El titular de este reportaje no es intuitivo, es la traducci¨®n del nombre de uno de los mejores jugadores de la historia de la NBA. Ya en la Power Memorial Academy (el instituto) esbozaba lo que demostrar¨ªa durante 14 a?os en los Angeles Lakers. El 'Sky Hook' y el 33 en la camiseta angelina ser¨¢n siempre de su propiedad.

El 1 de mayo de 1971, justo el d¨ªa despu¨¦s de guiar a los Milwaukee Bucks a su primer (y hasta ahora ¨²nico) t¨ªtulo de la NBA, un gigante neoyorquino llamado Ferdinand Lewis Alcindor Jr. cambi¨® oficialmente su nombre cat¨®lico por el isl¨¢mico de Kareem Abdul-Jabbar: 'El M¨¢s Noble y Generoso Servidor del Todopoderoso'. Sin entrar en contacto directo con grupos ruidosos de aquellos a?os, como los Panteras Negras o los Musulmanes Negros, el fenomenal Alcindor llevaba recibiendo ense?anzas isl¨¢micas desde 1968 a cargo de Hamaas Abdul-Khaalis, un 'gur¨²' musulm¨¢n de la secta Hanafi. La vida tormentosa de Abdul-Khaalis, que en 1973 vio c¨®mo los Musulmanes Negros asesinaban a sus cuatro hijos y dos nietos, apart¨® al ya Abdul-Jabbar de los Hanafis de Hamaas y le reconducir¨ªa hacia la variante musulmana de los sun¨ªes.

Hamaas Abdul-Khaalis fue el 'gu¨ªa espiritual' del coloso crecido entre Brooklyn y Harlem en los primeros a?os en la NBA

(Milwaukee) del llamado Lew Alcindor. El v¨ªnculo entre Khaalis y su singular disc¨ªpulo lleg¨® a ser tan potente que el estramb¨®tico Khaalis, suerte de 'ulema' o profesor musulm¨¢n, tuvo incluso la ¨²ltima palabra en la selecci¨®n de la primera esposa del jugador (Habiba). Por a?adidura, Hamaas tambi¨¦n impuso que el jugador vetara la presencia en su boda de sus padres, 'Big Al' Ferdinand (polic¨ªa de tr¨¢fico en Nueva York) y Cora Douglas-Alcindor. En 1973, el que ya era Kareem rompi¨® v¨ªnculos con Hamaas Abdul-Khaalis; de paso, la decisi¨®n de borrar los lazos con su primer mentor islamista conden¨® el matrimonio de Kareem con Habiba. Pero a¨²n pasar¨ªa una d¨¦cada hasta que, ya en Los ?ngeles, el fant¨¢stico p¨ªvot neoyorquino pudiera recomponer la relaci¨®n con esos padres a quienes hab¨ªa extra?ado en su matrimonio cor¨¢nico...

En 1971, el ya ex Alcindor se asomaba a las p¨¢ginas de AS Color no por su imponente ascensi¨®n desde Milwaukee al Olimpo de la NBA, sino por la adopci¨®n oficial de su nuevo nombre: Kareem

Abdul-Jabbar. El chico estilizado y monumental que se hab¨ªa revelado al mundo en la Power Memorial Academy ('high school') de los a?os 60, en Manhattan, fue el n¨²mero uno del Draft en 1969, despu¨¦s de haber renunciado al equipo ol¨ªmpico de EE UU para los Juegos de M¨¦xico de 1968. Sin entrar en asuntos religiosos, el jugador, entonces ya en la universidad californiana de UCLA, protest¨® de esa manera contra la 'discriminaci¨®n racial de los afroamericanos en los Estados Unidos'. 'Gran jugador, alto, negro, muy inteligente y en una escuela cat¨®lica: sin duda, Lewie es una minor¨ªa de un solo hombre', defini¨® en 'Sports Illustrated' el entrenador de Alcindor en Power Memorial: Jack Donohue. El mismo Donohue de Holy Cross que fue seleccionador de Canad¨¢ y que, seg¨²n Kareem en su primera autobiograf¨ªa ('Giant Steps', Pasos de Gigante), zaher¨ªa frecuentemente al chico superclase a cuenta de su raza con frases como 'est¨¢s actuando justamente como un negro ('nigger')'. "En cada atardecida de entrenamiento me iba quedando m¨¢s claro de qu¨¦ color ten¨ªa la piel", escribi¨® Alcindor-Jabbar en 'Giant Steps'. Todas esas cosas fueron estampando sobre esa misma piel morena de Kareem un rastro de cicatrices de timidez, asocialidad e introversi¨®n que no le abandonar¨ªa durante toda su carrera.

