Trae Young silencia el Madison
El base anot¨® el tiro ganador y mand¨® callar al Madison. Randle, horrible en el tiro, no tuvo un gran debut en playoffs. McMillan vuelve a ganar en la fase final.


El Madison Square Garden viv¨ªa una noche de reencuentros y de estrenos. Los Knicks volv¨ªan a playoffs por primera vez desde 2013, el p¨²blico se asentaba en las gradas tras mucho tiempo sin hacerlo y Spike Lee regresaba a sus t¨ªpicas coreograf¨ªas de primera fila de grada. Tambi¨¦n hubo nombres propios: Tom Thibodeau retornaba a playoffs por primera vez desde 2018, cuando lo hizo con los Timberwolves; Derrick Rose hac¨ªa lo propio tras acompa?ar a su inseparable entrenador en esa ¨²ltima aventura. Y McMillan consegu¨ªa su primera victoria en la fase final desde ese mismo a?o tras acumular nueve derrotas consecutivas. La ¨²ltima vez que gan¨® fue en 2018, en el sexto partido de la primera ronda ante los Cavs, cuando entrenaba a los Pacers. Tras esto, perdi¨® en el s¨¦ptimo y acumul¨® dos temporadas consecutivas con eliminaciones a las primeras de cambio con sendos sweeps (4-0), lo que precipit¨® su salida de una franquicia estancada en la que hab¨ªa hecho una loable labor. Y que sin ¨¦l, se ha quedado sin playoffs en el presente curso, play-in mediante. Todo hay que decirlo.
En cuanto a los estrenos, hubo de todo: Julius Randle, Trae Young, y dos proyectos j¨®venes que llegan por primera vez a los playoffs en una ronda en la que ambos quieren pasar y cualquiera puede hacerlo. La cosa se le dio mejor a la estrella de los Hawks que a la de los Knicks: 32 puntos, 7 rebotes, 10 asistencias (con s¨®lo 2 p¨¦rdidas), y el tiro ganador, una bombita tras una gran penetraci¨®n que super¨® el muro levantado por Tom Thibodeau, el hombre que ha creado la mejor defensa de la NBA. Trae mand¨® callar al Madison despu¨¦s de la canasta en un gesto muy repetido en el deporte y despu¨¦s de notar la incesante presi¨®n de una afici¨®n encantada de reencontrarse con el baloncesto y a s¨ª misma. Y propici¨® que los suyos se llevaran la victoria con 13 puntos en el ¨²ltimo cuarto (9 de 9 en tiros libres), lo que permiti¨® a los Hawks recuperar la ventaja de campo, algo decisivo ahora que hay p¨²blico, viajes, y que se vuelve a sentir el fervor del pasado en la fase final, perdido parcialmente en la burbuja del a?o pasado.
El partido tuvo de todo, incluida una igualdad suprema, dos buenas defensas, 10 cambios de liderato y siete empates. La m¨¢xima ventaja de los Hawks, m¨¢s centrados al principio, fue de 11 tantos; la de los Kniccks se situ¨® en 7. Ninguna de las dos fue decisiva ni definitiva, y todo lleg¨® en un pu?o a un final de infarto en el que Derrick Rose o Alex Burks parec¨ªan inclinar la balanza. Un bal¨®n suelto que los Knicsk estuvieron a piunto de recuperar y que lleg¨® a Bogdan Bogdanovic en la esquina, finaliz¨® en un triple que empat¨® el partido a 103 con menos de 29 segundos para el final. Ah¨ª cambi¨® la historia: luego, dos tiros libres para Trae (al que los ¨¢rbitros trataron muy bien en la recta final del choque), un empate de Rose que parec¨ªa forzar la pr¨®rroga y la canasta definitiva de un envalentonado Trae, que consigue la primera victoria de su carrera en playoffs como absoluto protagonista.
Randle, la otra cara de la moneda
El que no estuvo fino fue Randle. El ya mencionado ala-p¨ªvot, que no pis¨® playoffs ni en su etapa en Lakers ni durante su breve estancia en los Pelicans, no tuvo un estreno precisamente pl¨¢cido: 15 puntos, 12 rebotes y 4 asistencias, s¨ª, pero un ignominioso 6 de 23 en tiros de campo, con 3 p¨¦rdidas y un -5 con ¨¦l en pista. Tambi¨¦n fall¨® el lanzamiento que pudo forzar la pr¨®rroga, totalmente fuera de tiempo, y sum¨® un 1 de 5 en el ¨²ltimo cuarto. Thibodeau, viendo que no estaba fino, no le explot¨® tanto que en alguno de los duelos de regular season (36 minutos), pero la realidad es que ninguno de sus hombres fuertes estuvo especialmente fino: Reggie Bullock finaliz¨® con 0 de 5 en triples, mientras que RJ Barret (14+11), con 1 de 6. Rose (17+5+5 con 8 de 16 en tiros) y el gran partido de Alec Burks (27, con 9 de 13) fueron de lo poco salvable, mientras que Immanuel Quickley consigui¨® 10 puntos, 2 rebotes y 3 asistencias en su estreno en la fase final, sin ser el problema pero tampoco la soluci¨®n.
Y en los Hawks, liderados por Trae, hubo un poco de todo: 9 puntos y 13 rebotes para el siempre seguro Clint Capela (otro que regresaba a playoffs tras su estancia en los Rockets de James Harden), 18 tantos (y +17 con ¨¦l en pista) de un buen Bogdanovic, y 13 desde el banquillo de Lou Williams, que anot¨® 6 puntos en el ¨²ltimo cuarto y se acerc¨® m¨¢s a su mejor versi¨®n (dentro de su edad y su estado f¨ªsico) que a la versi¨®n fantasmag¨®rica que mostr¨® en sus ¨²ltimas semanas en los Clippers. En definitiva, buen partido que se podr¨ªa haber llevado cualquiera, gran ejercicio de pundonor de los visitantes y una victoria que puede ser clave en una serie que puede ser muy larga. Los Knicks, tras una temporada de ensue?o, deber¨¢n ahora remontar y ganar el segundo asalto si no quieren irse a Atlanta con un 0-2 extremadamente dif¨ªcil de remontar. Y los Hawks afrontan ese duelo de la mejor manera posible: sin nada que perder (ya van por delante) y con mucho que ganar. Situaci¨®n ideal. Reencuentros, estrenos y sentimientos a flor de piel. En el Madison siempre pasan cosas. Para el que no se acordara.