Si el f¨²tbol es un estado de ¨¢nimo, como dijo Valdano, el del Madrid tiende a la melancol¨ªa.
Kylian Mbapp¨¦ no est¨¢ a la altura y se le puede, se le debe ya, se?alar y exigir que espabile...
Los cul¨¦s han vuelto a engancharse a su equipo porque juega y produce alegr¨ªa.
Una pataleta propia de patio de colegio que deja en muy mal lugar la imagen del club que presume de se?or¨ªo y grandeza.
Se activaron las alarmas y se abri¨®, otra vez, el debate sobre el calendario infernal, la dosificaci¨®n, la necesidad de una huelga de jugadores...
El ba?o de realidad iba a llegar tarde o temprano, pero es de justicia se?alar que Flick est¨¢ haciendo lo que puede con lo que tiene y que lo que hay...
Tiene capacidad para engatusar, oratoria y la poderosa droga de la nostalgia
Marc¨® un gol y tuvo el hambre y las ganas que a sus compa?eros les faltaban.
La violencia que reciben en las redes las deportistas es intolerable y no se debe normalizar.
Biles ha demostrado que una puede romperse y volver si se cuida y antepone su salud mental.
Pase lo que pase esta noche, lo que ya no nos podr¨¢n quitar es la alegr¨ªa...
Por primera vez en Espa?a tres aficionados han sido condenados por c¨¢nticos racistas.
Sin f¨²tbol una moci¨®n de censura es imposible. Laporta lo sabe y bien que lo aprovecha...
El caos va mucho m¨¢s all¨¢ de Xavi. Hablemos de Laporta, que ya va siendo hora.
Si Laporta fuera un presidente serio habr¨ªa sostenido lo dicho ante su Junta unas horas antes...
La ¨²ltima vez que el Bar?a jug¨® un partido de cuartos de final de la Champions el resultado fue de 2-8 ante el Bayern...
Vinicius no tiene por qu¨¦ caerte fenomenal para denunciar lo que le est¨¢ sucediendo...
Laporta debe estar rezando. Si no pasan hoy a cuartos, no podr¨¢ esconderse ni en Montju?c...
El coraje, la resiliencia, la inteligencia emocional que ha tenido es admirable.
El ruido seguir¨¢ arrastr¨¢ndose hasta el final junto a las calculadas excusas de los que ya no saben qu¨¦ decir.
Hubo un tiempo en el que en el Bar?a se descontaban los t¨ªtulos antes incluso de ganarlos...
El caso de Markel Zubizarreta fue un hasta aqu¨ª hemos llegado de manual harto de injerencias
Desde que ocupa el banquillo va a jaleo por concentraci¨®n, ahora por el cambio de la jugadora.
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