El tiro con arco tradicional es el insospechado protagonista de As Color en el 150 aniversario del inicio de relaciones diplomáticas entre Espa?a y Japón.
Los nombres de Michitomi Higashikuze y de José Heriberto García de Quevedo probablemente solo sean estudiados entre los aspirantes a la carrera diplomática. Sin embargo, ambos ministros fueron los firmantes del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Japón y Espa?a. Sucedió un 12 de noviembre de 1868, a?o en el que llegó a Espa?a la primera noticia sobre "foot-ball", "un ejercicio violento, que puede llegar a ser peligroso...", rese?aba la revista El Panorama. Faltaban todavía 30 a?os para que se fundara el Athletic Club, y muchos más para que el fútbol causara auténtico fervor en Japón. Sin embargo, el kyudo (弓道), el tiro con arco tradicional japonés, ya llevaba siglos practicándose.
Y es precisamente el kyudo el vehículo conductor de una historia en la que la espa?ola Ainhoa Calaf será nuestra particular embajadora. Ella forma parte de la iniciativa Talento J de la Fundación Consejo Espa?a Japón para celebrar 150 a?os de relaciones diplomáticas y amistad entre ambos países. Ainhoa creció bajo el influjo de los dibujos animados japoneses, de los ojos imposibles de Sailoor Moon y las épicas batallas de Dragon Ball... Pero una cosa es cantar canciones en japonés sin sospechar su significado y otra es viajar a Japón, instalarse allí y practicar una disciplina tan profunda como el kyudo. Ella es el vivo ejemplo de hasta dónde puede llegar el intercambio cultural entre ambos países. "Hay mucha gente que o bien al vivir aquí empezaron a practicar alguna disciplina o ya practicando en Espa?a decidieron venir a Japón para poder recibir ense?anzas de maestros japoneses y profundizar. Creo que a través de un arte tradicional es una manera bonita e interesante de entender la sociedad japonesa y su cultura. Japón es tan diferente a nosotros que por eso nos llama tanto la atención y también a ellos nuestra cultura", nos cuenta.
Tanto le sorprendió la cultura japonesa a Ainhoa Calaf que estudió japonés en la Escuela Oficial de Idiomas y se instaló en Tokio, donde reside desde hace dos a?os. Trabaja en una tienda de trajes de flamenco. "Es muy gracioso ya que todas las chicas allí sienten una gran pasión por el flamenco, bailan, cantan, etc. y yo por Japón, el kyudo, los kimonos, las danzas... nos reímos a menudo y siempre dicen que estamos 'cambiadas', ya que a veces sabemos más de la otra cultura que de la nuestra". ?Pero cómo una espa?ola llega a aficionarse al kyudo? Lecturas, reportajes en televisión... "En aquella época sentía atracción por las artes marciales pero ésta me pareció muy distinta a todas las demás. Creo que lo que más me llamó la atención y lo que creo sigue llamando más la atención hoy en día es el silencio que hay en una práctica. Otra cosa que me gustó mucho fue la concentración que se veía en las caras de los practicantes y la fluidez con la que se movían por el espacio".
Cuando me referí al kyudo como deporte en mi conversación con Ainhoa Calaf, me corrigió de inmediato: "disciplina". En efecto, el tiro con arco tradicional de Japón va mucho más allá de la actividad físico-deportiva, y su parecido con el tiro olímpico es relativo, a pesar de compartir arco y flechas como elementos principales.
Claves del kyudo. Por Ainhoa Calaf
- Kyudo (弓道) es básicamente tiro con arco tradicional Japonés.
- Kinteki: tiro básico que?se hace a 28 metros a un mato (diana).
- Los arcos miden unos dos metros de longitud sin poleas ni contrapesos y están hechos de varios materiales como la fibra de carbono o el bambú.
- Kyu (弓) hace referencia al arco y do (道) a camino. Como todo lo que es un "do" pretende ser una vía de desarrollo personal a través de un arte, kyudo, kendo, shodo (caligrafía), sado (ceremonia del té) ...
