NBA | HAWKS 107 - BUCKS 118 (2-4)
Middleton, Holiday y medio siglo con ellos: los Bucks, a las Finales
En ausencia de Giannis, el alero y el base llevan a Milwaukee a sus primeras Finales en 47 a?os, donde esperan los Suns. Young fuerza, pero Atlanta cae.
No estaba Antetokounmpo, pero s¨ª Khris Middleton y Jrue Holiday. El primero, su Robin, su escudero, su fiel compa?ero en una aventura que, finalmente, se acerca al final deseado; el segundo, la pieza que lleg¨® para esto, para dar ese salto cualitativo que rompiera el techo de cristal en playoffs. Lo ha hecho (107-118). Despu¨¦s de 47 a?os, Milwaukee Bucks es campe¨®n de Conferencia, volver¨¢ a unas Finales de la NBA. Despu¨¦s de 50, tendr¨¢ la oportunidad de conseguir su segundo anillo de la historia. Y ser¨¢, en ¨²ltima instancia, gracias a Middleton y Holiday. Gracias a dos de esas estrellas que, para muchos, pasan desapercibidas. Dos jugadores que no caen bien a los focos, que no tienen el glamour de las grandes pasarelas, que no protagonizan portadas ni venden camisetas en exceso; pero que rebosan baloncesto. Trae Young acudi¨® para forzar el s¨¦ptimo, pero, realmente, era ¨¦l quien estaba forzando. Se lo dej¨® todo y todo es lo que tienen por delante estos Hawks, cargados de futuro, feroces en el presente, pero a¨²n un pasito por detr¨¢s de los m¨¢s grandes. Milwaukee ha trabajado mucho para estar entre ellos, ha escuchado de todo y ha tropezado como nadie, pero ya est¨¢ ah¨ª. Una blue-collar city, como dec¨ªa Bobby Portis en la previa, llena de jugadores que brillan en silencio y que, ahora, se presentar¨¢n al gran p¨²blico. Hubo nervios y, hasta que las dos estrellas de la noche decidieron, m¨¢s voluntad que acierto, pero las Finales de la NBA ya est¨¢n definidas. Milwaukee Bucks y Phoenix Suns, rompiendo la banca, encarnar¨¢n uno de esos duelos que, en su ra¨ªz, hacen honor a la NBA, a la mejor liga del mundo.
Cada segundo estuvo en disputa. La intensidad de P.J. Tucker y la calidad de Jrue Holiday inauguraban el partido. Portis, en una mezcla de ambas, acompa?aba. Al final, los tres har¨ªan de todo. La estocada definitiva, sobre las bases de Khris y Jrue, la firmar¨ªa P.J. desde la esquina, su esquina, con su ¨²nico triple de la noche, su quinto punto, pero el que frenaba el ¨²ltimo conato de rebeld¨ªa de los Hawks. Que, si algo son, son rebeldes. Azote del statu quo y una lapa en el marcador, capaces de ir 22 puntos por detr¨¢s, ya en el tercer cuarto, y recuperarse, y recuperarse... y recuperarse. Les toc¨® hacerlo, y lo saben hacer, aunque no quer¨ªan obligarse a ello. Porque puede pasar lo acaecido: no llegar. "Nos golpearon primero. Es dif¨ªcil jugar desde atr¨¢s contra un equipo de playoffs", hab¨ªa advertido John Collins tras el quinto partido.
Las palabras se las llev¨® el viento y los puntos, Milwaukee. De nuevo. Tras un parcial de 4-13, Nate McMillan se ve¨ªa obligado a pedir tiempo muerto, viendo sobre el parqu¨¦ una continuaci¨®n del choque anterior. Para m¨¢s fantasmas, nada m¨¢s reanudarse el encuentro, alley oop de Portis a Brook L¨®pez, que machacaba de forma salvaje llegando desde atr¨¢s. La arenga, sin embargo, encontraba puerto, paraba el d¨¦j¨¤ vu. Bogdan Bogdanovi?, reactivando recuerdos, pero m¨¢s agradables, comandaba una respuesta que recuperaba el orden natural de las cosas (16-18). Y Danilo Gallinari, con dos triples tras step back, hac¨ªa suya la respuesta de la respuesta. Insuficiente para dar ese primer golpe que ped¨ªa Collins (24-28), pero necesario para recordar la situaci¨®n: un sexto partido que, ante la duda, pod¨ªa llevar a los Bucks hasta las Finales, como finalmente hizo. Trayendo al presente a Kareem Abdul-Jabbar, a¨²n Lew Alcindor, a?Oscar Robertson o a Bob Dandridge.?Trayendo al presente un pasado que se ha resistido para generaciones y generaciones: medio siglo est¨¢ con ellos.
