El Bar?a le da un meneo al Madrid y luego pide la hora
Sergi Mart¨ªnez, canterano azulgrana de 21 a?os, ocup¨® con sobresaliente el hueco dejado por Mirotic. Los de Laso se pusieron a 5 puntos tras ir 23 abajo en la segunda parte.
En ausencia de Mirotic (y de Claver), hubo soluci¨®n en casa. El ala-p¨ªvot/alero Sergi Mart¨ªnez, canterano de 21 a?os y de muy largo recorrido en el club, le sac¨® alguna casta?a del fuego al Bar?a. Condiciones atl¨¦ticas para luchar el rebote y aciertos vitales en el ¨²ltimo cuarto para amarrar el triunfo. Jasikevicius le tiene fe, se demostr¨® el porqu¨¦ (7 puntos y 9 rebotes en 31:07). El Barcelona gan¨® el Cl¨¢sico y se march¨® feliz, aunque con el comecome de terminar pidiendo la hora. El Madrid salv¨® el meneo, que pintaba de a¨²pa, pero no borr¨® sus carencias. Transmite preocupantes s¨ªntomas en este inicio de la Euroliga, los que refleja la clasificaci¨®n, donde aparece en el pozo con cuatro derrotas en cinco jornadas. Los azulgrana fueron m¨¢s bloque y Brandon Davies y Kyle Kuric piezas decisivas. Tambi¨¦n, por momentos, Higgins y la aplicaci¨®n atr¨¢s de Hanga y los fogonazos de Heurtel.
Quiz¨¢ por aquello de que el Palau cumpl¨ªa este viernes 49 a?os, el inicio fue un regreso al siglo XX, con continuos balones a los p¨ªvots cerca del aro, en especial a Thompkins y Tavares. Pero tambi¨¦n a Smits, el sustituto de salida de Mirotic. El Bar?a dificultaba la recepci¨®n del bal¨®n y m¨¢s a¨²n la ejecuci¨®n, ayudas veloces. Hanga apretaba a un Aloc¨¦n titular y en los blancos solo aportaba algo de luz Abalde. Mandaba la defensa cul¨¦. Para completar el homenaje al pasado, los locales encadenaban tiritos de media distancia. Davies, por ejemplo. Tavares, en cambio, no pod¨ªa levantarse equilibrado bajo canasta. Nunca.
Entr¨® Campazzo, un chispazo en forma de asistencia para el triple de Abalde (14-14) y poco m¨¢s. Se embolic¨® con un par de penetraciones imposibles y luego cometi¨® dos faltas, la segunda en ataque sobre Hanga, y una t¨¦cnica absurda en la siguiente acci¨®n. Al banco. Los males madridistas se acrecentaban y de ah¨ª al descanso, desplome absoluto, mientras los de Jasikevicius asfixiaban al enemigo y despegaban rumbo a las estrellas con la manita de Kuric. Randolph reaparec¨ªa y se sentaba r¨¢pido, Laprovittola no cambiaba nada¡
Acumulaci¨®n de malas noches
De las peores sensaciones de la era Laso, no por una mala noche, sino por la acumulaci¨®n en el tiempo de unas cuantas: Baskonia, Valencia, Mil¨¢n y este viernes en un Palau vac¨ªo y sin la figura rival. La pandemia zarandea a un equipo ganador con jugadores que reflejan ahora con crudeza el paso de los a?os, con otros a¨²n imberbes a este nivel y alguno m¨¢s desenfocado. Y no lo olviden, con una plantilla con carencias, sin los fichajes necesarios por la actual situaci¨®n de merma gigantesca de ingresos.
El Cl¨¢sico iba para meneo hist¨®rico (50-27 ya en la reanudaci¨®n) y el Real lo evit¨® con orgullo torero, invirtiendo la energ¨ªa que le hab¨ªa desarbolado en la primera parte. Ahora el vigor y el deseo lo pon¨ªan Thompkins y Taylor, que solt¨® amarras con su rol ofensivo, y Campazzo en su reentrada (Deck sufr¨ªa un doloroso esguince de tobillo). El Bar?a parec¨ªa un sufl¨¦ y daba alas a los de Laso. El parcial se estir¨® hasta un 14-29 (64-56, minuto 32). La victoria cul¨¦ estaba en riesgo y¡ Sergi Mart¨ªnez, el canterano que convence a Saras, clav¨® un triple. Un respiro que sujet¨® el descenso a los infiernos local. El Madrid, con alternativas defensivas, con una zona 1-2-2, a¨²n dar¨ªa otro arre¨®n para revivir el pulso: 74-69 tras siete tantos de Llull. Este fall¨® un triple a tabla para seguir la escalada y acert¨® de nuevo Sergi Mart¨ªnez con una canasta clave. El Jasikevicius entrenador estrena su casillero en el Cl¨¢sico.