A finales de la d¨¦cada de los 80 hubo tres circunstancias que dieron lugar a todo lo que vino despu¨¦s. Tres fechas clave. Por un lado, el 17 de octubre de 1986, d¨ªa en que Juan Antonio Samaranch anunci¨® que los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992 se celebrar¨ªan en Barcelona. En segundo lugar, el 8 de abril de 1989, la FIBA aprob¨® que los jugadores de la NBA pudieran representar a sus pa¨ªses en los Juegos Ol¨ªmpicos, algo hasta entonces prohibido. Y en tercer lugar, ya a nivel local, el 7 de febrero de 1988. Ese d¨ªa se retransmiti¨® el primer partido de la NBA (aunque ya se hab¨ªa emitido alg¨²n trozo del All-Star o de alguna final, meses despu¨¦s de jugarse), un Milwaukee-Boston en diferido, dentro del programa ¡®Cerca de las Estrellas¡¯ de Televisi¨®n Espa?ola.

Este ¨²ltimo hecho fue el germen de lo que es hoy en d¨ªa la NBA para los aficionados espa?oles. Pese a que el programa dirigido por Ram¨®n Trecet se emit¨ªa en horario casi de madrugada, atrap¨® al aficionado al baloncesto y al deporte en general. Con el recuerdo a¨²n latente de los Juegos de 1984 de Los ?ngeles, donde Espa?a jug¨® la final contra unos ¡®extraterrestres¡¯ estadounidenses, y el salto a la NBA de Fernando Mart¨ªn, el primer jugador de baloncesto espa?ol ¡®famoso¡¯ de la ¨¦poca, el producto triunf¨®. La fiebre de la NBA no s¨®lo estaba extendida en Espa?a sino en toda Europa. Y una vez se supo que las megaestrellas del campeonato profesional estadounidense jugar¨ªan juntas en los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona, todo estall¨®. Y eso que a¨²n no se sab¨ªa que se formar¨ªa el ¡®Dream Team¡¯, el mejor equipo de baloncesto de todos los tiempos.

En Estados Unidos captaron r¨¢pidamente ese incipiente inter¨¦s del aficionado europeo y la NBA inici¨® una estrategia de expansi¨®n por Europa que tendr¨ªa su culmen en los Juegos de 1992, aunque se alarg¨® unos a?os m¨¢s. La NBA comenz¨® a expandir sus derechos por toda Europa, a comercializar v¨ªdeos VHS y todo tipo de productos de los equipos; las marcas deportivas, como Nike y Converse, empezaron a comercializar en Europa los modelos de zapatillas de los jugadores de la NBA¡­ Pero faltaba algo para acabar de conquistar al p¨²blico del viejo continente: ver que las estrellas eran de carne y hueso. Y as¨ª, la NBA, con el apoyo de la FIBA y el patrocinio de la multinacional americana de restauraci¨®n, idearon el Open McDonald¡¯s, que consist¨ªa en que un equipo NBA se med¨ªa a los equipos m¨¢s fuertes de Europa y posteriormente del Mundo. Tras un primer torneo piloto en Estados Unidos, en 1987, en el que participaron los Milwaukee Bucks, la selecci¨®n de la URSS y el Tracer de Mil¨¢n, la segunda edici¨®n se jug¨® en Espa?a (ya todas las dem¨¢s, hasta 1999, se disputaron en Europa). El Palacio de los Deportes de Madrid alberg¨® a los Boston Celtics, la selecci¨®n yugoslava, el Scavolini de Pesaro y el Real Madrid. Fue la primera vez que se vio en Espa?a a una superestrella de la NBA, Larry Bird. Tres a?os despu¨¦s, los Knicks de Pat Ewing jugaron en Barcelona este torneo. Pero la afici¨®n quer¨ªa m¨¢s. Michael Jordan y Magic Johnson, los dos iconos de la ¨¦poca, estaban a punto de llegar a Espa?a.

