Por este restaurante de la zona norte de Madrid han pasado personalidades de la talla de Aznar, Di St谷fano o Santillana. Sus paredes encierran un museo que merece ser ense?ado.
?Qu谷 tienen en com迆n Polonia, la cuenca del Nal車n, Buenos Aires y#Madrid? Para encontrar esta respuesta hay que viajar hasta el a?o 1974 a la capital espa?ola, fecha y lugar del nacimiento de un restaurante que a迆n contin迆a entre nosotros. Por aquel entonces la crisis del petr車leo hac赤a estragos en nuestro pa赤s y la dictadura comenzaba a caer por su propio pie. En la vecina Portugal estallaba la Revoluci車n de los Claveles y toda Argentina lloraba la muerte de Juan Domingo Per車n. Eran otros tiempos. En el 芍mbito deportivo, el Barcelona de Cruyff se proclamaba campe車n de liga, Quini sal赤a pichichi con 20 goles y el Bayern de M迆nich privaba al Atl谷tico de Madrid de su primera Copa de Europa.
A la par de todos estos sucesos, un matrimonio poco convencional, formado por un polaco y una asturiana, llegaba a Madrid para cumplir un sue?o: fundar su propio restaurante. Su idilio con Argentina ven赤a de lejos. El primero viaj車 desde la fr赤a Varsovia junto a su padre en los a?os 40 y la que ser赤a su futura mujer emigr車 a Am谷rica en plena posguerra. Ya de regreso a Espa?a, fundaron El Cafet赤n, con tal 谷xito que, tres a?os m芍s tarde, abrieron el que hoy se conoce como El Viejo Almac谷n de Buenos Aires, ubicado en la calle Villaamil. En 2007, tras 30 a?os de vida, el restaurante fue expropiado por el gobierno y se vio forzado a abandonar el que fue su hogar. Sin embargo, solamente fue el final de una etapa. Hace trece a?os, El Viejo Almac谷n de Buenos Aires cambi車 de emplazamiento a la Calle Ram車n G車mez de la Serna, entre los barrios de Pe?agrande y Lacoma.
Entrar en su local es como transportarse a la capital bonaerense. Su fachada recrea el t赤pico barrio argentino y en su interior alberga un aut谷ntico museo del f迆tbol local, donde Diego Armando Maradona guarda un lugar especial. El Viejo Almac谷n es algo as赤 como La Meca para los que profesan la religi車n Maradoniana. All赤 pueden adorarle como m芍s deseen. Tienen sus distintas camisetas, su propio altar e incluso pueden o赤r la famosa narraci車n de su gol a Inglaterra en el 86* por el inconfundible V赤ctor Hugo Morales. As赤 lo explica C谷sar, actual due?o e hijo de los fundadores: ※Yo viv赤 su llegada a Barcelona cuando ten赤a diez a?os. Para m赤 es el mejor y nunca habr芍 otro igual. Es 迆nico por un mont車n de peque?os detalles. Uno de ellos es hacerle dos goles a los ingleses, uno con la mano y otro regate芍ndose a todo el equipo, justo despu谷s de la Guerra de las Malvinas. Fue una persona presa de sus circunstancias, enferma, pero eso fuera de la cancha. Dentro era el mejor. Jugaba en unos campos mucho peores que los de ahora, le pegaban como a nadie, se echaba el equipo a la espalda# Es el mejor y esto es un homenaje a su figura§.
Dejando al m芍s grande a un lado, asoman un sinf赤n de recuerdos de m芍s de 40 a?os de historia. Argentinos Juniors, Newell's Old Boys, Boca Juniors, River Plate o la archiconocida cerveza Quilmes tienen su lugar. Las paredes est芍n adornadas con fotos de grandes personalidades del mundo del f迆tbol y de la pol赤tica como Felipe Gonz芍lez, Jos谷 Mar赤a Aznar, Santillana, Alfredo Di St谷fano, Guti, Higua赤n, Di Mar赤a o Campazzo y sus recortes de peri車dicos dan Fe del paso del tiempo. Entre tanta reliquia uno se mueve por all赤 con cautela, casi de puntillas, al ritmo de un cl芍sico tango argentino que suena de fondo.
Como se pueden imaginar, cuarenta a?os de historia dan para muchas an谷cdotas, pero quiz芍s hay una que re迆ne perfectamente todo lo que significa El Viejo Almac谷n de Buenos Aires. ※En el a?o 78* se celebr車 el t赤tulo Mundial de Argentina y hab赤a una mesa de cuatro personas en el restaurante. Celebraron el triunfo y como 30 a?os m芍s tarde quisieron reunirse esa gente. Quer赤an hacer una reserva, pero no sab赤an para cuantos, porque desconoc赤an si todos segu赤an con vida o viviendo en Madrid, etc. Utilizaron una foto de aquel d赤a con una leyenda que pon赤a algo as赤 como si estuviste all赤, quedamos tal d赤a y tal hora en el Viejo Almac谷n de Buenos Aires. Al final se reunieron como siete personas, ya muy mayores, y fue muy emocionante§.
Han pasado ya m芍s de 25 a?os del gol de Batistuta a M谷xico en la final de la Copa Am谷rica. ?ltimo t赤tulo de la Selecci車n Argentina de f迆tbol. Cada verano que juega la albiceleste, decenas de fieles se re迆nen en el Viejo Almac谷n a ver a su amado equipo, con la esperanza de volver a vivir lo que ya disfrutaron en otro tiempo, con otras personas, pero en el mismo lugar.