Mi equilibrio vital semanal depende de que haya podido ver todos los goles de la semana...
Mi punto limpio futbolero, mi refugio contra la vor芍gine del f迆tbol moderno, mi mindfulness balomp谷dico es la Clasificaci車n Hist車rica de la Liga...
No hay un equipo perfecto, todos tienen patio trasero, pero hay algunos que saben hacer mejor las cosas.
He conocido pocos casos de solidaridad mayores que los del chat del equipo de f迆tbol de los hijos.
Ausente Kroos, el Real Madrid ha alargado el desorden vacacional
Espa?a le debe al f迆tbol ol赤mpico la creaci車n de su selecci車n original en Amberes 1920.
La explosi車n de Lamine y Nico en plena crisis sobre la inmigraci車n ha relanzado un modelo de Espa?a que al fin nos pone de acuerdo.
Es desolador compartir la ansiedad del que se juega la vida con el colorido de una Euro.
Jacinto El芍 fue nombrado mejor jugador joven del mundo en 1996, en la Nike Premier Cup.
El estadio londinense es uno de los pocos lugares del universo futbol赤stico que le quedan por conquistar al Madrid.
Es muy gratificante recibir un mensaje de 芍nimo o una palmada en el hombro si perdemos.
En el Allianz se corea el Mia San Mia y el Stern des S邦dens, himnos que recordar芍n al Madrid y a Bellingham cual es el equipo que respeta m芍s la historia y mejor sabe sufrir.
Como escucho tantas veces que en el f迆tbol se gana por detalles (y Enrique Ballester volver芍 a preguntar en qu谷 equipo juega ese tal Detalles)...
Ning迆n otro club iguala la apuesta por unir f迆tbol y cultura alrededor de sus colores.
Entiendo el miedo a perder Vallecas, que se cae a pedazos, pero que sujeta la dignidad de un barrio.
Este a?o mi equipo est芍 en Segunda, sufriendo por volver a la 谷lite que le corresponde por su historia.
Concienzudo, reflexivo y aut谷ntico, Valverde sigue a paso firme de hormiga
El Beckenbauer de cada partido es el l赤der y el jugador elegante y tambi谷n el que se cree mejor.
Isi para todos, era un diablillo en el campo, un jugador por el que merec赤a la pena ver jugar al Rayo, aunque siempre tuviese la mala idea de ganarle una y otra vez a mi Espanyol.
Como si le molestase enfrentarse a un rival menor que le pelea de t迆 a t迆, como si le diese pereza discutir su historia, el Espanyol, que simpatiza y ha apoyado siempre al resto de equipos catalanes modestos por contraste con la displicencia blaugrana, ve con aprensi車n el envite
&Subcampe車n*, de Gurrutxaga e Izagirre me ha devuelto al abuelo Mara?車n. ※Van a jugar Gurrutxaga y diez m芍s§, dijo Clemente, la v赤spera de su deb迆.
Una guerra en la que, como siempre que la pol赤tica gana al deporte, perdemos todos...
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