Semifinales de Europa League. El Dnipro se enfrenta al N¨¢poles de Rafa Ben¨ªtez casi sin ninguna esperanza. De hecho, los ucranianos pasaron la fase de grupos gracias a un gol injustamente anulado al Qarabag contra el Inter. Lo mismo ocurre ante los italianos, que logran adelantarse en el estadio San Paolo con un tanto de David L¨®pez pero encajan en seguida el empate en fuera de juego de algunos metros. En la vuelta, Seleznyov asegura la clasificaci¨®n a la final. Un resultado hist¨®rico para un equipo que desde la fundaci¨®n de la liga ucraniana se hab¨ªa acostumbrado a vivir en la sombra de Dinamo y Shakhtar. Al final, el Sevilla se llev¨® su quinto t¨ªtulo en un partido que el Dnipro estuvo a punto de ganar y que termin¨® 2-3.

El a?o pasado, el que fue uno de los mejores equipos de la ¨¦poca sovi¨¦tica dej¨® de existir debido a una serie desafortunadas de eventos que se concentraron en un plazo limitado de tiempo. En la historia de su declive hay de todo: el conflicto del Donbass entre ucranianos nacionalistas y filo-rusos, un potente oligarca sospechoso que rechaza pagar sus deudas y la formaci¨®n de dos nuevos clubes.

Los or¨ªgenes del Dnipro est¨¢n vinculados al dominio comunista. Naci¨® en 1918, un a?o despu¨¦s de la Revoluci¨®n Bolchevique, por manos de la escuela tecnol¨®gica BRIT y su destino estuvo siempre relacionado con las grande industrias del r¨¦gimen. En un primer momento, dependi¨® de la producci¨®n del acero, per¨ªodo en el cual cambi¨® su nombre hasta tres veces (Petrovits, Stal y Metallurg). En 1961, cuando pas¨® bajo el control de la factor¨ªa secreta de misiles y cohetes Yuzhmash, tom¨® su denominaci¨®n definitiva, inspirada en el r¨ªo Dnieper. La escalada armament¨ªstica de la Guerra Fr¨ªa, llev¨® a Nikita Kruschev a prohibir las visitas a la ciudad de Dnipropetrovsk para esconder la producci¨®n del material b¨¦lico. Por lo tanto, el Dnipro fue obligado a jugar sus partidos como local en Kiev, hasta 1987. Hoy, la f¨¢brica sigue produciendo misiles, aunque su principal cliente son, curiosamente, los Estados Unidos. 

Lobanovski y el ¨¦xito

El Dnipro tiene el m¨¦rito de haber descubierto a lo que fue el mejor entrenador sovi¨¦tico de siempre: Valeri Lobanovski, el art¨ªfice de los grande ¨¦xitos de la Dinamo Kiev, el hombre que hizo grande a j¨®venes estrellas como Andrei Shevchenko. El ¡°coronel¡± sum¨® dos ascensos consecutivos y condujo el primer equipo de su carrera como t¨¦cnico a la m¨¢xima serie en 1973, terminando la temporada sexto. Hay que esperar hasta 1983 para ver el primer t¨ªtulo nacional. En solo seis a?os el dominio fue absoluto y los ucranianos ganaron todos los trofeos de la URSS: dos campeonatos, una copa, dos copa de la liga y una supercopa. La larga racha de resultados positivos qued¨® interrumpida solo con el fin del r¨¦gimen y el duopolio Dinamo-Shakhtar en la nueva liga nacional.

Pese a que el Dnipro haya mantenido por muchos a?os una fuerte base aut¨¢rquica que se rehusaba a fichar a jugadores extranjeros, su vuelta al nivel de la ¨¦poca sovi¨¦tica se debe a un espa?ol, Juande Ramos. El manchego acarici¨® el t¨ªtulo ucraniano en la 2013-14 y represent¨® al mismo tiempo la salvaci¨®n y la ruina del Dnipro, que le deb¨ªa dinero por una cifra de 1,7 millones de euros. Lo mismo pas¨® con el siguiente entrenador, Markevych. Se cuenta que todos los jugadores que luego dejaron el equipo se marcharon con algunos pagos pendientes.

Myron Markevych hered¨® el legado de Ramos y alcanz¨® la final de Europa League de 2015. Hab¨ªa vivido un a?o de paro forzoso, ¡°el peor de mi vida¡±, dijo, por ser un ferviente nacionalista antisovi¨¦tico y definir el presidente Yanukovich y sus partidarios ¡°perritos falderos de Putin¡±. Tuvo que vender una preciosa colecci¨®n de libros para poder sobrevivir hasta sentarse en el banquillo del Dnipro. Fue el ¨²ltimo momento de gloria antes del espectacular y r¨¢pido declive.

