Los Blazers son una especie de ※mini Warriors§, con Damian Lillard y CJ McCollum replicando el torrente de generaci車n ofensiva de los Splash Brothers en la Bah赤a. Lillard, en cierto modo como Curry, tiene un rango de tiro cuando entra en racha que descompone a las defensas rivales y McCollum es un escolta en plena progresi車n que genera constantemente situaciones de anotaci車n. Los dos son adem芍s buenos penetrando y forman el mascar車n de proa de un equipo que tiene entre sus tareas definir bien su tercera opci車n ofensiva. Aminu, un proceso de a?os, se ha convertido en un perfecto guardaespaldas para tan brillante backcourt y Mason Plumlee fue la pasada temporada un factor clave, el trabajo sucio va de serie, gracias a su capacidad para doblar pases desde la zona a los tiradores abiertos. Quiz芍 para eso llega, con contrato de estrella, Evan Turner, un n迆mero 2 de draft (2010) que relanz車 su carrera en Boston.?
El modelo ofensivo no es muy distinto, as赤 pues, al de los Warriors, gracias a las piezas de las que dispone un Terry Stotts cuyo trabajo hasta ahora en la franquicia ha sido excelente y para el que se abren dos campos obvios de mejora: una defensa con tramos de partido correctos en el mejor de los casos, y la reorganizaci車n de una rotaci車n interior a la que le faltan unos cuantos puntos m芍s desde el poste. Festus Ezeli puede ser un excelente fichaje＃ si se lo permiten sus maltrechas rodillas. Y en la franquicia creen que, en el siguiente paso del desarrollo progresivo de su enorme masa de talento joven, este puede ser el a?o de Meyers Leonard o Noah Vonleh. Con una extensi車n de 106 millones para McCollum y casi 115 invertidos en la continuidad de Allen Crabbe y Maurice Harkless, los Blazers han demostrado que no tienen miedo a seguir su plan hasta las 迆ltimas consecuencias: rodear de jugadores que le sean perfectamente complementarios, por edad y perfil, a esa maravilla de la naturaleza que es Damian Lillard, uno de esos talentos especiales capaz de ganar solo cualquier partido, cualquier noche. Esa es, al fin y al cabo, la gran baza de un equipo que aspira a ser top 4 del Oeste y a volver a dejar atr芍s, como m赤nimo, esa primera ronda de playoffs. No ser芍 f芍cil, pero est芍 en el camino.
Alero que pas車 por el Estudiantes en los a?os ochenta, Terry Stotts se est芍 confirmando en Oreg車n como un excelente entrenador, especialmente como desarrollador y l赤der de jugadores j車venes. Lo demostr車 en Milwaukee, lo confirm車 la pasada temporada en los Blazers, donde fue segundo en la votaci車n de Entrenador del A?o y merec赤a, para muchos, el galard車n＃ pero Steve Kerr gan車 73 partidos con un baloncesto que maravill車 al mundo. Ayudante de Rick Carlisle en los Mavericks campeones de hace un lustro, est芍 ante el a?o en el que, si replica el 谷xito del anterior, puede hacerse un hueco definitivamente en la categor赤a de los entrenadores de primer nivel de la NBA.
La estrella: Damian Lillard
Sexto en el draft de 2012, solo los Pelicans tienen excusa: Anthony Davis. Hornets, Wizards, Cavaliers y Kings, sobre todo estos dos 迆ltimos (Dion Waiters y Thomas Robinson＃) dejaron pasar a este menudo base criado en las zonas m芍s duras de Oakland que lleg車 a la NBA desde Weber State. Con 26 a?os ya ha sido dos veces all star y es el tipo de talento que entrar芍 en las cuentas para el MVP si lleva lejos a los Blazers. Tirador maravilloso, capaz de enlazar triples imposibles y de tener a su equipo con la victoria al alcance de la mano por mucha que sea la desventaja. La pasada campa?a ofreci車 sus mejores promedios en puntos (25,1) y asistencias (6,8). Una estrella con galones y uno de esos jugadores por los que vale la pena ver cualquier partido: siempre hace magia.