En Power y en UCLA, a las ¨®rdenes del formidable entrenador John Wooden, Ferdinand Lewis Alcindor Jr. irrumpi¨® con sus coordinados 218 cent¨ªmetros de altura, poniendo m¨²sica y movimientos casi de 'jazz' a una partitura desconocida en el baloncesto mundial. Wooden le molde¨® y perfeccion¨® el tiro que iba a ser un arma letal, definitiva: el 'Sky Hook', el tiro de gancho ('hook') que llov¨ªa desde el cielo: 'Sky'. Lew hab¨ªa empezado a trabajarlo en Power: junto a Jack Donohue invert¨ªan horas en lo que se llamaba el 'Ejercicio Mikan', recuerdo de George Mikan. Cuando aquel 'Lewie' de Donohue apareci¨® en UCLA ya como 'Big Lew', a las ¨®rdenes de Wooden, la Asociaci¨®n de Universidades de EE UU, NCAA, prohibi¨® las canastas hacia abajo. UCLA ya ten¨ªa un soberbio equipo, que encima obten¨ªa armamento nuclear con Alcindor: tres t¨ªtulos nacionales consecutivos entre 1967 y 1969. Disciplinado por Wooden entre sicomoros, en el Pauley Pavillion del 'campus' de Westwood, la el¨¢stica sinfon¨ªa de Lew Alcindor y su gancho hizo subir al cielo los r¨¦cords de anotaci¨®n de UCLA, la famos¨ªsima Universidad de California en Los ?ngeles: 26,4 puntos de media, 870 puntos en una sola temporada (1967), plusmarca de anotaci¨®n individual en un partido (61 puntos), media de 29,0 puntos en esa temporada de 1967...

Todo esto llev¨® a cabo en UCLA Ferdinand Lewis Jr., el descomunal hijo de 'Big Al' Alcindor y Cora Douglas. A partir de 1971, en Milwaukee y con el sensacional Oscar Robertson como compa?ero de equipo, 'Big Lew' pas¨® a ser Kareem Abdul-Jabbar. Peregrin¨® a La Meca. A trav¨¦s de los a?os, el ya Kareem borr¨® el doloroso recuerdo de Hamaas Abdul-Khaalis ('exig¨ªa completa lealtad, no permit¨ªa la cr¨ªtica, y el Islam no se trata de eso, el Islam es para que encuentres tu propio espacio')... y en 1975 regres¨® a Los ?ngeles, que hab¨ªa abandonado cuando se gradu¨® en UCLA (Historia), en 1969. Un multitraspaso con los Bucks deposit¨® en los Lakers al nuevo Kareem Abdul-Jabbar. Wooden, el Sumo Hacedor del 'gancho del cielo', segu¨ªa ganando t¨ªtulos de NCAA en UCLA (Lucius Allen, Bill Walton)... y sigui¨® llam¨¢ndole 'Lewis'. Pero en L. A. se abrieron muchas ventanas para Kareem Abdul-Jabbar: redescubri¨® el amor con Cheryl Pistono... y en 1979 iba a verse reamunicionado en la pista con la llegada a los Lakers de un base gigante y asombroso, ese tal Earvin 'Magic' Johnson. Se vio perturbado por un incendio que devast¨® su residencia de Bel Air y arruin¨® su fabulosa colecci¨®n de discos de 'jazz'. La casa se reconstruy¨®... las cenizas de los discos se disiparon entre el viento de los ca?ones de Bel Air y las autopistas de L. A. Conduciendo autom¨®viles, Kareem viv¨ªa lo que describ¨ªa como 'guerra de guerrillas'.

