El peque?o de los hermanos Williams ha marcado 15 goles con el Cadete A del Athletic y podr¨ªan ser muchos m¨¢s si no hubiera estado dos meses lesionado.
Nico Williams (Pamplona, 12-7-2002) viene pegando fuerte despu¨¦s de cuatro a?os enrolado ya en la cantera de Lezama, aunque I?aki Williams, el 9 ya del primer equipo y uno de los estrat¨¦gicos del club de Ibaigane, reclama calma. Conf¨ªa en que su hermano peque?o anteponga otras prioridades al bal¨®n, pues a¨²n es cadete. De lo que no hay duda es de que apunta maneras y es tambi¨¦n una flecha de delantero con el arco en la mente. ¡°Hay que tener un poco m¨¢s de cuidado con ¨¦l. No ha visto todo lo que han pasado mis padres. Tiene que seguir trabajando y estudiar, lo primero es estudiar¡±, comenta el le¨®n, aunque no oculta que le har¨ªa ¡°especial ilusi¨®n¡± si en un futuro coinciden juntos en la primera plantilla. I?aki tiene contrato hasta junio de 2025 con el Athletic.
La familia arropa al chaval, que destaca en el Cadete de Liga Vasca del Athletic que pilota Jon Solaun, quien fuera un centrocampista de brega y entregado en varios clubes de Segunda como el Alav¨¦s y entrenador en la estructura de Danok Bat, ejemplo de formaci¨®n en Bizkaia y Barakaldo. Nico ha atravesado por una lesi¨®n de m¨¢s de dos meses por causas derivadas de su imparable crecimiento f¨ªsico. Un hueso de la cadera le dio guerra, pero lo ha resuelto y encadena este curso 15 goles. Se prev¨¦ que alcance una estatura de 1,90 metros. Junto a ¨¦l juegan otros jugadores de raza negra como Mbaye Barro, nacido en Zumaia, o Tinbit Manero, vitoriano, lo que deja clara la globalizaci¨®n de una cantera vasca que se va modificando, aunque de manera m¨¢s acompasada que en otras latitudes. El Athletic tambi¨¦n lo nota con casos como ellos, o anteriores como Blanchard o Jon¨¢s Ramalho, ahora en el Girona.
Los Williams, que ahora residen en un moderno apartamento en el centro de Bilbao, saben lo que es pasarla 'canutas'. Exiliados de Liberia a Ghana por la guerra, F¨¦lix Williams y Mar¨ªa Arthuer, el matrimonio que tuvo despu¨¦s a los dos futbolistas, se conocieron en un campo de refugiados cerca de Accra y huyeron a Europa hace dos d¨¦cadas. El destino laboral les traslad¨® a Barakaldo, donde vivieron un a?o y naci¨® I?aki. El padre trabaj¨® adem¨¢s en Londres y se afincaron en Navarra, donde trabajaron en el campo, primero, y despu¨¦s en la capital. Ya ubicados en la capital, I?aki milit¨® en el Club Nataci¨®n, convenido de Osasuna, y despu¨¦s en el CD Pamplona, ya ligado al Athletic, lo que le catapult¨® a Lezama. Su estela la ha seguido Nico, que tambi¨¦n ingres¨® en las inferiores rojiblancas y al que tambi¨¦n llaman ¡®Willi¡¯ los compa?eros del equipo.
Nico se inici¨® en el Pamplona en f¨²tbol sala, pas¨® por Osasuna en f¨²tbol 7 durante dos cursos y de ah¨ª a Lezama en Infantiles, siempre a la estela de su hermano mayor. Siempre de delantero arriba y en banda alguna vez, Nico responde m¨¢s al perfil de nueve. Es r¨¢pido, pero t¨¦cnicamente mejor que I?aki a su edad. Maneja bien la izquierda y la derecha, es un jugador de pensar, que no basa todo su repertorio en la velocidad de movimientos. Ahora estudia en un colegio privado, aunque se decanta m¨¢s por el f¨²tbol. Es un chaval tranquilo, buen compa?ero, que no alardea de nada. Asume como puede que es el hermano de I?aki.
En verano, Nico seguir¨¢ quemando etapas y pasar¨¢ al Juvenil Nacional rojiblanco. Cuentan los que m¨¢s le han visto que atesora talento, que tira desmarques de calidad y que respecto a las ¨¢reas de mejora debe incrementar el sacrifico sin bal¨®n, cuando el contrario aprieta. Justo la cualidad que catapult¨® a I?aki, la que le puli¨® su t¨¦cnica en sus primeras sesiones en la factor¨ªa rojiblanca a base de meter horas y tener los ojos bien abiertos. I?aki ya se ha independizado de sus padres, aunque vive muy cerca de su piso en Bilbao. Suelen comer los cuatro juntos y ah¨ª I?aki recuerda a Nico que la gloria no es f¨¢cil, que el gol cuesta (siete este curso en LaLiga tras su lanzamiento picado en el Bernab¨¦u que bati¨® a Keylor Navas). La sucesi¨®n se va gestando, aunque a fuego lento. La endiablada velocidad le permite no obstante a Nico atesorar un don que no se puede ense?ar. Un talento innato que puede juntar a los dos Williams en cuatro a?os en Primera Divisi¨®n.