Manchester evoca sabor a buen f¨²tbol por los cuatro costados. Est¨¢ Old Trafford, bautizado por Sir Bobby Charlton como El Teatro de los Sue?os y casa del United. Y el Etihad Stadium, ideado como eje central de una fallida candidatura de la ciudad a los Juegos Ol¨ªmpicos de 2000 y estadio del otro equipo relevante de Manchester, el City. Ambos rivalizan por ser el centro neur¨¢lgico de la metr¨®poli. Desde el pasado 6 de julio de 2012, el Museo Nacional del f¨²tbol ingl¨¦s, en el famoso edificio de exposiciones Urbis, les hace sana competencia.

En 2001, el Museo abri¨® por primera vez sus puertas en el condado de Lancashire, en el estadio Deepdale, m¨ªtico lugar que acoge partidos de f¨²tbol desde el 5 de octubre de 1878, e hist¨®rica casa del Preston North End, uno de los fundadores de la liga inglesa y primer ganador del t¨ªtulo en 1889 y del doblete liga-FA Cup sin perder ning¨²n partido. Pero el Museo se vio abocado al cierre a comienzos de 2010. Tras una inversi¨®n de m¨¢s de ocho millones y medio de libras y dos largos a?os de trabajos de adaptaci¨®n y remodelaci¨®n, el edificio de exposiciones Urbis reabr¨ªa sus puertas convertido en el Museo Nacional del f¨²tbol ingl¨¦s en Manchester y con sir Bobby Charlton como presidente.

El Museo es hoy una de las instituciones m¨¢s importantes en la conservaci¨®n e interpretaci¨®n de los recuerdos del f¨²tbol en Inglaterra. Se distribuyen por las cuatro plantas del ic¨®nico edificio Urbis algo m¨¢s de 2.500 objetos vinculados, de una u otra manera, al balompi¨¦. Aunque los fondos de la instituci¨®n constan de unos 140.000 elementos que salen a la luz en exposiciones itinerantes a lo largo del a?o.

Las salas de la entidad conservan joyas futboleras de toda ¨ªndole. El visitante entra gratis y puede ver uno de los balones utilizados (el de Uruguay) en la final de la primera edici¨®n del Mundial de f¨²tbol de 1930 entre Argentina y la selecci¨®n charr¨²a, conocida porque no se pusieron de acuerdo y cada tiempo se jug¨® con un bal¨®n aportado por cada selecci¨®n. Otra de las joyas es la hist¨®rica camiseta que Arnold Kirke-Smith, capit¨¢n ingl¨¦s, visti¨® en el primer enfrentamiento internacional entre Inglaterra y Escocia en 1872, y donde se estampaban por primera ocasi¨®n los 'Tres Leones' en el emblema.

Pero estos no son los ¨²nicos objetos curiosos. Tambi¨¦n te puedes topar con el bal¨®n de la final con el que Inglaterra conquist¨® su ¨²nico Mundial en 1966 ante Alemania, o la estupenda r¨¦plica del Trofeo Jules Rimet (antecesor de la actual Copa del Mundo) realizado en secreto tras el robo del original y con el que los campeones ingleses desfilaron por Wembley tras ganar. Una de las reliquias m¨¢s veneradas u odiadas, seg¨²n qui¨¦n la mire, es la camiseta que portaba el argentino Diego Armando Maradona en el choque frente a Inglaterra de cuartos de final del Mundial de M¨¦xico 86, famoso por 'La Mano de Dios'.

Tambi¨¦n hay hueco para el origen del f¨²tbol en Inglaterra. La exposici¨®n conserva las reglas originales de la FA que se redactaron cuando se cre¨® la Asociaci¨®n de f¨²tbol en 1863, en la Freemasons Tavern de Londres, o la m¨¢s antigua equipaci¨®n que se conserva de f¨²tbol femenino, datada en la d¨¦cada de 1890, a la que acompa?a la primera imagen que se conserva de un partido entre mujeres (Blackburn Rovers y West Brom) de 1898.

El nivel 1 de la muestra hace un repaso entre los elementos m¨¢s importantes del juego: jugadores, estadios, clubes o fans. Especial relevancia tiene la figura de Donald Bell. Este personaje es todo un icono en la isla. Milit¨® como amateur en las filas del Crystal Palace y m¨¢s tarde form¨® parte del Newcastle. Pero Bell pas¨® a la historia por convertirse en el primer futbolista profesional en luchar en la Primera Guerra Mundial. Su valent¨ªa en la batalla de Somme (en el norte de Francia), en 1916, le sirvi¨® para que el rey Jorge V le condecorara con la Cruz de la Victoria por su honor. Aunque el soldado no pudo recoger su condecoraci¨®n: muri¨® cinco meses antes en actos de combate. Pasados los a?os, la asociaci¨®n de futbolistas ingleses adquiri¨® en 2010, en una subasta, por un precio de 252.000 libras la Cruz de la Victoria del soldado Bell y la cedi¨® al Museo.

Otra de las sorpresas es un mural del artista ingl¨¦s L.S. Lowry, de su famosa colecci¨®n 'Going to the Match'; al igual que varias r¨¦plicas de trofeos entre los que destacan la original FA Cup o un mural de la colecci¨®n 'The Art of the Game' del artista Michael J. Browne. Una de las reliquias escondidas del Museo. En ¨¦l se ilustra al futbolista franc¨¦s Eric Cantona, como personaje principal, en un retrato de clara inspiraci¨®n renacentista homoer¨®tica. Le acompa?an David Beckham, Nicky Butt y Gary y Phil Neville sentados a los pies del franc¨¦s como disc¨ªpulos. Sir Alex Ferguson les observa desde lo alto.

