La base se retir¨® en 2013 a pesar de que hab¨ªa firmado un contrato con el Polkowice. El Ej¨¦rcito de Pacho Villa ya tiene a su segunda representante en el Hall of Fame.
Elisa Aguilar se retir¨® en 2013 con un oro europeo colgado al cuello. La base madrile?a pon¨ªa punto final a una carrera deportiva en la que lo gan¨® casi todo para emprender una nueva vida tambi¨¦n al servicio del baloncesto. Actualmente es la directora de competiciones de la FEB.
?Qu¨¦ significa para usted entrar en esta segunda promoci¨®n del Hall of Fame?
Siento much¨ªsima ilusi¨®n y es un orgullo. La FEB ha sido y sigue siendo mi casa y es un reconocimiento que siempre quedar¨¢ en la historia de mi deporte. Es algo que no te esperas, porque una ya lleva retirada unos cuantos a?os, pero cuando me enter¨¦ se me pasaron muchas cosas por la cabeza, como que al final todo ha merecido la pena. Es lo m¨¢s importante, sigo siendo una privilegiada.
Se ha dicho de ustedes que fueron la generaci¨®n que rompi¨® barreras y por ahora, Amaya Valdemoro y usted ya est¨¢n en el Hall of Fame.
A m¨ª me gusta recordar la historia de d¨®nde venimos. Puede ser que nuestra generaci¨®n fuera un punto de inflexi¨®n, porque empezamos a creernos que pod¨ªamos competir. Probablemente nos faltaba cierto talento, con respecto a otras selecciones, pero nos sobraba coraje, coraz¨®n, nunca baj¨¢bamos los brazos y de eso hicimos nuestro ADN. Las generaciones de antes fueron las que empezaron con un camino much¨ªsimo m¨¢s duro que el nuestro, en el que no hab¨ªa nada de recompensa econ¨®mica y los viajes, los hoteles¡ eran bastante precarios. Fueron ellas las que abrieron el camino, aunque nosotras seamos el punto de inflexi¨®n. Afortunadamente, las generaciones posteriores nos han hecho muy malas.
"La FEB ha sido y sigue siendo mi casa"
?Qui¨¦n se invent¨® aquello del Ej¨¦rcito de Pancho Villa?
Creo que fui yo. F¨ªsicamente no destac¨¢bamos mucho, ni ¨¦ramos las m¨¢s r¨¢pidas ni las m¨¢s fuertes, pero s¨ª que es verdad que ten¨ªamos una mentalidad muy competitiva: nos quer¨ªamos comer el mundo y nos sent¨ªamos muy orgullosas de representar a Espa?a. Para nosotras era lo m¨¢s importante. Ese Ej¨¦rcito de Pancho Villa comenz¨® a coger galones, empezamos a no bajarnos del podio y ahora somos todo un referente en Europa y en el mundo.
Su carrera ha estado muy ligada a la de Amaya. ?Recuerda c¨®mo se conocieron?
Ella tiene bastante m¨¢s memoria que yo y siempre cuenta que nos conocimos en la cafeter¨ªa de Canoe y que yo era muy seria. Pero donde coincidimos ya como parte del equipo fue en un Campeonato de Espa?a infantil de selecciones auton¨®micas y ah¨ª empieza nuestra historia baloncest¨ªstica y personal que eso, al final, es lo m¨¢s importante, porque es lo que nos ha quedado y los que nos perdura, por todo lo que nos queda por vivir juntas. Siempre lo digo, que lo m¨¢s bonito que me ha dejado el baloncesto aparte de conseguir todos los objetivos que ten¨ªa y muchos m¨¢s son las amistades y amistades como la de Amaya son para m¨ª fundamentales en mi vida.
?Qu¨¦ significa Amaya para usted?
Es parte de mi vida. No recuerdo mi vida sin Amaya. Hemos estado en los buenos momentos, que afortunadamente han sido muchos, hemos disfrutado, hemos discutido, nos hemos re¨ªdo, hemos llorado¡ Aparte de que profesionalmente para m¨ª, y respetando al resto de jugadoras, ha sido el mayor referente que ha habido. Tuvo unas oportunidades que ella aprovech¨®; de irse fuera de Espa?a, de irse a la WNBA, a un equipo muy competitivo donde gan¨® tres anillos, y luego es buque insignia de nuestra generaci¨®n. Y, adem¨¢s, personalmente, Amaya es puro coraz¨®n, pura generosidad, simpat¨ªa y un torbellino en todo lo que hace.
Lleg¨® al baloncesto de rebote, porque a usted lo que le gustaba de peque?a era el f¨²tbol.
