Cuando la decisi¨®n de Nacho se oficialice, pondr¨¢ en marcha otra estrategia, la elecci¨®n del cuarto central de la plantilla. Urge un joven con futuro.
Su adaptaci¨®n al puesto de delantero centro en el Real Madrid no parece f¨¢cil.
La tozuda realidad del f¨²tbol impuso una verdad irrefutable: Mbapp¨¦ necesitaba al Real Madrid mucho m¨¢s que el equipo blanco a Kylian.
Sin repartir lecciones de f¨²tbol, los de Ancelotti se han ganado el favoritismo por su resistencia.
Las im¨¢genes de sufrimiento que muestra el documental sobre la vuelta del n¨²mero uno que ha producido Wakai evidencian la determinaci¨®n del belga para volver a ocupar su trono.
La historia m¨¢s reciente ha vuelto a demostrar que en el Madrid la marcha de los veteranos es lo normal y lo conveniente.
El caso es que pasan los a?os y el Madrid sigue ah¨ª, en el trono, ganando Champions y sometiendo a todos a un dominio omn¨ªmodo.
Ni el mismo Jude, ni su familia, ni el club, ni los aficionados pod¨ªan pensar que el primer a?o del ingl¨¦s iba a ser, al mismo tiempo, el de su consolidaci¨®n.
Cuando el Bayern remont¨® marcando dos goles en cinco minutos, llevado en volandas por su p¨²blico, a cualquier equipo le habr¨ªan temblado las piernas y se hubiera dejado ir por el sumidero.
Nadie dir¨ªa que Bellingham tiene solo veinte a?os y que apenas lleva diez meses en el Real Madrid.
El partido de M¨¢nchester pasa a engrosar el libro de las actuaciones legendarios del Real Madrid, que sale de situaciones imposibles para los dem¨¢s.
Abre un panorama de incertidumbre de cara a la pr¨®xima temporada: si finalmente viene Kylian Mbapp¨¦, ?qui¨¦n jugar¨¢ en la izquierda?
El Madrid sali¨® al campo anestesiado, a protegerse, intentando juntar futbolistas en su campo para cerrar espacios a los finos jugadores de Guardiola.
Aunque le faltar¨¢ ritmo de competici¨®n, con el brasile?o el Madrid gana un punto de seguridad que le ha faltado los ¨²ltimos meses.
Llevarse un futbolista a los Juegos, despu¨¦s de haber jugado tambi¨¦n la Eurocopa, es una irresponsabilidad y un abuso. El sistema no puede permitir que las Federaciones requisen a su gusto a los clubes.
En dos a?os no ha entrado en los planes de De La Fuente y ha entendido que ten¨ªa que dar un paso para lograr sus ambiciones. Lo mismo que hizo para volver al Madrid.
Hemos ca¨ªdo en la era del victimismo blanco. Es cierto que los ¨¢rbitros andan desorientados y que se hacen insufribles algunas decisiones, pero no puede afectar tanto.
El aviso que dio el Leipzig el pasado mi¨¦rcoles en el Bernab¨¦u, que no fue el primero que recib¨ªa el Madrid.
Los profesionales del odio estar¨¢n deseando que vuelva a haber agresividad y pol¨¦mica, pero todos estamos ante una oportunidad para que impere la normalidad deportiva.
En este equipo f¨ªsico y vigoroso se precisa a menudo un manejo como el suyo para templar los ¨ªmpetus.
El malague?o se ha reivindicado con su actitud, esa convicci¨®n con la que ha salido siempre al campo, aunque fueran pocos minutos, para intentar dar lo mejor de sus cualidades.
El Madrid afronta cuatro partidos que pueden dejar la temporada bien colocada para rematarla con ¨¦xito.
Si llega a ser el Real Madrid el que hubiera tenido en n¨®mina a Negreira, habr¨ªa sido expulsado de la Liga, el Bernab¨¦u incendiado y Florentino P¨¦rez vivir¨ªa en el exilio.
P¨¢gina2