?C¨®mo empez¨® la carrera de Joaqu¨ªn Peir¨® en el Atl¨¦tico de Madrid?

¡ªYo jugaba en la Agrupaci¨®n Deportiva Ferroviaria y un ojeador del Atl¨¦tico se puso en contacto conmigo. Hubo un partido de la selecci¨®n de Castilla, donde marqu¨¦ un gol, y ¨¦se fue el momento en el que me ofrecieron jugar de rojiblanco. Para m¨ª fue una ilusi¨®n grand¨ªsima dar ese salto. All¨ª estuve hasta los 26 a?os y fue una de las etapas m¨¢s bonitas de mi vida. Daba todo lo que ten¨ªa y la gente me quer¨ªa.

¡ªPronto se gan¨® el apodo de ¡®El Galgo del Metropolitano¡¯¡­

¡ªYa quisiera yo saber qui¨¦n me puso a m¨ª ese mote (dice con sorna). Me imagino que me lo pusieron por c¨®mo caminaba, los arranques que ten¨ªa y porque me costaba alcanzar un l¨ªmite cuando corr¨ªa a toda velocidad. Pocos eran capaces de alcanzarme. Dicen que era muy r¨¢pido y yo me cuidaba para ello. Me levantaba temprano, cuidaba la comida e iba andando o corriendo hasta el estadio. Lo hac¨ªa al principio¡­ cuando no ten¨ªa coche y hab¨ªa que caminar... (risas).

¡ªCon Collar form¨® el ¡®Ala Infernal¡¯¡­

¡ªEnrique y yo nos llev¨¢bamos a la perfecci¨®n dentro y fuera del campo. ?l era juvenil cuando yo fich¨¦ y nos cedieron al Murcia. Ascendimos con aquel equipo y al a?o siguiente volvimos para formar aquella dupla. El juego que despleg¨¢bamos ambos lo llev¨¢bamos en el alma.

¡ª?C¨®mo era aquel Atleti?

¡ªUn equipazo. ?Conseguimos ganarle dos Copas al Madrid de Puskas, Gento, Di St¨¦fano, Del Sol¡­ Era un equipo con jugadores muy grandes, para ganar a cualquiera.

¡ª?Qu¨¦ hay de cierto en que en una de esas dos Copas, la 1961, usted jug¨® enfermo?

¡ªEs verdad que estuve malito. Pero no quer¨ªa perderme aquella final. Le dije al entrenador que me dejara. En el calentamiento, me sent¨ª mal, quiz¨¢ fue por algo que com¨ª¡­ Me fui al vestuario a vomitar. Lo hice all¨ª por respeto al p¨²blico. Jugu¨¦ y marqu¨¦ dos goles.

¡ªM¨¢s tarde inicio su etapa en el Torino. ?C¨®mo fue su traspaso a Italia?

¡ªRecuerdo que jugamos un partido en La Coru?a y, en el tren de regreso, me dijeron que ten¨ªa que presentarme en las oficinas del club inmediatamente. Estaba muy nervioso, ?No sab¨ªa qu¨¦ pod¨ªan querer!

¡ªPod¨ªa no haberse marchado a Italia¡­

¡ªS¨ª, porque en aquella ¨¦poca exist¨ªa el derecho de retenci¨®n. Si el club hubiera querido que no me fuera, no hubiera tenido opciones de emigrar. Pero el Atl¨¦tico estaba necesitado y me vendi¨®. Fue todo muy r¨¢pido. Un lunes me lo comunicaban y al mi¨¦rcoles estaba volando a Tur¨ªn.

¡ªEl Atl¨¦tico necesitaba el dinero¡­

¡ªComo siempre. Este club siempre ha tenido problemas econ¨®micos. Algunos compa?eros, cuando recib¨ª la oferta, me dec¨ªan: ¡°Vete a Italia porque si no, no vamos a cobrar¡±.

¡ª?C¨®mo fue su adaptaci¨®n al Calcio?

¡ªNo fue f¨¢cil, como toda adaptaci¨®n a un pa¨ªs extranjero. Pero estando todos los d¨ªas con mis compa?eros, y con una lengua tan parecida a la nuestra, fue todo m¨¢s sencillo.

¡ª?Y dos a?os despu¨¦s firm¨® por ¡®Il Grande¡¯ Inter?

