HISTORIA DEL DRAFT | 2003
El ¨²ltimo gran draft de la NBA: LeBron, Melo, Bosh, Wade...
La generaci¨®n del 2003, la "New Era" como les denomin¨® la revista Sports Illustrated fue la ¨²ltima gran saga de jugadores en un mismo a?o hasta.
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La temporada 2002-2003 de la NBA siempre se recordar¨¢ por el adi¨®s definitivo de Michael Jordan. Despu¨¦s de dos retiradas de ida y vuelta, el 23 cerraba su hist¨®rica carrera en la NBA. Seis anillos contemplaban el final de una era, el punto final de una generaci¨®n de jugadores dif¨ªciles, casi imposibles de igualar. Y con ¨¦l se iba el mayor reclam¨® publicitario y deportivo que ten¨ªa David Stern, comisionado en esos momentos, entre sus manos. Un torpedo a la l¨ªnea de flotaci¨®n de una Liga que contaba con Kobe Bryant, Shaquille O¡¯Neal, Allen Iverson y Tim Duncan, pero que no ten¨ªa un digno sucesor de MJ... al margen del 24 laker.
Pero ante la incertidumbre y el temor, la salvaci¨®n. Entre las perlas del 2003 estaba el reemplazo perfecto, la imagen ic¨®nica, tanto en lo deportivo como en lo comercial, para paliar la ausencia del dios del baloncesto. LeBron James apareci¨® directamente desde el instituto para liderar el ¨²ltimo gran draft hasta hoy. Junto a ¨¦l, calidad con may¨²sculas. Carmelo Anthony, Dwyane Wade, Chris Bosh, David West, Chris Kaman, Boris Diaw, Kyle Korver... Jugadores que formaban parte de una Nueva Era, como les bautiz¨® la prestigiosa revista Sports Illustrated. Una generaci¨®n que todav¨ªa escribe con letras de oro sobre la biblia de la Liga. Una generaci¨®n que a¨²n no ha podido ser reemplazada.
Aquel 26 de junio en el Madison Square Garden de Nueva York no exist¨ªan dudas sobre qui¨¦n iba a ocupar el puesto de honor en el draft. La primera franquicia en seleccionar eran los Cleveland Cavaliers, el equipo del estado de Ohio, el hogar de LeBron. El Elegido pose¨ªa una aureola especial, era el sue?o estadounidense encarnado. Criado s¨®lo por su madre en la pobre y peligrosa Akron, James encontr¨® su salvaci¨®n en el baloncesto y en la amistad de su grupo de amigos, el Fab Four, con los que jug¨® en el Saint Vincent-Saint Mary, instituto al que condujo a tres campeonatos estatales. Su f¨ªsico, calidad y capacidad atl¨¦tica le impidieron ir a la universidad. Su camino y el de la NBA ya estaban unidos en la esfera del tiempo. Y el Rey no ha defraudado. Es una de las gallinas de los huevos de oro m¨¢s productivas de la historia del deporte americano. Dos anillos de campe¨®n, seis Finales, cuatro MVP de la temporada (dos de las Finales),?24.913 puntos en Temporada Regular, a los que hay que a?adir los?5.020 en Playoffs, sexta cifra m¨¢s elevada en la historia de las rondas finales, presentan a una estrella que creo filias y fobias al enfundarse el 23 del divino Jordan a la espalda durante toda su carrera en los Cavaliers (en Florida llev¨® el 6), con un significado claro: "Soy tu heredero". Su vuelta, este curso, a Cleveland no ha hecho m¨¢s que agrandar su legado... y su bolsillo y el de la ciudad.
Si otro equipo hubiera sido el agraciado en la loter¨ªa del draft, la historia podr¨ªa haber sido diferente. La imagen proyectada por Carmelo Anthony en Syracuse, en su primer a?o, lider¨¢ndola para ganar el campeonato de la NCAA, era espectacular. Sus habilidades no necesitaron m¨¢s de un a?o para que el mundo se rindiese a su calidad. Magn¨ªfico en el tiro, imparable en la penetraci¨®n, liderazgo palpable..., elementos ¨²nicos para reconstruir una franquicia. Si no era el uno, ser¨ªa el dos, pero...
Lo impensable se produjo. Cay¨® al tres, desbancado en su puesto natural por un p¨ªvot de tan s¨®lo 17 a?os: Darko Milicic. El serbio aterriz¨® en Detroit (v¨ªa Memphis) y se ha convertido en una de las peores elecciones de la historia. Y Joe Dummars, el legendario escolta de los dos anillos con los Bad Boys de Detroit (1989 y 1990), fue el culpable. Dummars era el m¨¢nager general en Michigan (puesto que ocup¨® hasta el final de esa temporada) y se encontraba con la duda de elegir entre una de las perlas de la generaci¨®n del 2003, conociendo las inclinaciones impacientes con los rookies del t¨¦cnico Larry Brown, o seleccionar a un jugador que mejorara el esquema de un equipo que a la postre se alzar¨ªa con el trofeo Larry O¡¯Brien la campa?a postdraft 2003.