Vengo de familia fubtolera. Mi t¨ªo jug¨® en el Madrid, mis hermanos en el Atl¨¦tico de Madrid, mi padre tambi¨¦n jug¨®, a nivel m¨¢s amateur, y yo s¨®lo ve¨ªa balones de f¨²tbol. Empec¨¦ a jugar al f¨²tbol en el patio del colegio Amor¨®s hasta que un d¨ªa, como me enfrentaba con chicos, mi madre me dijo: ¡°Elisa, esto no tiene ning¨²n sentido porque f¨ªsicamente te van a hacer da?o¡±. Adem¨¢s, yo era bastante valiente y cuando se me pon¨ªan brutos iba al golpe. Mi madre me dijo que me cambiara a otro deporte y el otro deporte fue el baloncesto, donde estaban mis amigas de clase. Y ah¨ª empez¨® todo, en el patio del colegio Amor¨®s con nueve a?itos.
Y despu¨¦s, con 16, ya jugaba en la ¨¦lite con el Canoe. ?Es duro llegar tan pronto o merece la pena renunciar a tantas cosas?
Para m¨ª no era renunciar a nada, porque me lo pasaba tan bien¡ Esos sacrificios no existieron, todo lo contrario, me siento una privilegiada. Cuando debut¨¦ a los 16 a?os, no sab¨ªa tampoco qu¨¦ significaba eso: era una chica que s¨®lo quer¨ªa jugar al baloncesto, aportar al equipo y pas¨¢rmelo bien. Afortunadamente, el d¨ªa que supe que no me lo iba a pasar bien tom¨¦ la buena decisi¨®n de dejarlo.
Ahora es algo habitual, pero usted se march¨® en los 90 a Estados Unidos a la Universidad de George Washington. ?C¨®mo consigui¨® esa oportunidad?
Ten¨ªa muy claro que quer¨ªa estudiar y que quer¨ªa compaginarlo con el baloncesto y en aquella ¨¦poca no hab¨ªa tantas posibilidades de hacerlo en Espa?a. Una compa?era m¨ªa de Canoe, Noelia G¨®mez, se fue a George Washington University, pero yo no contact¨¦ con ella desde el principio. Me fui a la embajada americana y ped¨ª una relaci¨®n de las universidades con la carrera que quer¨ªa yo estudiar, Econ¨®micas, y que tuvieran un cierto nivel de baloncesto. Grab¨¦ un VHS con jugadas y lo empec¨¦ a mover. Tuve bastantes respuestas, pero antes de decidirme habl¨¦ con Noelia y ella me dijo que la base de su equipo se graduaba, que iba a hablar con su universidad. La segunda entrenadora vino a verme, le gust¨® como jugaba y me ofreci¨® la beca. Cuando tuve todo eso me sent¨¦ con mi familia para coment¨¢rselo. Cuando me quise dar cuenta estaba de camino a Estados Unidos donde viv¨ª una experiencia maravillosa.
"Fui a la embajada de EE UU con un VHS para buscar una universidad donde jugar"
Y seg¨²n he le¨ªdo, incluso sali¨® en el Washington Post.
S¨ª, con alg¨²n partido bueno, la espa?olita sali¨® en el Washington Post. Soy Hall of Famer de mi universidad y tengo el r¨¦cord de asistencias y de puntos. Por lo tanto, la experiencia fue muy buena. Se portaron estupendamente conmigo.
Y pasando a la Selecci¨®n, muchas de ustedes coinciden en que es el equipo de su vida. ?Qu¨¦ tiene la Selecci¨®n?
Desde hace un par de a?os usamos el hastag #LaFamilia, pero siempre ha sido as¨ª. Cada verano te juntas con casi la misma gente y creas un v¨ªnculo de pertenencia que no tienes en otros equipos. Representar a tu pa¨ªs en un Mundial, un Eurobasket¡ es la leche, pero los Juegos ya ni le cuento. Es convivir; tener objetivos comunes. La Federaci¨®n te lo pone muy f¨¢cil, porque trabaja por y para que estemos siempre bien. Cuando todo el mundo coincide y comparte el mismo sentimiento es porque al final somos una familia que va a cumplir cien a?os el a?o que viene. Ha ido cambiando, profesionaliz¨¢ndose, pero la base, ese sentimiento, siempre es el mismo, generaci¨®n tras generaci¨®n.
?Cu¨¢les han sido su mejor y peor recuerdo con la Selecci¨®n?
