La MLS se ha convertido en un destino apetecible para alargar la carrera de grandes estrellas. El inter¨¦s hacia el f¨²tbol en un pa¨ªs que se fija en otros deportes ha crecido, as¨ª como la cantidad de dinero invertido en traer a jugadores como Ibrahimovic, Kaka, Pirlo, Nesta o Rooney a Estados Unidos. En las ¨²ltimas dos d¨¦cadas este tipo de camino se ha vuelto normal, como si fuera el natural atardecer de un deportista en busca de su ¨²ltimo ¨¦xito. Pero, el primer ejemplo remonta a los a?os 70, con la fundaci¨®n de los New York Cosmos, cuando se entendi¨® que tambi¨¦n un club pod¨ªa ser rentable. 

Un a?o despu¨¦s del Mundial de 1966 nacieron en EE UU dos torneos: la United Soccer Association, con 12 equipos, y la National Professional Soccer League, con 10. Cuando se cre¨® la North American Soccer League (NASL), a trav¨¦s de la fusi¨®n de las ligas anteriores en 1968, ya no quedaban equipos de la ciudad de Nueva York. Ah¨ª entran en escena los hermanos Ertegun, turcos estadounidenses propietarios de la discogr¨¢fica Atlantic Records. Una ciudad tan cosmopolita no pod¨ªa no tener equipo y por ello se cuenta que los l¨ªderes de la NASL los animaron a invertir en el sector. Sin embargo, solo cuando Steve Ross, presidente de Time Warner, se sum¨® al proyecto, el NY Cosmos pudo introducir el espect¨¢culo en el f¨²tbol.

Por lo tanto, dos hermanos del sector musical quer¨ªan que ese deporte conquistara un p¨²blico siempre m¨¢s amplio y que la gente se enamorara de los jugadores. Para ello, hab¨ªa que llevar a EE UU los mejores del mundo. Ya en 1972, los NY Cosmos ganaron la NASL tras superar el St. Louis Stars por 2-1. Gavin Newsham, en su libro sobre la historia del equipo, cuenta que el primer partido lo jugaron en Harlem y que ¡°lo que parec¨ªa c¨¦sped en realidad era solo un espray verde, hab¨ªa botellas en cualquier lado y no hab¨ªa agua en los vestuarios¡±. Un escenario que parec¨ªa m¨¢s de f¨²tbol amateur.

Tres a?os despu¨¦s ya era un recuerdo lejano. En la Gran Manzana llegaba el mejor de todos, O Rei, Edson Arantes Do Nascimiento, conocido como Pel¨¦. Y con ¨¦l, otros h¨¦roes de esa ¨¦poca: Carlos Alberto, Chinaglia y sobre todo Beckenbauer. El brasile?o se hab¨ªa retirado oficialmente en 1974 pero los Cosmos representaban una manera f¨¢cil de recaudar dinero y de alargar f¨¢cilmente su carrera, adem¨¢s siendo un h¨¦roe para todos. Algunos rumores afirman que el equipo fue fundado s¨®lo con la intenci¨®n de ficharle y, aunque no haya prueba de eso, la camiseta recordaba claramente la del Brasil, en homenaje al mejor jugador de la tierra.

Esa temporada la ganaron frente a 80.000 espectadores en el desaparecido Giants Stadium de New Jersey bajo los ojos de nuevos hinchas de la estatura de Henry Kissinger, Mick Jagger, Robert Redford y Steven Spielberg. Los hermanos Ertegun hab¨ªan logrado que Pel¨¦ se convirtiera en un cantante rock que todos quer¨ªan tocar despu¨¦s de un concierto. Su retirada, en 1977, fue un momento memorable para la historia del f¨²tbol. Los NY Cosmos se enfrentaron al Santos, su equipo de siempre, y Pel¨¦ jug¨® con ambos equipos por una parte. Ese d¨ªa llovi¨® y no falt¨® gente que pens¨® que Dios estaba llorando porque O Rei ya no iba a tocar m¨¢s el bal¨®n.