La segunda opci¨®n fue la agraciada. Era agresiva y ten¨ªa fundamentos... en esos momentos. El serbio enamor¨® a Dummars en un entrenamiento privado. Milicic ven¨ªa de brillar en categor¨ªas inferiores de su pa¨ªs, en su equipo, el KK Hemofarm, con el que hab¨ªa debutado en la Euroliga. Pero el p¨ªvot nunca encontr¨® su hueco en la Liga. Su a?o de rookie fue testimonial (4,7 minutos por partido y 1,4 puntos de media) y el segundo no le fue a la zaga (6,9 minutos y 1,8 tantos). "Darko Milicic se cree Toni Kukoc. Quiero que juegue como Bill Russell, pero no sabe qui¨¦n es. Igual cree que es un rapero" y "Es un joven que todav¨ªa no est¨¢ preparado para tener minutos en la NBA, sus ganas de jugar le desbordan porque ve como su generaci¨®n del draft juega muchos minutos en malos equipos. Si el a?o pasado ¨¦l hubiera jugado m¨¢s y a consecuencia de eso hubi¨¦ramos perdido, ¨¦l estar¨ªa m¨¢s satisfecho" , fueron algunas de las perlas que Brown, su t¨¦cnico, su gu¨ªa en esos primeros a?os, dijo sobre ¨¦l. Su carrera en la NBA acab¨® el D¨ªa de Acci¨®n de Gracias de 2012, en Boston, su sexto equipo en 10 a?os.
"Sin duda ese draft puede ser el mejor de la historia", subray¨® Melo a la revista TMZ hace dos a?os a las puertas del pen¨²ltimo draft hasta la fecha. Su n¨²mero tres, una sorpresa, le llev¨® a Colorado. En Denver estaban incr¨¦dulos, el hijo de Baltimore, nacido en Brooklyn y hu¨¦rfano de padre a los tres a?os, estaba con ellos. Carmelo nunca ha defraudado en el juego, siempre en Playoffs con los Nuggets, tres de cinco con los Knicks. Esto ¨²ltimo, una desilusi¨®n para un autodidacta del ajedrez, deporte que emplea para ser mejor jugador: "Muchas veces ni miro a mi defensor. Me concentro en ver de d¨®nde vienen las ayudas, c¨®mo se mueve la defensa rival. As¨ª s¨¦ que tendr¨¦ todo controlado una vez que supere al jugador que me est¨¢ defendiendo". Pero Carmelo, siete veces All Star y m¨¢ximo artillero en 2013, ve como los a?os no pasan en balde y que el anillo, la joya que le falta para que su corona este completa, no llega. Una joya que si han logrado el cuatro (Bosh) y cinco (Wade) de aquella inolvidable gala presentada por Stern entre los eternos abucheos de cada a?o.
Esta generaci¨®n lleg¨® a su gran momento cuando LeBron, el ala-p¨ªvot de Georgia Tech y el escolta de Marquette se unieron en un proyecto grandioso, s¨®lo impensable en la cabeza de Pat Riley y que dio dos campeonatos m¨¢s al estado de Florida. Wade fue el anfitri¨®n, el due?o de la casa hasta la llegada de LeBron... Y por poco no disfrutamos de su juego. Desde un principio, su vida se orientaba al f¨²tbol americano, pero saborear el baloncesto cambi¨® su vida: "Quer¨ªa ser un jugador de f¨²tbol. El f¨²tbol es un deporte que me encanta, pero cuando empec¨¦ a jugar al baloncesto, empece a so?ar con jugar en la NBA". Toda una vida en los Heat, donde lider¨® la consecuci¨®n del primer anillo.? Adem¨¢s, y hasta nueva orden, es el m¨¢ximo artillero de una franquicia (18.812 puntos) que trata de levantarse tras el adi¨®s de James.
Y si Wade fue el anfitri¨®n, Bosh fue el invitado necesario. El mejor ala-p¨ªvot de esa generaci¨®n viaj¨® a Toronto, una franquicia que lo recibi¨® como a un mes¨ªas. Y no defraud¨®. Cuando abandon¨® el fr¨ªo canadiense por el brillante sol de Florida, ya hab¨ªa rubricado su nombre en la historia de los Raptors: m¨¢ximo anotador (10.275), m¨¢ximo reboteado (4.776) y m¨¢ximo taponeador (600).
La de 2003 es una generaci¨®n que nos regal¨® a estos futuros Hall of Fame, pero que dej¨® hueco a m¨¢s ganadores del trofeo Larry O'Brien como Boris Diaw (1? ronda puesto 21 por Atlanta Hawks), Kendrick Perkins (1? ronda puesto 27 por Memphis Grizzlies), Jason Kapono (2? ronda puesto 31 por los Cleveland Cavaliers), Luke Walton (2? ronda puesto 32 por Los Angeles Lakers), Matt Bonner (2? ronda puesto 45 por los Chicago Bulls) y James Jones (2? ronda puesto 49 por los New Orleans Hornets); y a triplistas tan excepcionales como Kyle Korver, Generaci¨®n 90210, capaz de estar 127 partidos seguidos anotando al menos un triple. Todos son el claro reflejo del mejor draft de la NBA. No lo digo yo, es palabra de Carmelo.