El Movistar Estudiantes cae con las dos caras de Gentile

Las malas decisiones condenaron a su cuarta derrota seguida al Movistar Estudiantes. Fue ante el Unicaja de M¨¢laga, en casa y a las puertas de un par¨®n de selecciones que se le puede hacer muy largo. Porque se mantuvieron los fantasmas de la temporada (aunque con menos decibelios, eso s¨ª): buen¨ªsimos momentos combinados con p¨¦rdidas (18) desconexiones defensivas y fallos impropios de la categor¨ªa, cierta hiperventilaci¨®n al verse abajo en el marcador y muy malas lecturas en las ¨²ltimas acciones, cuando la victoria o la pr¨®rroga eran una opci¨®n bastante real.

Gentile fija las miradas en la derrota. A quien hierro mata, a hierro muere, dice el refr¨¢n. Y el italiano demostr¨® sus dos caras, la de anotador genial y brillante, necesario, imparable en el uno contra uno (20 puntos, 7/8 de dos), y la del obcecado genio, que se enfrenta ¨¦l solo con el mundo. Todos las penas del mundo sobre mis hombres. Hizo agua en dos triples en los 10 segundos finales y tres (87-90) y dos (90-92) abajo cuando no es ni de lejos un especialista en la larga distancia. Eso s¨ª, fue el responsable, con su defensa para tener el ¨²ltimo bal¨®n y su segundo intento ten¨ªa m¨¢s sentido, por tiempo, espacio y movimiento, que el primero (sobre todo si Alec Brown llega a acertar tras atrapar el rebote ofensivo¡­ parece imposible que lo fallara). A veces todos sale cara, en esta ocasi¨®n fue cruz. A quien hierro...

El Estu combin¨® dos vendavales ofensivos y un valle profundo en la primera parte. Se mont¨® en una monta?a rusa con subidas de inicio y de final y una larga ca¨ªda entremedias. Giedraitis y Roberson guiaron la lluvia exterior colegial: 10 de 17 desde el triple en 20 minutos. Para luego asumir el testigo Gentile, que no solo anotaba contra el mundo en ese momento, sino que tambi¨¦n ol¨ªa a sus compa?eros. Sal¨ªa bien de los dos contra uno sobre su figura y el resto remataba su saber estar con dos +10 en el primer cuarto (17-7, min. 4 y 26-16, min. 8).

¡°El problema est¨¢ en la defensa¡±. Luis Casimiro le¨ªa bien los 29 puntos encajados, solo con la respuesta de un hiperactivo Francis Alonso. Pero todo era parado, cinco contra cinco, nada de ventajas en las transiciones hasta que los locales perdieron la cabeza¡­ y el bal¨®n: tres fallos en el pase, tres canastas f¨¢ciles para que los malacitanos regresaran en un visto y no visto (29-26) y empatar de la mano de Nzosa (35-35). A la ca¨ªda madrile?a, le sigui¨® su reacci¨®n, con Avramovic generoso (8 asistencias en 18 minutos), el triple, nuevamente, de mejor amigo y Djurisic negado ante el aro, pero brillante, absorbiendo la defensa para repartir desde debajo del poste. Marcador, 51-42. En proyecci¨®n de 100 puntos y la sensaci¨®n de que este partido solo pod¨ªan perderlo ellos... y lo hicieron posible.

Bouteille y Waczynski

El Unicaja tambi¨¦n supo reaccionar. Arranc¨® con una mejora sustancial de la defensa y un Bouteille inspirado. El franc¨¦s pas¨® de cero a mil revoluciones en 9 minutos con 9 puntos de los 25 malague?os en el tercer cuarto. Los colegiales se encorsetaron. Permit¨ªan facilidades en defensa y el ataque se fren¨® en seco con solo 12 tantos y un 1/8 desde el triple. Del todo a la nada, con los visitantes empatando antes de un ¨²ltimo periodo, largo, con malas noticias por la lesi¨®n muscular de Jaime Fern¨¢ndez y la sangre de Deon Thompson tras un golpe de Alec Brown: sus codos siempre se llevan a alguien por delante jornadas tras jornada. Es su maldici¨®n.

Los de Casimiro cogieron sus mejores rentas en el definitivo cuarto: 71-77 con canasta de Gerun. El Estu regres¨®, con Brown (19) y Gentile a los mandos (13 puntos en ese periodo, 8 de ellos de manera definitiva del 79-82 al 85-87): 21 tantos entre ambos de los 27 madrile?os. A falta de un minuto (87-88), todo era una inc¨®gnita, que despej¨®?Waczynski (8 tantos en dos minutos) y esos dos malditos fallos del italiano. El Movistar acaba su particular Everest sin ox¨ªgeno: 0-4 tras caer frente a Joventut, Bar?a, Burgos y Unicaja. Tiempo muerto por el par¨®n. Veremos c¨®mo se vuelve.