Golpes para el propio John y Clint Capela, ox¨ªgeno vital en el rebote, para Pat Connaughton, que apuraba todas las jugadas como si fueran la ¨²ltima y para Portis, que reparte mucho, pero tambi¨¦n recibe. Brega, mucho caos, barro y poco acierto. Normalmente, una f¨®rmula com¨²n cuando el abismo y la responsabilidad asoman. Imperaba una tensi¨®n ambivalente en Atlanta, una que buscaba explotar, pero que no sab¨ªa ni cu¨¢ndo ni c¨®mo. El segundo cuarto, saldado en empate (19-19), era una muestra clarividente de ello. Lejos de un pacto de no agresi¨®n, ejemplificaba, entre embestidas, que era el miedo quien dominaba el encuentro. Parad¨®jicamente, el temor a fallar en medio de una ristra de errores sin descanso. En dicho parcial, Bucks y Hawks se combinaban para convertir 38 puntos en 49 posesiones. Tambi¨¦n para sumar 21 p¨¦rdidas y para quedarse lejos del 50% en cualquiera de los porcentajes de tiro. El acierto dec¨ªa no a todas las citas, hasta que Middleton, de golpe, lo cautivaba. Lo hizo suyo en un amor de verano fugaz, de un cuarto, pero que fue casi definitivo. El parcial m¨¢s anotador de su carrera, 23 puntos, el de mayor n¨²mero para un jugador de los Bucks en los ¨²ltimos 30 a?os, la inyecci¨®n de historia que los de Wisconsin necesitaban.
Trae no puede, Middleton explota y Holiday tempera
Un ligero cojeo en el primer cuarto dejaba claro, por su alguien dudaba, que Young estaba sobre la pista debido a la importancia de la noche. Les Hawks necesitaban un h¨¦roe y, en dichos t¨¦rminos, ¨¦l luce como pocos. No requiere estar al 100% para hacerlo, pero estaba muy por debajo. El primer parcial lo terminaba con los mismos puntos que faltas (2) y en el segundo sumaba una t¨¦cnica por protestar. Debatible, pero muestra de su momento y, por extensi¨®n, del equipo, que ni le encontraba ni se encontraba. Al descanso, con seis asistencias en el colectivo, s¨®lo se convert¨ªan dos de sus pases y, en el contador, se quedaba en 5 tantos. Al final, 14 puntos, 9 asistencias, 4 rebotes y 5 p¨¦rdidas. Sudor y dolor en cada acci¨®n, invertidos en un futuro que es suyo. Y, por lo visto hoy, de Cam Reddish, entre muchos otros dentro de este equipo. El alero, en su segunda temporada, ha sido v¨ªctima del aluvi¨®n de lesiones, pero ha sacado la cabeza al final para dejar claros sus fundamentos. 21 puntos con un tramo decisivo brillante, con 6 de 7 en triples y el tembleque en las piernas rivales. Insuficiente, como los 20 puntos de Bogdanovic, los 13 de Gallinari, el 14+9 de Capela o el doble-doble de Collins (13+11); pero esperanzador. La palabra de la temporada, sin ninguna duda, para Atlanta.
La capa, de repente, se la pon¨ªa Middleton. Como ya se la hab¨ªa puesto en el ¨²ltimo cuarto del tercer duelo. 16-2 en un parcial monopolizado por su repertorio, que no tiene fin. De lo m¨¢s simple a lo m¨¢s complejo, y vuelta a empezar. ?Bandeja? Bandeja. ?Pasito atr¨¢s? Pasito atr¨¢s. ?Tiro en suspensi¨®n? Tiro en suspensi¨®n. ?Sentencia? No definitiva. ?l parec¨ªa tener ese cu¨¢ndo y ese c¨®mo, en el tercer cuarto (29-44) y de todas las formas posibles, pero la historia, medio siglo sin gloria, ped¨ªa m¨¢s. Jrue Holiday, que ya hab¨ªa aportado durante la deidad de su compa?ero, aguant¨® el chaparr¨®n. En defensa y en ataque, en lo f¨ªsico y en lo moral. En medio de la revuelta de los halcones, puso la tranquilidad, si es que esta pod¨ªa tener cobijo. Y la calidad, como hab¨ªa empezado. Rectific¨® en el aire de forma sensacional para apagar el fuego (101-109), dej¨® el bal¨®n para que Brook, en un cierre de pel¨ªcula, lo bajara y distribuy¨® en el game over, el triple de Tucker desde la esquina, a pase de Middleton (106-116). 27+9+9 para ¨¦l, un (casi) triple-doble que hace honor a todas las dimensiones de su partido; para Khris, un 32+4+7, haci¨¦ndolo a su efervescencia providencial. Con ellos, un 12+9 de Portis, un 13+6 de L¨®pez, un 5+8 de Tucker, un 13+8 de Connaughton, un 5+2 de Forbes y 11 tantos, con tres de tres en el per¨ªmetro, para un muy oportuno Jeff Teague, en redenci¨®n donde fue All Star. En conjunto, una victoria hist¨®rica para aquellos que, sin su l¨ªder, han tra¨ªdo al presente a los l¨ªderes hist¨®ricos. Incluso sin su confianza. Kareem Abdul-Jabbar, hace poco m¨¢s de una semana, dec¨ªa que no ve¨ªa posible que estos Bucks fueran campeones. Como m¨ªnimo, se han ganado el derecho a serlo.