Hoy en d¨ªa, con Europa 'colonizada' hace ya d¨¦cadas, la NBA suele enviar a sus estrellas a expandir su marca por el extremo oriente. China, Jap¨®n, Singapur... Pero hubo un tiempo en que los m¨¢s grandes jugadores de la historia del baloncesto viajaban a Europa para promocionar y saciar el incipiente inter¨¦s europeo por el campeonato profesional norteamericano de baloncesto. Era el principio de los a?os de los 90 y el hecho de que los Juegos Ol¨ªmpicos de 1992 se iban a celebrar en Barcelona, hac¨ªan de Espa?a un enclave estrat¨¦gico para la NBA. Al margen del Open McDonald¡¯s de 1988, el primer mito que lleg¨® a Espa?a fue Michael Jordan. Fue el 30 de agosto de 1990. Jordan a¨²n no hab¨ªa ganado ning¨²n anillo (estaba a unos meses de hacerlo) pero un aura estelar ya rodeaba al que, para muchos, despu¨¦s fue el mejor jugador de la historia. Su viaje a Espa?a estuvo plagado de an¨¦cdotas. El acto central era el partido de presentaci¨®n de la ACB de esa temporada. Jordan jugar¨ªa un partido con los mejores de la Liga espa?ola, un aliciente emocionante y singular para el a¨²n novel aficionado espa?ol a la NBA. El partido se celebraba en Barcelona pero, un d¨ªa antes, el 23 de Chicago Bulls ten¨ªa cita en Madrid: iba a asistir al derbi Estudiantes-Atl¨¦tico de Madrid-Villalba, incluso se hab¨ªa anunciado que har¨ªa el calentamiento con la camiseta colegial. Todo se cancel¨® porque Air Jordan prolong¨® su estancia en Alemania para visitar una base americana y alentar a los militares estadounidenses que en ese momento combat¨ªan en la Guerra del Golfo.

Jordan vol¨® directamente a Barcelona y lo primero que hizo fue ir a jugar al golf en el campo del Prat de Llobregat. El escolta de los Bulls pidi¨® que Seve Ballesteros jugara con ¨¦l pero el golfista c¨¢ntabro no se encontraba en Espa?a por esas fechas. Su segunda petici¨®n fue que el Rey Juan Carlos I le recibiera en audiencia. Tampoco se le fue concedido. As¨ª, directamente se aloj¨® en una suite del Hotel Princesa Sof¨ªa que costaba 125.000 pesetas de la ¨¦poca para descansar de cara a lo que se le avecinaba al d¨ªa siguiente.  Lo primero que hizo esa ma?ana fue visitar la sede de la ACB. All¨ª, hizo de mano inocente del sorteo de la Copa Pr¨ªncipe y despu¨¦s se dio un paseo por lo que ser¨ªa la Villa Ol¨ªmpica, con la camiseta de Barcelona¡¯92. La an¨¦cdota fue que, en la rueda de prensa, explic¨® que ¡°no estaba en sus planes¡± jugar los Juegos Ol¨ªmpicos. Dos a?os despu¨¦s ser¨ªa uno de los iconos de esa cita ol¨ªmpica. Por la tarde, ya en el pabell¨®n de los Deportes de Barcelona hizo de jurado en la final nacional del concurso de mates ¡®Air Jordan¡¯, junto a dos ilustres matadores de la ACB: Ricky Winslow y Mike Smith, que despu¨¦s hicieron una exhibici¨®n de mates en la que Jordan, campe¨®n del concurso de la NBA en 1988, no quiso participar.

Jordan jug¨® un tiempo con cada uno de los dos equipos que estaban formados por las estrellas de la ACB: Corny Thompson, Creus, Villacampa, Winslow, Llorente, Norris, Walter Berry o el actual presidente de la ACB, Antonio Mart¨ªn, entre otros. La estrella invitada decidi¨® alargar los tiempos a 15 minutos puesto que de entrada se hab¨ªan programado a 12. Se sent¨ªa a gusto. El pabell¨®n estaba a reventar. 10.000 personas atiborraban el recinto. Hab¨ªa aficionados por todos los lados. Las escaleras y los pasillos estaban atestados de gente. Incluso hubo invasi¨®n de campo en algunos lances del partido. Jordan encest¨® 37 puntos aunque, seg¨²n las cr¨®nicas de la ¨¦poca, hubo algo de decepci¨®n ya que ¡°s¨®lo realiz¨® dos mates¡±. Un deleite que encandil¨® a todo un pa¨ªs que vio el partido de exhibici¨®n por TVE2. A?os despu¨¦s se dijo que Jordan jug¨® ese partido a sabiendas de que la NBA le multar¨ªa. Se trataba de promocionar la marca no de arriesgar su f¨ªsico en un partido. Nike pag¨® gustosamente la sanci¨®n. La publicidad que le repercuti¨® en el mercado incipiente espa?ol para la marca deportiva de Oreg¨®n era lo importante. Los jugadores de la ACB tambi¨¦n quedaron impresionados tras medirse a Air Jordan. "Al principio nos qued¨¢bamos parados viendo lo que hac¨ªa. Impresionante, era dif¨ªcil no ser espectador", coment¨® en su d¨ªa Antonio Mart¨ªn. "Lo que m¨¢s impresionaba era su f¨ªsico: era m¨¢s r¨¢pido, jugaba con m¨¢s intensidad, saltaba mucho m¨¢s¡±, coment¨® a?os despu¨¦s Jordi Villacampa, quien de entrada sorprendi¨® al estadounidense con un marcaje m¨¢s propio de un partido oficial que de una exhibici¨®n. "Esper¨¢bamos no hacer el rid¨ªculo y nos fue bien¡±, explic¨® Jos¨¦ Luis Llorente.