El mejor es dif¨ªcil, porque me quedar¨ªa con dos. El primero fue en los Juegos de Atenas. El d¨ªa de la inauguraci¨®n. ?bamos todos los espa?oles agarrados, yo de la mano de Amaya, por un t¨²nel oscuro y al final ve¨ªas todos los flashes. Y cuando sales¡ Eso no hay dinero que lo pague. Pero tambi¨¦n me quedo con el 30 de junio del 2013, el d¨ªa que quedamos campeonas de Europa, subiendo esa copa que fue culminar el sue?o de esa ni?a de nueve a?os que empieza en un patio de colegio. Ten¨ªa contrato para seguir un a?o m¨¢s a nivel de clubes, pero llam¨¦ a mi agente y le dije: ¡°Hasta aqu¨ª he llegado¡±. No pude tener un mejor final.
"Vivir unos Juegos es una sensaci¨®n que no hay dinero que lo pague"
?Qu¨¦ recuerda de aquel Eurobasket? Amaya me ha confesado que se pas¨® el torneo llorando.
Normal, es que es muy sentimental. Las dos sab¨ªamos que era nuestro ¨²ltimo campeonato con Espa?a y, adem¨¢s, fuimos capaces de adaptarnos a un rol al que no est¨¢bamos habituadas, que era tener menos presencia en la cancha y mucha mayor fuera. Recuerdo que cada partido intentaba saborearlo como si fuera el ¨²ltimo y lo recuerdo con much¨ªsimo cari?o. Sobre todo, lo que intent¨¦ dar en ese campeonato fue lo mejor de m¨ª fuera. Antes de bajarnos del autob¨²s le pegaba unos rapapolvos a mis compa?eras¡ Al final, te quedas tambi¨¦n con la sensaci¨®n del trabajo bien hecho, de haber dejado un legado de que somos Espa?a, de que el list¨®n est¨¢ muy alto y no podemos bajar los brazos nunca.
Le¨ª en una entrevista que apuntaba el 2006 como un a?o clave.
El que los chicos quedaran campeones del mundo en 2006 tambi¨¦n fue un punto de inflexi¨®n importante para las selecciones femeninas. Notamos un cambio y una mejora en muchos aspectos. Por ejemplo, en el cuerpo t¨¦cnico pasamos a tener mayor n¨²mero de fisioterapeutas, mejoras en las condiciones en las que viaj¨¢bamos, en los alojamientos¡ Eso y el trabajo de los clubes y de las propias jugadoras, que cada vez nos sent¨ªamos m¨¢s profesionales e invert¨ªamos en alimentaci¨®n, en cuidarnos m¨¢s, en tener gente a nuestro alrededor m¨¢s profesional¡ hace que empecemos a despegar. Y f¨ªjese hasta d¨®nde hemos llegado.
Conociendo desde dentro la FEB, ?nota mucho cambio desde que usted era jugadora?
Ahora estamos a a?os luz de cuando empec¨¦, pero tambi¨¦n ha mejorado todo desde que me retir¨¦. El peso que tiene el baloncesto femenino por todos los ¨¦xitos conseguidos, tambi¨¦n a nivel de clubes, ha crecido. Se ha mejorado la estructura de los clubes, la competici¨®n al tener un patrocinador como Endesa, la visibilidad¡ El trabajo que est¨¢ haciendo la Federaci¨®n junto con los clubes y jugadoras est¨¢ siendo muy importante para que el crecimiento del baloncesto sea cada vez mayor.
Jug¨® gran parte de tu carrera en el Ros, ?qu¨¦ significa Valencia para usted?
A nivel de clubes fue el que m¨¢s me impact¨®, con el que m¨¢s t¨ªtulos gan¨¦. All¨ª me encontr¨¦ muy c¨®moda y por eso me qued¨¦ tantos a?os (ocho temporadas). Es una ciudad con la que me sent¨ª muy identificada y fue una etapa de mi vida en la que sabore¨¦ el baloncesto. La viv¨ª en un momento de madurez. Son esas etapas que te marcan como jugadora y a m¨ª el Ros me marc¨®.
Y la WNBA, ?c¨®mo fue aquel a?o en Utah?
Ven¨ªa de la universidad americana, as¨ª que no fue muy impactante. Ya sab¨ªa c¨®mo era la cultura americana, la forma que tienen de llevar los equipos. Son m¨¢s individuales. Las comidas en grupo, por ejemplo, no se llevan. Te dan unas dietas y t¨² haces tu vida. Aparte, lo que ped¨ªa la entrenadora, los pabellones¡ yo estaba muy acostumbrada porque las universidades americanas se asemejan much¨ªsimo a la WNBA. Estar en una liga como la americana siempre es un sue?o y yo lo cumpl¨ª. Estuve en Utah, pero por aquel entonces coincid¨ªa con los campeonatos internacionales y hab¨ªa que elegir y, por supuesto, no hay color. Eleg¨ª y elegir¨ªa siempre a la Selecci¨®n.