Parece un milagro que el kyudo sobreviva en un país enfocado al trabajo, donde el insomnio crónico está arraigado en el 40% de la población y que parece decantarse por deportes de masas como el fútbol. Quizá por eso sea un contrapunto interesante, con su fuerte componente tradicional y espiritual. "Lo importante no es dar a la diana, sino hacerlo con la técnica y el espíritu correcto. Uno no puede aprobar exámenes de grado a partir de cierto nivel si no se tira con la actitud y el espíritu adecuado aun cuando acierte las dos flechas que tienes en un examen. Se dice que para acertar tienes que tirar sin intención, pero ?cómo tiro sin intención cuando tengo la intención de dar? Ahí reside lo difícil y lo interesante de esta disciplina", explica Ainhoa.
Más que un deporte, el kyudo es una disciplina: "el camino del arco"
Esa mezcla de deporte y filosofía es la que atrae a bastantes extranjeros al espectacular dojo Shiseikan, donde entrena Ainhoa. "Algunas personas llegan al interesadas por su vínculo al zen y al aspecto espiritual, otras por lo estético y lo deportivo. Es un poco difícil definir qué es el kyudo de verdad. Yo creo que el kyudo significa una cosa distinta para cada persona, incluso para uno mismo durante las diferentes fases de tu vida, va cambiando. Contra más ahondas, menos puedes definirlo y más interesante se hace. Lo que sí es cierto para todo el mundo es que trabajas mucho la concentración, la respiración, conoces o redescubres tu cuerpo y aprendes a lidiar con la frustración, las alegrías y los disgustos".
Material para practicar kyudo
- Dojo: es necesario un espacio muy amplio para poder practicar: el tiro básico se hace a 28 metros de distancia.
- Arco: mide dos metros de longitud y flechas.
- Matos y makiwaras (dianas) sus soportes y redes de seguridad.
- Vestuario para entrenar: Kyudogi (parte de arriba), obi (cinturón), hakama (pantalón), tabi (calcetines), muneate para mujeres (protector de pecho), guante (gake y shita gake).
En Japón siendo extranjero siempre es mejor ir recomendado por alguien a un dojo que presentarse por libre. Para llegar a entrenar en el dojo Shiseikan, Ainhoa había construido poco a poco una nutrida red de contactos dentro del mundo del kyudo (se calcula que esta disciplina tiene unos 500.000 practicantes en el mundo). Su primer contacto con un gran maestro japonés fue en los seminarios que la Federación Internacional de Kyudo organiza anualmente en Europa. Su duración es de tres días y uno más para los exámenes de grado (Dan). En esos seminarios fue cuando Ainhoa Calaf comenzó a contactar con los maestros japoneses de la All Nippon Kyudo Federation.
El segundo paso fue con la Asociación Espa?ola de Kyudo (con dojos en Barcelona, Valencia, Mallorca, Madrid, Donosti y Tenerife), que hace cinco a?os inició una enriquecedora relación con los senseis de la prefectura de Nara: un a?o se organiza un viaje para practicar en Nara y al otro los senseis acuden a Espa?a para dar un seminario. "Gracias a ellos; Sakanaka sensei, Fukada sensei y Atarashi sensei he aprendido mucho sobre kyudo pero también sobre humildad y generosidad. Fue gracias a estos maestros de Nara que pudimos entrar en el dojo Shiseikan en el Meiji Jingu en Tokio, cuando mi pareja y yo 'nos liamos la manta a la cabeza' y vinimos a vivir a Japón".
Construido en 1973, se trata de una gran sala de entrenamiento para el Budo tradicional japonés (el conjunto de sus artes marciales). En el dojo Shiseikan se ofertan varias de sus disciplinas, como el kyudo, el judo, el kendo y el aikido. "Al ser un dojo muy grande y con muchos practicantes tiene seis makiwaras (bala de paja para practicar) y 11 matos (dianas). La gente es libre de usar una u otra cosa durante las dos horas que dura la práctica".