Objetos curiosos llenan todo el Museo. Desde uno de los famosos abrigos de piel de oveja del conocid¨ªsimo locutor y periodista brit¨¢nico John Motson; asientos de madera originales y planos de construcci¨®n del antiguo Wembley; recopilaci¨®n sobre dos de las mayores desgracias ocurridas en Inglaterra: el incendio del estadio Valley Parade en Bradford y el desastre de Hillsborough en Sheffield; el collar¨ªn ortop¨¦dico propiedad del portero del Manchester City Bert Trautmann, quien se da?¨® cinco v¨¦rtebras durante la final de la Copa 1956 entre Birmingham y Manchester City. O uno puede darse de bruces con las cenizas de Tommy Lawton, jugador y entrenador que desarroll¨® una discreta carrera entre 1930 y 1950.

En la instituci¨®n tambi¨¦n existen colecciones permanentes. Menci¨®n merece la compilaci¨®n privada Priory. M¨¢s de 300 art¨ªculos deportivos prestados a la instituci¨®n para su exhibici¨®n. Objetos como la camiseta que Bobby Moore intercambi¨® con Pel¨¦ en su hist¨®rico enfrentamiento con Brasil, en la primera fase de la Copa Mundial de 1970 en M¨¦xico; o la el¨¢stica que George Cohen vest¨ªa en la final del Mundial 1966; o la equipaci¨®n completa de Sir Stanley Matthews de la final de la FA de 1953 entre el Blackpool y el Bolton, llamada coloquialmente 'Matthews Cup', y que fue el primer partido de f¨²tbol al que asisti¨® la reci¨¦n coronada reina Isabel II.

Otra colecci¨®n expuesta es la que recopil¨® a lo largo de su vida el periodista Harry Langton y que se pudo ver parte en las fases finales de Italia '90 y EE UU '94. Una de las m¨¢s numerosas es la colecci¨®n Neville Evans. Cedida al Museo desde 2003, se compone de m¨¢s de 400 artilugios relacionados con grandes nombres del f¨²tbol continental: Gento, Stanley Rickaby, Stan Cullis, Allan Clarke, Willie Cunningham, Franz Beckenbauer o Alfredo di St¨¦fano, entre otros. Hay camisetas, insignias, medallas, camisetas y gorras. Tiene su inter¨¦s la muestra de fotograf¨ªas de aficionados de Stuart Roy Clarke que captan el nuevo sentir del p¨²blico desde la tragedia de Hillsborough de 1989. Incluso existe una fant¨¢stica recopilaci¨®n de dos de los miembros fundadores de la liga inglesa: Bolton Wanderers y Preston North End. Entre los art¨ªculos a pr¨¦stamo est¨¢n dos de los trofeos en disputa en los or¨ªgenes del f¨²tbol en el pa¨ªs: la Bolton Charity Trophy (desde 1882 hasta 1905) y el FC Turton Trophy (desde 1874).

El v¨ªnculo de Espa?a con el Museo es patente. Aparte de fotograf¨ªas y objetos de Gento y Di St¨¦fano, entre otros futbolistas. Entre las nuevas incorporaciones hay una peque?a escultura de cer¨¢mica de once pulgadas 'Footballeur' realizada por Pablo Picasso y cedida al Museo durante todo este a?o 2013 por un coleccionista particular. Incluso el colegiado ingl¨¦s Howard Webb don¨® la camiseta con la que arbitr¨® la final del Mundial de 2010 de tan buen recuerdo para Espa?a.

Dentro de la nueva retrospectiva '50 a?os de f¨²tbol y moda', el entrenador Jos¨¦ Mourinho entreg¨® uno de los abrigos que vest¨ªa durante su primera ¨¦poca en el banquillo del Chelsea, al igual que el futbolista Robbie Fowler leg¨® uno de sus trajes Armani.

Es uno de los principales alicientes del Museo Nacional. El Sal¨®n de la Fama tiene como funci¨®n principal honrar los logros de todas las figuras importantes en la historia del f¨²tbol ingl¨¦s, as¨ª como de aquellas personas que hayan contribuido al desarrollo del balompi¨¦ en su continente. Pero se necesitan una serie de privilegios. Para ser miembro se debe estar retirado o haber cumplido al menos 30 a?os. Adem¨¢s, haber contribuido por lo menos durante cinco a?os a la expansi¨®n del f¨²tbol en Inglaterra (tanto siendo jugador como entrenador). Aunque una vez cumplidas estas condiciones, un grupo de expertos son los encargados de proponer a los candidatos (desde 2009 tambi¨¦n se pueden incluir a equipos) a formar parte del Sal¨®n de la Fama.

Cada a?o se integran a nuevos miembros, aunque de todos los presentes s¨®lo hay uno hispano-parlante: Osvaldo 'Ossie' Ardiles. Centrocampista argentino que jug¨® m¨¢s de 200 partidos en el Tottenham Hostpur y que m¨¢s tarde, ya como entrenador, dirigi¨® al propio Tottenham, Newcastle o West Bromwich, entre otros. Blatter, el presidente de la FIFA, fue integrado dentro del Sal¨®n de la Fama en 2004 para conmemorar el centenario del organismo, y Michael Platini fue galardonado como gran jugador europeo de todos los tiempos en 2008.