¡ªHelenio Herrera me llam¨® para jugar con la Selecci¨®n, ¨¦l era precisamente el entrenador del Inter de Mil¨¢n, y en la concentraci¨®n me dijo: ¡°Joaqu¨ªn, prep¨¢rese que la temporada pr¨®xima va a jugar usted en el Inter¡±. Los clubes se hab¨ªan puesto de acuerdo sin mi consentimiento. ?Yo no sab¨ªa nada! Y as¨ª fue, acab¨¦ fichando por el Inter, que estaba entrenado por H.H.

¡ªVivi¨® la ¨¦poca dorada de la ¡®squadra nerazzurra¡¯¡­

¡ªEra un equipo muy bueno. Tuvimos much¨ªsimo ¨¦xito. Luis Su¨¢rez era el Bal¨®n de Oro, un jugador extraordinario. Ten¨ªa un estilo b¨¢rbaro. Y tambi¨¦n estaban Facchetti, Corso, Mazzola, Jair, ¡­ Incre¨ªble.

¡ªEn el Inter marc¨® uno de sus goles m¨¢s recordados, el que le vali¨® el apodo de ¡®Rapitanore¡¯¡­

¡ªFue en las semifinales de la Copa de Europa ante el Liverpool. Yo estaba en el medio esperando un pase de Luis Su¨¢rez. En cuanto lo lanz¨®, fui corriendo a por ¨¦l, pero el portero Lawrence se hizo con el bal¨®n. Yo me ca¨ª. Pensando que estaba en el suelo, se confi¨® a la hora del saque y le quit¨¦ la pelota. Marqu¨¦ sin ninguna oposici¨®n. Fue el 2-0. Remontamos un 3-1 de la ida, porque ese partido acab¨® 0-3. ¡ªAs¨ª llegar¨ªan a la final de la Copa de Europa¡­ ¡ªS¨ª. Ante el Benfica de Eusebio. En San Siro y en un d¨ªa horroroso. Jair lanz¨® un tiro no muy complicado que al guardameta del Benfica se le pas¨® entre las piernas.

¡ª?C¨®mo era Helenio Herrera?

¡ªComo persona era un poco extra?o. Pero era extraordinario como entrenador. Era muy exigente, pero el equipo respond¨ªa al m¨¢ximo. Cuando ¨¦l entraba en el vestuario, no hab¨ªa ni una risa. Ten¨ªa un entendimiento moderno del f¨²tbol para aquella ¨¦poca. Le gustaba controlarlo todo. No s¨®lo los entrenamientos, tambi¨¦n el rival o la alimentaci¨®n. Los propios utilleros eran los que cocinaban lo que ¨¦l mismo supervisaba. Para ¨¦l, el entrenamiento era primordial. A m¨ª me marc¨® mucho como entrenador, al igual que lo hizo Luis dirigiendo al Atl¨¦tico.

¡ªEra un obseso del estudio del rival¡­

¡ªEra un adelantado a su tiempo en cuestiones de seguimiento a rivales. Sobre todo, en el tema de las faltas y la estrategia. Ten¨ªa datos de todos gracias a secretarios que espiaban a los rivales. Y encima, para que nada se filtrase, los ten¨ªa totalmente aislados.

¡ªY el Atl¨¦tico de ahora, ?qu¨¦ le parece?

¡ªEst¨¢ en una gran forma. A pesar de haber perdido el derbi, se mantiene segundo. Todo un m¨¦rito. Tiene un equipo de primera l¨ªnea y esperamos que se mantenga a este nivel.

¡ª?Cu¨¢nta culpa tiene el Cholo de que vaya tan bien?

¡ªMuch¨ªsima. Ha impreso en el equipo su car¨¢cter y tiene mucha culpa de los ¨¦xitos del equipo.

¡ªY Falcao¡­

¡ªEst¨¢ demostrando unas cualidades f¨ªsicas y t¨¦cnicas extraordinarias. Tiene un pundonor enorme. En el Atl¨¦tico siempre ha habido delanteros de mucha calidad y rematadores. Yo estuve cerca de Vav¨¢ y Collar, dos excelentes jugadores. Y luego han venido otros como Luis, G¨¢rate, Manolo, Kiko, Forl¨¢n, Kun¡­