El declive

Tras la final de Europa League, el club vendi¨® a algunos pesos pesados como Konoplyanka, Seleznyov, Boyco y Kankava. No obstante, alcanz¨® un tercer puesto pronto amenazado por las sanciones de la FIFA por no haber respetado el fair play financiero. El m¨¢ximo ¨®rgano del f¨²tbol mundial excluy¨® al Dnipro de las copa europeas por tres a?os. Estall¨® lo que fue un verdadero ¨¦xodo: se marcharon 18 jugadores. Entre ellos estaba Roman Zozulia, actual delantero del Albacete y controvertida figura acusada de ser neonazi sobre todo por la afici¨®n del Rayo Vallecano. En una peque?a entrevista en el sitio web Futbolgrad, relat¨® un encuentro que tuvo con el financiador y responsable del club, el oligarca Kolomoisky: ¡°Si el jefe me hubiera pedido que me quedara porque el equipo me necesitaba, lo habr¨ªa hecho. Pero me empuj¨® a irme y a aceptar cualquier oferta¡±. 

Y el resultado se reflej¨® en el und¨¦cimo puesto de la siguiente temporada. Pero no termin¨® ah¨ª: la FIFA desciendi¨® al Dnipro hasta la tercera divisi¨®n ucraniana, la Druha Liha, por los impagos a Ramos, y Kolomoisky decidi¨® r¨¢pidamente deshacerse del equipo.

Kolomoisky era un personaje oscuro, uno de los grande oligarcas sovi¨¦ticos por antonomasia. Gracias a una red de influencia que inclu¨ªa al presidente (Kuchma, Yushenko, Yanukovich) y al primer ministro (Tymoshenko), gestiona una holding, el Privatbank Group, que controlaba decenas de compa?¨ªas nacionales en el sector energ¨¦tico, bancario, qu¨ªmico, petrolero, de transportes y de servicios p¨²blicos. La anexi¨®n rusa de la Crimea le empuj¨® a desentenderse siempre m¨¢s del equipo que gestionaba, el Dnipro, para volcarse completamente en la causa nacionalista. De hecho, asumi¨® el cargo de gobernador del ?blast de Dnipropetrovsk por un a?o con el objetivo de frenar la avanzada filo-rusa. Kolomoisky financi¨® personalmente la fuerza militar ucraniana, los grupos de paramilitares y prometi¨® 10.000 euros por cada filo-ruso capturado. 

El oligarca, tambi¨¦n acusado por el Interpol de cr¨ªmenes contra la poblaci¨®n civil, estaba listo para dar el salto en el coraz¨®n del poder. Sin embargo, el presidente Poroshenko lo fren¨® y redujo su influencia. Desde entonces, se relata que haya vuelto a su vieja vida y haya vivido aislado en Suiza y Estados Unidos, lejos del odio de la hinchada del Dnipro.

Los nuevos equipos 

Mientras tanto, Maksym y Yuriy Bereza, hijo y presidente efectivo del club financiado por Kolomoisky, adem¨¢s de Zozulia, fundaron otro club: el Dnipro-1, que ir¨®nicamente se inscribi¨® en la misma serie del equipo original. El proyecto era muy ambicioso. El Dnipro-1 compr¨® la cantera del Dnipro, una de las mejores del pa¨ªs, y fich¨® tambi¨¦n a su entrenador, Myjhaylenko. El objetivo era ascender lo m¨¢s r¨¢pidamente posible para volver a representar a la ciudad de Dnipropetrovsk en primera sin las grandes deudas del hist¨®rico equipo del oligarca.

Y no les pudo ir mejor. El Dnipro-1 domin¨® la Druha Liga, mientras el original llegaba octavo y la FIFA lo descend¨ªa a la cuarta y ¨²ltima serie, a nivel amateur. La 2018-19 represent¨® la ¨²ltima temporada del Dnipro, que cerr¨® su recorrido en ¨²ltima posici¨®n y no se inscribi¨® al campeonato siguiente. El Dnipro-1 gan¨® tambi¨¦n la segunda divisi¨®n, la Persha Liha, y se encuentra actualmente en primera. 

Este gran caos se resuelve con otra desaparici¨®n: la del Dnipro 1918, el club que los antiguos fan¨¢ticos del Dnipro hab¨ªan creado para protestar contra el Dnipro-1. No dur¨® mucho, pese al apoyo de los aficionados del Metalist Kharkiv, hasta entonces ac¨¦rrimos rivales que, sin embargo, se hab¨ªan enfrentado al mismo declive. De momento, queda solo el nuevo Dnipro, el 1, que modestamente y lentamente empieza ya a devolver a la ciudad el espacio que merece.