Ante el Celta, el Madrid logr¨® cinco goles, pero el ambiente manifest¨® que la herida de la Supercopa sigue abierta: Tchouameni fue abucheado y Ancelotti escuch¨® silbidos de una hinchada que le aprecia
Del partido quedar¨¢ el recuerdo de la exhibici¨®n del Barcelona, que no se intimida por la m¨ªstica madridista.
Madrid y Barcelona juegan la final de la Supercopa, que suele producir una amplia gama de efectos colaterales
En Mestalla, el resultado se ajust¨® a los m¨¦ritos. Modric y Brahim quisieron ganar a toda costa y lo lograron...
Todo indica que el italiano comienza a redondear el equipo, a la espera de los meses que decidir¨¢n los grandes t¨ªtulos
El partido con el Rayo se relacion¨® m¨¢s con las noches europeas que con el recorrido en la Liga. Rodrygo ofreci¨® sus mejores momentos de una temporada sufrida.
El Madrid procur¨® que la responsabilidad de su ataque correspondiera a Mbapp¨¦, Bellingham y Vinicius. Cumplieron con nota.
El jugador ingl¨¦s respondi¨® en Girona con la entereza de costumbre. Marc¨® el primer gol y allan¨® el camino a la victoria hasta que fue sustituido.
Las bajas no explican el desastroso desempe?o del equipo en el primer tiempo y la escasez de ideas en el segundo.
No han pasado dos meses del 0-4 que le infligi¨® el Bar?a en el Santiago Bernab¨¦u, pero ya tiene el liderato a tiro de piedra.
El delantero franc¨¦s traslad¨® en Anfield una imagen de jugador penitente, trist¨®n y dubitativo.
Mbapp¨¦ marca goles, pero est¨¢ pesaroso. No termina de encontrar su golpe de pedal. Sin Vinicius ocupar¨¢ su lugar predilecto, la zona izquierda del ataque, sin competencia. Es un momento cr¨ªtico para el Madrid, pero ideal para el delantero franc¨¦s.
Espa?a se ha erigido en el mejor equipo del momento despu¨¦s de completar un trayecto infernal frente a los rivales m¨¢s prestigiosos de Europa.
Contra Osasuna, en las circunstancias m¨¢s adversas y en un periodo de crisis en los resultados, el Madrid recuper¨® las se?as de identidad perdidas. Fue un caso de m¨¢ximo compromiso por urgente necesidad.
Se fue Kroos y se le recuerda con una nostalgia enfermiza. Con raz¨®n, por lo que parece. Es curiosa la importancia que ha adquirido el jugador alem¨¢n en el ¨¢nimo de la gente y en el juicio que merece su ausencia.
El Cl¨¢sico produjo lecturas extremas: acredit¨® la r¨¢pida ascensi¨®n del Bar?a y reiter¨® las dudas del Madrid. Suele ser un partido sin zonas grises.
El brasile?o aprovech¨® las condiciones del partido para enviar un mensaje clamoroso al Real Madrid, a sus rivales y, en definitiva, al mundo del f¨²tbol. Ahora mismo es el mejor futbolista del planeta.
Modric conserva el talento ¨²nico que le ha distinguido como uno de los mejores centrocampistas de la historia. Luka a¨²n rinde grandes servicios al Real Madrid.
Un estado m¨¢gico del f¨²tbol, raro y generalmente breve, por tanto, es el de los equipos que alcanzan algo parecido a la perfecci¨®n y la transmiten...
En Murcia se jug¨® un buen partido y volvieron a detectarse las se?ales que ahora mismo convierten a la Selecci¨®n en un combinado especial.
La soluci¨®n a su ausencia es compleja y en muchos aspectos supera el perjuicio que supusieron las de Courtois y Militao.
El Real Madrid fue menos en¨¦rgico que su rival, corri¨® mucho menos, corri¨® mucho peor y no encontr¨® las vueltas al partido. Si no holgazane¨®, lo pareci¨®.
C¨ªvica fue la respuesta de una amplia mayor¨ªa de los aficionados del Atl¨¦tico al ejercicio de violencia y coacci¨®n de los ultras, cuyo inter¨¦s en el f¨²tbol no es otro que ganar poder cent¨ªmetro a cent¨ªmetro.
La lesi¨®n de Mbapp¨¦ provocar¨ªa sudores fr¨ªos en cualquier otro equipo. Aunque todav¨ªa no es el deslumbrante jugador que espera el madridismo, sus destellos son suficientes para intuir la clase de impacto que producir¨¢.
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