A los 14 a?os de aquel regreso a Los ?ngeles, 'Back to L. A.', la ciudad a la que dec¨ªa que s¨®lo hab¨ªa que ir de visita, Kareem Abdul-Jabbar se retir¨® del baloncesto profesional como capit¨¢n de los Lakers: 'captain, cap': su ¨²ltimo partido fue el cuarto de la final de 1989 en la NBA, el 13 de junio de 1989 ante los Detroit Pistons, que en esa final liquidaron por 4-0 a unos Lakers sin los lesionados Magic Johnson y Byron Scott. Era domingo, un mediod¨ªa ba?ado de luz blanca en Inglewood y el ¨¢rea de Los ?ngeles. En aquel partido, aquel domingo, Kareem jug¨® 29 minutos y anot¨® siete puntos, los dos ¨²ltimos como profesional con un tirito a tablero, a 1:37 del final. Pat Riley le sent¨® para los restos cuando quedaban 24 segundos de partido, entre la ovaci¨®n atronadora del Great Western Forum de Inglewood. En el tercer partido de aquella final, Kareem, ya con 42 a?os, a¨²n hab¨ªa acumulado 24 puntos y 13 rebotes ante los p¨ªvots m¨¢s rocosos y pandilleros de la NBA: Bill Laimbeer y Rick Mahorn, que provocaba a Kareem con el peor insulto: 'old motherfucker'. Ese mismo Kareem que un a?o antes, en 1988, ante esos mismos 'Bad Boys', chicos malos y pistones de Detroit, hab¨ªa decidido un doblete de anillos para los Lakers (1987 y 1988), con sendos tiros libres vitales en la espesa agon¨ªa del sexto partido. Lo hizo como el ganador que siempre fue, el que John Wooden esculpi¨® y el que, en una etapa puntual de los a?os 70, se dej¨® aconsejar por Bruce Lee, 'El Peque?o Drag¨®n'. Filosofaba Kareem: "Si t¨² est¨¢s perfectamente preparado para hacer tu mejor juego, entonces est¨¢s haciendo todo lo posible para el triunfo de tu equipo".

Cuando se despidi¨® de las pistas, Kareem sentenci¨® en una rec¨®ndita y desvencijada Sala de Prensa del Forum, en el vestuario de Los Angeles Kings: "Lo que m¨¢s he odiado siempre han sido los viajes y el despertador (...) ?llega David Robinson a la Liga? pues que otros se las vean con ¨¦l. Magic y James Worthy saben lo que tienen que hacer con nuestro equipo, con los Lakers".

Pero ni Magic ni Worthy iban a sumar un solo anillo m¨¢s a los cinco que los Lakers amasaron en el relampagueante ciclo del 'showtime' y de Kareem Abdul-Jabbar: 1980, 82, 85, 87 y 88. Aquel 1989 y con sus 42 a?os, Kareem empez¨® a vivir mucho m¨¢s como el adolescente t¨ªmido que recorr¨ªa Brooklyn y Harlem cantando al aire de sus ventanas las glorias y los t¨ªtulos de los Brooklyn Dodgers, en el viejo Ebbets Field, y de los New York Giants de Mel Triplett: este 'fullback' de los Giants fue un ¨ªdolo del joven Lewis Alcindor, llevaba el 33... y su recuerdo y homenaje fue la raz¨®n vital de que el cuarent¨®n Kareem Abdul-Jabbar se retirase con el n¨²mero 33 en el uniforme. Con ese n¨²mero 33, Lewis-Kareem firm¨® el r¨¦cord de puntos de todos los tiempos en la NBA: 38.387, a media de 24,6 por partido. Gan¨® seis t¨ªtulos, los cinco de los Lakers y el de 1971 con los Milwaukee Bucks. Fue elegido seis veces MVP, Jugador M¨¢s Valioso de la Liga, y otras dos veces MVP de las finales: 1971 y 1985. En esta ¨²ltima, la que los Lakers ganaron en el Boston Garden, Kareem ya ten¨ªa 38 a?os. Jug¨® la estupefaciente cifra de 19 partidos 'All Star', r¨¦cord absoluto: naturalmente. Ha escrito libros de historia sobre los avatares y figuras de los afroamericanos estadounidenses y ha superado una peligrosa relaci¨®n con la leucemia. En 2006, AS tuvo acceso a las oficinas privadas de Kareem en el a¨²n reluciente Staples Center. Era cuando Abdul-Jabbar ajustaba con precisi¨®n de relojero los movimientos de otro joven gigante: Andrew Bynum. En aquel despacho del Staples, nos dijo entonces Kareem, entre alitas de pollo y fresas: "Pau Gasol engrandece a los Memphis Grizzlies (...); el baloncesto es un juego de equipo donde cada jugador debe ayudar, en su medida, para que los Lakers ganen m¨¢s cosas, Kobe

Bryant necesita m¨¢s ayuda como Jordan con Pippen, o Magic conmigo; Bruce Lee era para m¨ª un segundo John Wooden, era un maestro del autocontrol". A¨²n ten¨ªa el aire del ¨¢gil, felino y casi adolescente superclase de Power Memorial a quien Jack Donohue defini¨® como 'una minor¨ªa de uno'. Pero all¨ª, en 2006, y en aquel despachito de Staples, ya hab¨ªan pasado cinco d¨¦cadas desde los a?os de Harlem, Brooklyn y Power. Y Ferdinand Lewis Alcindor Jr. aparec¨ªa m¨¢s que nunca como descargado por un gancho del cielo. El M¨¢s Noble y Generoso Servidor del Todopoderoso: Kareem Abdul-Jabbar.