En esa d¨¦cada, el club gan¨® cinco NASL y en la del 1977 jugaron contemporaneamente Pel¨¦, Carlos Alberto, Chinaglia y Beckenbauer. Hasta 1982, con la llegada del holand¨¦s Neeskens y del belga Vander Elst, los Cosmos siguieron triunfando. Pero el negocio ya no era lo mismo y seguramente no alcanz¨® las expectativas de sus due?os. En 1983, se interrumpi¨® la negociaci¨®n con el millonario australiano Rupert Murdoch para vender el club. El golpe decisivo lo dio la Warner que, tras convertir la pel¨ªcula Tron en un videojuego, registr¨® una p¨¦rdida econ¨®mica considerable. Entonces, decidi¨® deshacerse de algunos sectores estrategicos como la Atari, la productora de los videojuegos, y la Global Soccer, la compa?¨ªa que controlaba los Cosmos.

Chinaglia relev¨® al expresidente y prometi¨®: ¡°Lograremos grandes cosas¡±. Al italiano pas¨® el 60% de las acciones del equipo que val¨ªan como un cuarto de la Lazio, el otro equipo que gestionaba y que acababa de ascender a la Serie A. Los altos cargos de los Cosmos hab¨ªan dejado al exdelantero un club en ruina, pero ¨¦l no lo sab¨ªa. Y con ellos tambi¨¦n la NASL termin¨®, en 1984, cuando los de New York no consiguieron clasificarse por los playoff por primera vez en ocho a?os. La Warner dej¨® una deuda de 30 millones de d¨®lares y despidi¨® a 2.300 trabajadores. Pese a esto, Pel¨¦ critic¨® a Chinaglia por el declive del proyecto: ¡°Que la situaci¨®n es irrecuperable lo demuestra el actual presidente, que es tambi¨¦n presidente de la Lazio, que ocupa los ¨²ltimos puestos de la liga italiana¡±. Durante la crisis, el The Guardian escribi¨®: ¡°Como muchos proyectos en el espect¨¢culo, los Cosmos iban muy r¨¢pidos. Pero no iban hacia ning¨²n lado¡±.

El renacimiento

En 2009, la MLS ya llevaba 13 temporadas y el Real Salt Lake ganaba sorpresivamente la liga en los penaltis contra el LA Galaxy de David Beckham. El NY Cosmos no exist¨ªa y nunca hab¨ªa tenido ning¨²n papel en el nuevo campeonato de Estados Unidos. Sin embargo, Paul Kemsley, exvicepresidente del Tottenham, decidi¨® devolver al f¨²tbol estadounidense su antiguo dominador. Tras hacerse con la marca de los Cosmos, el nuevo presidente prometi¨® inscribir el equipo a la MLS antes de 2013 y para este ambicioso proyecto contrat¨® a las viejas estrellas de los 70. Pel¨¦ se convirti¨® en el presidente honor¨ªfico, Giorgio Chinaglia en embajador del club en el mundo, Eric Cantona en director t¨¦cnico y en abril de 2011 tambi¨¦n Robert De Niro y Carlos Alberto entraron en la directiva.

Los NY Cosmos volvieron en el a?o prometido aunque no en la MLS, sino en las NASL, que en ese entonces representaba la segunda divisi¨®n. Con la llegada de Ra¨²l Gonz¨¢lez Blanco, la afici¨®n so?¨® con el regreso a los antiguos ¨¦xitos. Sin embargo, una vez m¨¢s los problemas econ¨®micos llevaron el equipo casi a la bancarrota. Rocco Commisso, fundador de Mediacom y actual presidente de la Fiorentina, salv¨® el NY Cosmos en 2017 y anunci¨® que el objetivo iba a ser diferente: ya no se trataba de fichar a superestrellas sino de restituir el trabajo a todos los jugadores y al personal afectado por la anterior gesti¨®n.

La escalada sigue hoy en d¨ªa. Lentamente el c¨¦lebre New York Cosmos pasa de un campeonato a otro intentando llegar lo antes posible a la MLS. En 2018, la NASL dej¨® de existir y el equipo compiti¨® en la NPSL, la cuarta divisi¨®n. Desde este a?o participa en la NISA, la tercera divisi¨®n. Ning¨²n gran nombre, de momento, forma parte de su plantilla y tampoco el otro equipo de Commisso, la Fiorentina, est¨¢ viviendo una buena temporada en Italia, pese al fichaje de una de las estrellas que bien encajar¨ªa en un proyecto como el de los Cosmos: Franck Ribery.