A Michael Jordan a¨²n se le esperaba en la fiesta posterior que organiz¨® la ACB pero el de Carolina del Norte no asisti¨® pese a que la organizaci¨®n le insisti¨® en que deb¨ªa acudir al acto. Se qued¨® en la habitaci¨®n de su lujoso hotel hablando de baloncesto por varias horas con Walter Szczerbiak, ex del Madrid que en esas fechas hac¨ªa de enlace entre la ACB y la NBA, y sus agentes. Ya no hubo m¨¢s apariciones p¨²blicas de la estrella americana en Espa?a hasta los Juegos de Barcelona, dos a?os despu¨¦s, aunque las malas lenguas cuentan que esa noche la pas¨® en un reservado de la discoteca 'Up and Down' de Barcelona. Justo un a?o despu¨¦s, la ACB quiso repetir y trajo de una tacada a Espa?a a otras tres estrellas NBA: Charles Barkley; Scottie Pippen, lugarteniente de Jordan en los Chicago Bulls; y David Robinson. A pocos meses de la cita ol¨ªmpica los tres declararon que estar¨ªan en los Juegos (y lo estuvieron). Robinson finalmente no jug¨® el duelo de exhibici¨®n, al prohib¨ªrselo su equipo, San Antonio Spurs, aunque realiz¨® alg¨²n mate en el calentamiento. Las cr¨®nicas de la ¨¦poca relatan la rivalidad y los piques que hubo, durante algunos lances del partido, entre Arvydas Sabonis, entonces en el Forum y despu¨¦s estrella de los Portland Trail Blazers, y el 'Gordo' Barkley.

El 26 septiembre de 1990, Earvin ¡®Magic¡¯ Johnson y su aura de estrella planetaria aterriz¨® en Espa?a. Visit¨® Madrid y Barcelona, unas semanas despu¨¦s de la visita de Jordan y justo unos d¨ªas despu¨¦s del paso por Espa?a de Olajuwon, otra estrella NBA de la ¨¦poca. Pero en ese momento, Magic era Magic. Su principal acto en Espa?a era convertir la primera canasta en el Palau Sant Jordi, de la mano de Campofr¨ªo. D¨ªaz-Miguel, seleccionador espa?ol, se mostr¨® en desacuerdo y coment¨® que tal honor le correspond¨ªa a Epi. Por entonces, Magic era la m¨¢xima estrella de la NBA, ya con varios anillos, algo que a¨²n no hab¨ªa conseguido Jordan. El base de los Lakers ya hab¨ªa declarado a los cuatro vientos que estar¨ªa en Barcelona'92, para alcanzar uno de los pocos t¨ªtulos que le quedaban como jugador. Por entonces, a¨²n no sab¨ªa que los Juegos ser¨ªan sus ¨²ltimos partidos antes de su primera retirada, al ser portador de SIDA. En Madrid, hizo una multitudinaria rueda de prensa en la que anunci¨® que en los siguientes a?os volver¨ªa a Espa?a para realizar alg¨²n cl¨ªnic con ni?os.

Cumpli¨® su palabra, y su contrato con Campofr¨ªo, y en julio de 1991 regres¨® a Espa?a para estar con los ni?os en Madrid, Barcelona y Valencia. A la fiesta se uni¨® el jugador espa?ol m¨¢s ic¨®nico de la ¨¦poca, Juan Antonio San Epifanio 'Epi', quien le acompa?¨® en los cl¨ªnics y le hizo aficionado del Barcelona¡­ aunque a?os despu¨¦s vestir¨ªa la camiseta del Madrid. En Valencia, adem¨¢s, realiz¨® un minipartido y asisti¨® a la presentaci¨®n del Pamesa en La Fonteta. Antes, en Madrid, en la rueda de prensa se marc¨® un farol: "La era Jordan no ha llegado ni llegar¨¢ hasta mi retirada". Esa misma temporada (1990-91), los Bulls hab¨ªan derrotado a los Lakers (4-1) en la final de la NBA, lo que a la postre signific¨® un cambio de ciclo.

