El viejo H¨¦rcules se hace centenario. Llora su afici¨®n porque los 100 a?os llegan en el peor momento de su historia, pero en Alicante se vive del pasado, de los recuerdos, de aquellas gestas que se fueron contando de padres a hijos. El presente deprime porque el H¨¦rcules se hace mayor en la cuarta categor¨ªa del f¨²tbol espa?ol, muy lejos de su h¨¢bitat natural durante muchos a?os. Vicente Pastor Alfosea, el 'Chepa', su fundador, no estar¨ªa orgulloso de la situaci¨®n deportiva, pero s¨ª de ver c¨®mo cuaj¨® la primera semilla que puso hace 100 a?os. Su equipo de f¨²tbol sigue vivo. "Le pondremos H¨¦rcules para infundir respeto", coment¨® el padre de la criatura en 1922. Y el H¨¦rcules, durante mucho tiempo, fue fiel a aquel visionario 'hashtag' del querido Chepa.

Las nuevas generaciones se resisten a perder el sentimiento de pertenencia. En el ¨²ltimo playoff, lo mejor, tras la en¨¦sima depresi¨®n y no lograr el ascenso, fue ver un Rico P¨¦rez con muchas camisetas blancas y azules de las ¨²ltimas temporadas. J¨®venes alentando a un equipo en el que hace a?os jugaron campeones del mundo, como Kempes, Trezeguet o grandes figuras de la ¨¦poca, como Baena, Giuliano, Humberto... Muchos de los que estaban en el campo en el particular 'Centenariazo' ante el Adarve ni siquiera hab¨ªan nacido. Pero all¨ª gritaban, como en su d¨ªa hicieron sus abuelos y sus padres. Eso es el H¨¦rcules. Aunque las alegr¨ªas escasean desde hace a?os, la ilusi¨®n de volver a ver un club grande y sentirse orgulloso de ¨¦l, sigue latente. Sobrevivir hasta que pase el temporal es la gran esperanza de una afici¨®n que todav¨ªa sigue dej¨¢ndose la garganta cada domingo en cualquier rinc¨®n del pa¨ªs.

Todo empez¨® a finales de los a?os 10. Antes de la fundaci¨®n del club, el 'Chepa' ya jugaba por la Plaza de la Monta?eta, ejerciendo de capit¨¢n. A partir de ah¨ª, inici¨® todos los tr¨¢mites para crear la entidad. La recompensa le lleg¨® el 20 de octubre de 1922, d¨ªa en el que el gobernador civil dio luz verde para que el H¨¦rcules diese su primer paso. Por aquel entonces, sus colores no eran el blanco y el azul. El H¨¦rcules vest¨ªa de rojiblanco, de ah¨ª la conmemorativa camiseta de su centenario. A?os m¨¢s tarde, hered¨® los colores del Club Nataci¨®n. A partir de ah¨ª, el blanquiazul luci¨® en su camiseta.

Los primeros grandes ¨¦xitos del H¨¦rcules tardaron casi 15 a?os en llegar. En 1935, se logr¨® el primero de los ocho ascensos a Primera que tiene el club en su vitrina. Bl¨¢zquez, ante el Celta, toc¨® el cielo en Alicante, en el m¨ªtico Bard¨ªn. Esa fue la primera casa del H¨¦rcules. En la 'Bombonera', como se conoc¨ªa el estadio, el H¨¦rcules empez¨® a estar en boca de todo el pa¨ªs. A?os m¨¢s tarde, llegaron el campo de La Vi?a y el Jos¨¦ Rico P¨¦rez, las otras dos casas que ha tenido el H¨¦rcules en sus 100 a?os de historia.

Durante d¨¦cadas, el H¨¦rcules fue un club ascensor. El cuadro alicantino tard¨® mucho en consolidarse en el f¨²tbol espa?ol. Su apellido de hist¨®rico y cl¨¢sico de Primera se lo gan¨® en la d¨¦cada de los 70. De las 21 temporadas en las que el club ha estado en la m¨¢xima categor¨ªa, en esa d¨¦cada se estuvieron nueve seguidas. Aquella fue la ¨¦poca dorada del H¨¦rcules, con Arsenio Iglesias en el banquillo y Jos¨¦ Rico P¨¦rez en la presidencia. El m¨ªtico dirigente, al margen de liderar el mejor H¨¦rcules de la historia, dej¨® un gran legado: el actual estadio. En agosto de 1974, la actual casa del conjunto alicantino se estren¨® ante el Bar?a. A?os m¨¢s tarde, Rico P¨¦rez vio c¨®mo su obra alcanzaba la gloria tras ser sede del Mundial del 82, celebrado en Espa?a. Maradona marc¨® su primer gol con Argentina en la casa del H¨¦rcules.