"Lo que se suele hacer es empezar en makiwara para despertar el cuerpo, calentar los músculos y practicar la técnica del tiro. Después, aplicar la técnica delante del mato. En este dojo no trabajamos tanto a diario el Taihai, que sería todo lo que se hace antes y después del tiro. Para ello se hacen unos cursos especiales durante el a?o. El Taihai es muy importante, cada movimiento del cuerpo va acompasado con la respiración y tiene que ser fluido y con presencia. En los exámenes de grado a partir de un nivel, si no haces el Taihai como toca no puedes aprobar aún acertando las dos flechas. En mi opinión, es lo que diferencia a alguien bueno de alguien excelente. Lo que te deja la boca abierta cuando ves a un gran maestro al margen de si acierta o no".
El Taihai, el ceremonial previo y posterior a un lanzamiento, diferencia al amateur del maestro
"Siempre hay uno o dos sensei -en algunos dojos también hay ayudantes de alto grado- corrigiendo y explicando. Pero algo muy importante para aprender en Japón a parte de que te corrijan, es lo que se llama mitori geiko (entrenar mirando) y no es nada más ni nada menos que aprender mirando a los demás. No sólo a los senseis, también a todos los compa?eros. Da igual qué grado tengan, todos te pueden ense?ar mucho".
Las relaciones de amistad entre Espa?a y Japón han cumplido 150 a?os. Permanecen intactas, igual que la esencia del kyudo. El deporte-espectáculo crece imparablemente, y Japón combina la práctica de deportes y disciplinas ancestrales con deportes de masas como el fútbol. "En Japón si corren peligro este tipo de disciplinas no es por los deportes de masas. Es porque la gente apenas tiene tiempo para dedicarse a un hobby. En el caso del kyudo lo tienen de opción en muchos colegios y universidades y realmente hay muchos jóvenes que lo practican. Al hacerse mayores y trabajar muchas horas lo acaban dejando por falta de tiempo", lamenta Ainhoa. Niega que sea elitista -más allá de que el precio del arco y las flechas es elevado- pero cree que Japón nunca van a dejar que algo tan tradicional y arraigado en su acervo cultural desaparezca. "El kyudo te mantiene en forma tanto el cuerpo como el espíritu y puedes aplicar todo lo que aprendes a la vida cotidiana y mejorarla notablemente. ?Todo eso con un arco y un par de flechas!".
Talento J: las fascinantes experiencias japonesas de más de 70 jóvenes espa?oles
Desde la Fundación-Consejo Espa?a-Japón y con la intención de sensibilizar a las numerosas posibilidades tanto en el campo de los estudios como del trabajo que se dan en Japón para jóvenes, se ha creado la campa?a Talento J. En palabras de la directora de esta institución, Eva Garrido: "Talento Jota quiere poner en valor el activo que supone para Espa?a contar con jóvenes tan preparados para abordar el llamado "siglo de Asia". Ellos crearán las relaciones de futuro entre ambos países. ?No merece la pena conocerlos e inspirar a otros?".
Desde enero, más de 70 testimonios han aportado su granito de arena en un fascinante mapa cultural de ciudades, experiencias laborales de todo tipo y curiosidades de ocio. La mayoría de los Talento J han centrado su actividad en Tokio, aunque también hay espa?oles presentes en Kioto, Osaka e Hiroshima así como Nagoya, Nagano y Shizuoka.
Las diferentes experiencias laborales que se encuentran en Talento J son de lo más variado, desde el mundo del deporte como Octavi Anoro, delegado de la liga de Fútbol espa?ola y que destaca que el fútbol espa?ol es uno de los embajadores más poderosos de la vida y la cultura espa?ola, a Xavi Bellido, entrenador de fútbol en un colegio japonés de primaria que considera que "estar en Japón es darte un ba?o de valores como el respeto y la dedicación hacia lo que haces". También en este campo, encontramos deportistas virtuales como Rodrigo Nantón que llegó a competir en uno de los equipos de la liga japonesa League of Legends o Víctor Hugo López Romero, profesional del balonmano en Nagoya donde vive con su mujer y sus tres hijas.