Al a?o siguiente, regres¨® para los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 1992 capitaneando el Dream Team. Mucho se ha escrito de esas dos semanas. Dos a?os m¨¢s tarde, en 1994, volvi¨® al Palau Ol¨ªmpic de Badalona. "Una sensaci¨®n de escalofr¨ªo ha recorrido mi cuerpo y cientos de recuerdos han pasado por mi memoria", declar¨®. El ya entonces exjugador de los Lakers dej¨® su huella impresa en la Plaza de los Campeones de Barcelona, justo enfrente de lo que hab¨ªa sido la Villa Ol¨ªmpica de los Juegos, en 1992. Al d¨ªa siguiente, volvi¨® a Badalona. Por la ma?ana, imparti¨® un cl¨ªnic con m¨¢s de 200 ni?os y por la tarde jug¨® un amistoso con un equipo que form¨® para exhibiciones, el Magic All Stars, entre los que tambi¨¦n se encontraban los m¨ªticos Mark Aguirre y Kurt Rambis, contra el Joventut, vigente campe¨®n de Europa. A ambos equipos les patrocinaba en ese momento la marca de bebidas 7up y el equipo de Magic venci¨® a la Penya (86-112). Magic demostr¨® que a¨²n estaba en forma (20 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias). Esa fue la ¨²ltima vez que un Magic a¨²n 'en activo' visit¨® Espa?a.

Despu¨¦s, Magic ejerci¨® durante unos cuantos partidos de entrenador de los Lakers y en 1996, con 36 a?os, regres¨® a la NBA para jugar sus ¨²ltimos meses, a un gran nivel, con el conjunto angelino. Tras ese ¨²ltimo baile, se retir¨® definitivamente y no fue hasta seis a?os despu¨¦s, cuando volvi¨® a Espa?a por ¨²ltima vez. Concretamente fue el d¨ªa de Reyes de 2002. Y lo hizo con el Magic-All Stars de nuevo, un equipo reforzado por Cedric Ceballos, excompa?ero de Magic en los Lakers; Larry Spriggs, excampe¨®n de la NBA en 1985 y exjugador del Madrid, en el banquillo; y el hijo de Kareem Abdul-Jabbar, poniendo el toque de melancol¨ªa al grupo que Magic hab¨ªa juntado para estas exhibiciones. El motivo fue la celebraci¨®n de uno de los actos del Centenario del Real Madrid. Florentino P¨¦rez quiso juntar para el Centenario al m¨ªtico 'Dream Team', diez a?os despu¨¦s de Barcelona'92 pero tuvo que conformarse con el equipo de exhibici¨®n de Magic Johnson, que llegaba a la capital con 42 a?os. Este fue el ¨²nico motivo puesto que la NBA en 2002 ya estaba totalmente integrada en la cultura europea y ya no hab¨ªa que hacer 'patria'.

No obstante, la presencia de Magic en Madrid, por cuarta vez en Espa?a, fue todo un acontecimiento en todo el pa¨ªs. Las p¨¢ginas de los diarios se llenaron con su regreso a nuestro pa¨ªs. Tras realizar un cl¨ªnic con 200 ni?os, asisti¨® al palco del Bernab¨¦u para ver partido de f¨²tbol entre el Madrid y el Depor, el d¨ªa antes del duelo que le esperaba en el pabell¨®n Raimundo Saporta. En el partido, deleit¨® a los aficionados pese a contar ya con 42 a?os. Jug¨® los 40 minutos del partido, cinco de ellos con la camiseta del Real Madrid, algo que exalt¨® a la afici¨®n blanca y un hito que qued¨® para la historia del madridismo. El Madrid gan¨® ese partido pero lo m¨¢s importante es que Magic luci¨® el 32 blanco en un partido. El 'showtime' vestido de blanco. Esta fue la ¨²ltima visita p¨²blica del base m¨¢s famoso de la historia de la NBA a Espa?a, un lugar que en los 90 fue el epicentro de la 'colonizaci¨®n europea' por parte del campeonato de baloncesto profesional norteamericano.