El H¨¦rcules, en la 74-75, lleg¨® a acariciar su participaci¨®n en Europa tras quedar quinto en Liga, en su mejor clasificaci¨®n hist¨®rica. El equipo de Arsenio se qued¨® sin plaza en la UEFA por la diferencia de goles con la Real Sociedad. Aquello no le priv¨® al H¨¦rcules de hacerse un nombre, de ser respetado y de coleccionar grandes jugadores. Por aquel entonces, el Rico P¨¦rez era una caldera. No cab¨ªa un alma en el cemento. Esas son las leyendas m¨¢s repetidas que se cuentan de generaci¨®n a generaci¨®n en los ¨²ltimos a?os. Los que vivieron aquellos a?os afirman que enfrentarse al H¨¦rcules era como ir al dentista.

"El H¨¦rcules es un gigante dormido que tendr¨¢ que despertar. Arsenio fue el ejemplo a seguir para muchos de nosotros. Lo que logr¨® aquel equipo fue algo incre¨ªble. Estar tantos a?os seguidos en Primera le hizo tener un nombre", afirma Quique Hern¨¢ndez, el entrenador que m¨¢s veces ha dirigido al H¨¦rcules en su historia. Los supervivientes de aquellos a?os vibraban con escenas como la de Humberto abandonando un terreno de juego de rodillas tras lograr un ascenso. Aquello, tan terrenal, hizo que miles de herculanos se sintiesen orgulloso de su equipo.

Tras perder la categor¨ªa en la temporada 81-82, el H¨¦rcules ya no volvi¨® a ser el mismo. Aunque volvi¨® a Primera en varias ocasiones, su poso en la m¨¢xima categor¨ªa desapareci¨®. De hecho, sus dos ¨²ltimas apariciones por la ¨¦lite fueron fugaces. La afici¨®n tuvo que conformarse con gestas espor¨¢dicas, de esas que se daban de tarde en tarde y muy de vez en cuando. Aunque m¨¢s de una, dej¨® una muesca en el centenario.

Antes de derrumbarse del todo, una de las conquistas que le dan lustre a la historia del H¨¦rcules fue la del gol de Sanabria en el Santiago Bernab¨¦u. Un tanto que vali?o una permanencia en Primera y que tuvo a toda una ciudad pendiente de la radio, aunque tambi¨¦n fueron muchos los que poblaron las gradas del santuario blanco. Para muchos, aquel triunfo, inesperado y cuando muchos ve¨ªan al H¨¦rcules en Segunda, ha sido de los m¨¢s importantes de estos 100 a?os de historia.

Para los actuales cuarentones, el H¨¦rcules es aquel equipo que ascendi¨® con autoridad en Las Palmas, con Quique Hern¨¢ndez en el banquillo. Tambi¨¦n aquel proyecto que se pase¨® por Segunda con Manolo Jim¨¦nez hasta lograr el ascenso, con Alfaro, Rodr¨ªguez, Paquito o Pavlicic como estrellas. Tampoco se puede olvidar la remontada en el Camp Nou y aquel gol de Rodr¨ªguez para poner patas arriba al Bar?a de Ronaldo, Figo y compa?¨ªa. Luego, lleg¨® el ascenso en Ir¨²n y el 'Valdezazo' en el Camp Nou, la ¨²ltima gran noche del H¨¦rcules en un escenario de enjundia. El doblete del paraguayo Nelson Valdez forma parte de la historia reciente del herculanismo. S¨®lo han pasado doce a?os de aquella gesta, aunque parezca una eternidad.

Los ¨²ltimos a?os, hasta celebrar el Centenario, han estado marcados por la presencia de Enrique Ortiz en la entidad alicantina. El empresario alicantino lleva 23 a?os al frente del club. Su etapa ha sido triste y depresiva, aunque sacase al H¨¦rcules del pozo con aquel ascenso en Alcal¨¢ y le devolviese a Primera tras conquistar Ir¨²n. Ortiz ha sido el salvavidas econ¨®mico del club en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, pero no la persona capaz de mantener al H¨¦rcules en lo m¨¢s alto. De los 23 a?os que lleva el empresario, el club se ha pasado 15 temporadas en las catacumbas del f¨²tbol espa?ol.

El actual H¨¦rcules cumple 100 a?os en el peor momento de su historia. Eso hace que celebre un aniversario amargo. El equipo est¨¢ en Segunda RFEF y ni siquiera manda en la categor¨ªa. Est¨¢ a ocho puntos del l¨ªder y fuera del playoff. "A todos nos duele ver al H¨¦rcules en esta situaci¨®n y que llegue en este momento a su centenario. Pero hay que abstraerse de todo durante unas fechas porque esto es muy importante. El club sigue vivo y es momento de honrar y conmemorar a todos aquellos que se dejaron la vida y dinero por esta entidad centenaria", han apostillado muchas leyendas del club en los ¨²ltimos meses cuando se les ha cuestionado sobre la situaci¨®n actual.

Alicante llora de impotencia porque el gigante lleva muchos a?os dormido, pero por unas horas de este jueves volver¨¢ a ponerse el frac para felicitar al equipo de la ciudad, a ese que se pas¨® 21 a?os en Primera, acarici¨® Europa y concentr¨® a grandes jugadores. Alicante tambi¨¦n tirar¨¢ con orgullo de las orejas del viejo H¨¦rcules porque llega vivo y porque a?ora tiempos muchos mejores.