Con todos los ojos puestos en la eliminatoria entre Real Madrid y Barcelona de semifinales de Copa de Rey, siempre es buen momento para analizar las posibles modificaciones que abundan en el ambiente sobre el torneo y preguntarnos si, de verdad, necesita un cambio. La RFEF, a trav¨¦s de su presidente, Luis Rubiales, ha planteado la posibilidad de que la Copa del Rey se juegue a partido ¨²nico por la saturaci¨®n del calendario y que los equipos de Primera jueguen m¨¢s rondas que en la actualidad. Recordemos: ahora entran en dieciseisavos de final, a doble partido con la vuelta en casa siempre que sea ante un rival de inferior categor¨ªa y con condicionantes para los participantes europeos. Propuestas que est¨¢n bajo el estudio de la Federaci¨®n y los clubes. Y siempre con la premisa de hacer el torneo del KO m¨¢s atractivo.
La Copa en Espa?a ya se jug¨® a partido ¨²nico entre las temporadas 2000-2001 y 2004-2005 para los equipos de Primera, aunque a partir de octavos de final se jugaba a doble partido. Nunca se ha disputado hasta semifinales a un s¨®lo encuentro. Ser¨ªa una novedad importante. Una vez sobre la mesa la idea de jugar a partido ¨²nico ya sea hasta semifinales (como hacen en Italia) hay que fijar cu¨¢ndo entrar¨ªan los equipos de Primera a competir. Si desde las primeras rondas o m¨¢s tarde. Y lo que es m¨¢s importante, ?d¨®nde se debe jugar el partido? En los estadios del equipo de menor categor¨ªa, dejarlo en manos del azar o buscar otras soluciones. En teor¨ªa, la idea de jugarlo en el campo del equipo chico mejorar¨ªa el espect¨¢culo y as¨ª los equipos de Primera, por ejemplo, tendr¨ªan m¨¢s dificultades para superar rondas. Y por consiguiente, primar¨ªa la competitividad pero ?por qu¨¦ privar a jugadores de equipos modestos de Tercera o Segunda B poder disputar un encuentro en un gran escenario como podr¨ªa ser el Santiago Bernab¨¦u o el Camp Nou? Ya que con toda seguridad no tendr¨¢n otra oportunidad en su carrera profesional de pisar tal estadio en un partido oficial. Esa ilusi¨®n muchos jugadores modestos la tienen y ser¨ªa un premio para ellos.
Hay varias corrientes a favor de una idea (un s¨®lo partido y en el campo del equipo peque?o) y de la otra (a sorteo incluso con ida y vuelta). Interrogando a jugadores de categor¨ªas inferiores hay pensamientos dispares. Est¨¢n los que opinan que jugando en casa tienen "m¨¢s posibilidades de eliminar al rival de superior categor¨ªa" o los que prefieren que lo ¡°decida un sorteo¡± y no sean siempre ellos los locales porque ?qui¨¦n les dice que jugando como visitantes en los grandes estadios de Primera no tienen posibilidad de clasificarse? ?est¨¢n ya eliminados de antemano? Siendo realistas a priori parece m¨¢s dif¨ªcil, pero no imposible.
La Copa se jug¨® a partido ¨²nico entre las temporadas 2000-2001 y 2004-2005 para los equipos de Primera
Los que abogan por jugar en casa s¨ª o s¨ª respaldan su decisi¨®n en varias razones: 1. Por la taquilla (una inyecci¨®n extra que salva econ¨®micamente a muchos equipos menores) ya que los clubes sacan estos partidos fuera de abono para obligar a los aficionados a pagar algo m¨¢s por la entrada. 2. Como premio a los aficionados locales que pueden acudir a su estadio y ver a grandes clubes cerca de casa. Aunque siempre existe la posibilidad de que las aficiones de estos equipos m¨¢s peque?os viajen en masa a esa gran ciudad como sucede, por ejemplo, en la FA Cup inglesa. Para ello se deber¨ªa facilitar el desplazamiento y cambiarse los d¨ªas designados para la Copa, de entre semana al fin de semana en el que hay m¨¢s arraigo de viajar por f¨²tbol.
Para contrarrestar esa cuesti¨®n econ¨®mica, hay que modificar los premios que se reparten por clasificarse y pasar rondas en la Copa. Actualmente los equipos de Segunda B y Tercera reciben 11.000 euros para compensar el taquillaje perdido y los gastos de desplazamiento. Luego, dependiendo de la ronda que se supere, se abonan unas cantidades u otras aunque siempre superiores en unos 2.000 euros para el equipo visitante. 28.000/30.000 por plantarse en octavos de final; 40.000 por hacerlo en cuartos y 60.000 en semifinales. Una mayor inyecci¨®n econ¨®mica resolver¨ªa la cantidad de taquilla p¨¦rdida por los equipos que jueguen fuera y no tengan partido en casa en caso de competici¨®n a partido ¨²nico.
Si t¨² tienes un sorteo sin apenas condicionantes y donde los Primeras y Segundas puedan enfrentarse entre s¨ª desde cualquier ronda favoreces al espect¨¢culo y abonas el terreno a que haya m¨¢s sorpresas.
?d¨®nde se debe jugar el partido? En los estadios del equipo de menor categor¨ªa, decidirlo por sorteo o buscar alternativas
En ese caso, para no depender siempre del azar, la soluci¨®n que se puede utilizar est¨¢ en los sistemas de emparejamiento de la antigua Copa Davis. Si un equipo en una edici¨®n te ha visitado, en el siguiente emparejamiento con ese conjunto, en otra edici¨®n, le devuelves la visita. Con los sistemas actuales de bases de datos los cuadros ser¨ªan casi inminentes, incluso, m¨¢s justo.
FINAL FOUR
Lo que s¨ª ser¨ªa revolucionario y nuevo es una Final Four del torneo en una ciudad sede. Al estilo de lo que se lleva haciendo desde hace unos a?os con la Copa de la Reina en f¨²tbol femenino, aunque no en esta actual edici¨®n o de los que es tradicional en otros deportes en Espa?a: baloncesto, balonmano, f¨²tbol sala o waterpolo.
Con la reducci¨®n de encuentros al jugarse las rondas anteriores a partido ¨²nico se podr¨ªa acomodar el calendario para esa semana de la Copa del Rey. Habr¨ªa que decidir si en un par¨®n durante la temporada de Liga (como la Copa de la Reina femenina) o ya al final de la misma como colof¨®n de la temporada, y siempre que no coincida con las competiciones europeas. La idea es atractiva y con un gran impacto econ¨®mico para la ciudad elegida cada a?o.
La ¨²ltima propuesta es ampliar la participaci¨®n en la Copa m¨¢s all¨¢ de los clubes de Primera, Segunda, Segunda B o Tercera. Incluir a equipos amateurs es un aliciente que, por ejemplo, es se?a de identidad de la FA Cup inglesa, donde equipos de categor¨ªas muy bajas del f¨²tbol ingl¨¦s van superando rondas y creando un clima que una a toda una localidad o ciudad con el devenir del equipo. En Espa?a podr¨ªa funcionar muy bien.