Anthony Davis volvi¨® con l¨ªo: abucheos, amenazas de multa y 'banquillazo' de los Pelicans
La NBA amenaz¨® a los Pelicans con multas de hasta 100.000 d¨®lares por partido si Davis no jugaba. Recibimiento hostil para ¨¦l en Nueva Orleans.


Se cerr¨® el mercado y la NBA aparta su mirada de Nueva Orleans despu¨¦s de casi dos semanas de escrutinio enfermizo. El foco volver¨¢ en cuanto acaben las Finales y se aproxime la puja final por Anthony Davis. Pero, mientras, lo que queda en los Pelicans es un papel¨®n. Despu¨¦s de nueve partidos de ausencia, entre una lesi¨®n en un dedo y las precauciones que aconseja el cierre del mercado (por si acaso), Davis volvi¨® a jugar. Y fue en su pista. Y fue con muchos asientos vac¨ªos en las gradas (un asunto a seguir en las pr¨®ximas semanas en la franquicia de Louisiana), y con abucheo generalizado para ¨¦l en la presentaci¨®n y cada vez que tocaba la bola, sobre todo en los primeros minutos. Y fue, finalmente, con todo el ¨²ltimo cuarto en el banquillo a pesar de que el partido lleg¨® milim¨¦trico al ¨²ltimo minuto. Al final, ganaron los Pelicans (122-117) a los Timberwolves. Un partido de regusto fr¨ªo, amargo, entre dos equipos que parecieron en rampa de despegue en alg¨²n momento de los (lejan¨ªsimos) ¨²ltimos playoffs (uno al empezar la primera ronda, el otro al terminarla) y que esta temporada, de Jimmy Butler a Davis, han sido protagonistas apenas por sus culebrones y solo (25-31 y 25-20) son mejores que Grizzlies y Suns en el Oeste.
Davis llevaba 24 puntos al descanso y 32 (con 9 rebotes y 3 tapones) antes de un ¨²ltimo cuarto en el que no jug¨®. Alvin Gentry, su entrenador y un muy buen tipo al que le ha tocado comerse este marr¨®n, asegur¨® que como su estrella regresaba tras una ausencia m¨¢s o menos larga, los 25 minutos que jug¨® le parec¨ªan una cifra razonable. Y puede ser: pero es inaudito, y sospechoso, que esa gesti¨®n incluya no pisar la pista en un ¨²ltimo cuarto en el que la victoria est¨¢ en juego. Los Pelicans, es del dominio p¨²blico, se plantearon no volver a dar minutos a Davis. Al fin y al cabo, si miran al draft les estorba sumar demasiadas victorias y, por otro lado, una lesi¨®n seria del jugador les estroper¨ªa su gran plan para el verano. Pero la NBA irrumpi¨® con aviso de multas de hasta 100.000 d¨®lares por partido con la 'rest rule' (la norma implementada para que los equipos no den excesivos descansos aleatorios a sus jugadores) en la mano.
As¨ª que los Pelicans pondr¨¢n a Davis a jugar, pero (lo dijo Gentry) sin exceso de minutos y (de acuerdo con el jugador) con descanso en uno de los dos partidos de cada tanda en back to back. Y Davis, tras el extra?o triunfo de su equipo, asegur¨®, en una intervenci¨®n que dej¨® a poca gente indiferente, que le sorprendieron los abucheos, que no se arrepiente de nada y que volver¨ªa a hacer exactamente lo mismo si tuviera ocasi¨®n. El mensaje tambi¨¦n parece claro: ni un paso atr¨¢s.
Mientras, los Pelicans (ya sin el traspasado Mirotic) ganaron con Jrue Holiday como l¨ªder espiritual (27 puntos, 9 asistencias), Julius Randle (12 y 8 rebotes) firmando las jugadas decisivas en esos ¨²ltimos minutos sin Davis y el undrafted Kenrich Williams aprovechando otra vez (19 puntos) la ocasi¨®n que se le est¨¢ abriendo de par en par. En una noche tan complicada y con los nervios tan a flor de piel, ayud¨® que el visitante fueran esos Wolves a los que tambi¨¦n se les ha pasado ya, parece obvio, la ocasi¨®n de enderezar de verdad el rumbo. Y que han casi ya desaprovechado por completo una temporada tremenda (al menos desde la salida de Butler) de Towns: esta vez 32 puntos y 8 rebotes.