mi ciudad. Vivo desde hace m¨¢s de 60 a?os aqu¨ª y creo que la conozco¡­ pero no. Madrid es inabarcable. Es extraordinaria en lo bueno y en lo malo. Es una ciudad muy especial, grand¨ªsima, donde me ha sorprendido cosas que no me esperaba. Me pod¨ªa imaginar que hab¨ªa problemas, conflictos en alguna zona, pero no que hubiera tanta desigualdad por ejemplo. Y la cuesti¨®n era tratar de echar una mano para solucionar eso. De ser empleado de los madrile?os.