John Heath lanz¨® el primer penalti de la historia del f¨²tbol. Sucedi¨® un 14 de septiembre de
1891. En un partido entre el Wolverhampton, equipo de Heath, y el Accrington. Aquella fue la primera vez en la que se aplic¨® la Regla 14? del F¨²tbol, una norma, la del vbvpenalti, ideada y propuesta curiosamente por un portero, el irland¨¦s William McCrum, y aprobada meses antes por la International Football Association Board.

De primeras, los ide¨®logos del  f¨²tbol eran reacios a tal norma. Lo eran porque pensaban (y el tiempo tambi¨¦n les ha dado en parte la raz¨®n) que fomentar¨ªa la picaresca entre los delanteros. Pero optaron por aplicarla a ra¨ªz de una pol¨¦mica suscitada en un partido de copa inglesa entre el Noot County y el Stoke City (abril de 1891). Un defensa del Noot evit¨® con las manos un gol del Stoke. Comprobaron con ello que la picaresca tambi¨¦n pod¨ªa surgir del otro bando, el de los defensas, y se tom¨® la decisi¨®n de sumar al f¨²tbol la nueva Regla, la del penalti.

Lo dicho, fue John Heath el primero en disparar desde los once metros. Del portero del Accrington en aquel partido poco se sabe, como si el destino quisiera, en los or¨ªgenes de la suerte de los penaltis, que la gloria s¨®lo fuera para los delanteros. Pero nada m¨¢s lejos de la realidad. Con el tiempo casi se recuerda m¨¢s a los futbolistas que fallan que a los que aciertan. En verdad, con la salvedad de Panenka y su legado, las leyendas que versan sobre penaltis hablan m¨¢s de nombres de porteros: desde Duckadam (hizo campe¨®n de Europa al Steaua de Bucarest parando cuatro penaltis al Barcelona en la final) hasta Iker Casillas (clave en
la tanda contra Italia en la Eurocopa de 2008, como tambi¨¦n ante Portugal en la de 2012).
Hay otra estirpe de porteros que no son tan recordados por un penalti o una tanda en concreto
como s¨ª por su don en este arte del juego. Son los llamados ¡®parapenaltis¡¯.

Cuentan las cr¨®nicas que Yashin (¨²nico portero con un Bal¨®n de Oro) detuvo a lo largo de
su carrera m¨¢s de 150 penaltis. Hugo Gatti y Ubaldo Fillol comparten el r¨¦cord de penaltis parados en Argentina (26). Andr¨¦s Palop tiene el honor de ser el portero en activo con m¨¢s penaltis parados en la Liga espa?ola (12). Y en este caj¨®n del f¨²tbol que son los ¡®parapenaltis¡¯ es donde encontramos a los dos protagonistas de este reportaje: Garc¨ªa Rem¨®n y
Diego Alves. En noviembre de 1971, hablaba Garc¨ªa Rem¨®n (Madrid, 1950) para AS Color sobre su condici¨®n de ¡®parapenaltis¡¯ del f¨²tbol espa?ol. ¡°Puede detenerse cualquier m¨¢ximo castigo¡±, dec¨ªa entonces un joven guardameta de apenas 21 a?os, reci¨¦n aterrizado en el Real Madrid. En pocos meses pas¨® de defender la porter¨ªa del Talavera en Tercera Divisi¨®n a estar bajo los palos en el Santiago Bernab¨¦u. Y no pudo comenzar mejor su andadura en la casa blanca.

¡°Participamos en el Trofeo Colombino en pretemporada y en dos tandas par¨¦ cinco penaltis,
aquello l¨®gicamente me ayud¨® a entrar con buen pie¡±, recordaba 31 a?os despu¨¦s.
Garc¨ªa Rem¨®n sigue pensando como entonces. ¡°Ni un portero es un parapenaltis por casualidad ni tampoco es algo que se pueda trabajar, por mucha informaci¨®n que tengas sobre el lanzador en cuesti¨®n, al final lo que tienes que poseer son las cualidades que esa faceta del juego requiere: rapidez y agilidad. Todo se decide en d¨¦cimas de segundo, tanto la decisi¨®n del portero de lanzarse a un lado u otro como la del jugador hacia qu¨¦ lado golpear¡±.

El que fue guardameta del Real Madrid durante 15 temporadas confiesa que no tiene la cuenta de los penaltis que par¨® a lo largo de su carrera. ¡°S¨¦ que muchos, pero antes no hab¨ªa el af¨¢n estad¨ªstico de hoy¡±. S¨ª tiene unos cuantos guardados en la retina.
¡°Por su importancia, me quedo con el que le par¨¦ a Dirceu en la tanda de penaltis de la semifinal
de Copa del Rey que jugamos contra el Atl¨¦tico de Madrid; ese penalti y el que despu¨¦s lanc¨¦ y
marqu¨¦ yo nos permiti¨® jugar la final contra el Castilla¡±. Tambi¨¦n menciona, a vuela pluma, los dos que detuvo, en un mismo partido, contra el Sporting de Gij¨®n a Quini y a Churruca, y otro que par¨® en Santander ¡°nada m¨¢s saltar al campo, porque al cometer penalti Miguel ?ngel se lesion¨®¡±. Hoy el cartel de ¡®parapenaltis¡¯ lo tiene Diego Alves (R¨ªo de Janeiro, 1985), primer portero brasile?o en militar en la Liga espa?ola (Almer¨ªa y ahora Valencia). En su caso, las estad¨ªsticas hablan por s¨ª solas. Desde que cruz¨® el charco, hace ahora cinco a?os, ha parado 12 de los 20 penaltis que le han lanzado (diez en Liga, uno en Copa y otro en Champions) y s¨®lo le han marcado seis (uno fue al larguero; otro, fuera). Puede presumir de tener entre sus v¨ªctimas
a Leo Messi y Cristiano Ronaldo, y completan la lista de cazadores cazados Kanout¨¦ (en dos ocasiones), Llorente, Yeste, San Jos¨¦, Nekounam, V¨ªctor, Edu, Adri¨¢n y el ¨²ltimo Mandzukic (Bayern M¨²nich).

¡°Un penalti es una guerra psicol¨®gica¡±, comenta Diego Alves.

¡°Tienes que estar relajado, hay que tratar de meterte en la cabeza del que va a disparar, tener la
intuici¨®n y la tranquilidad necesaria para pensar en d¨¦cimas de segundo y reaccionar¡±. El brasile?o tiene su ritual. Da vueltas por el ¨¢rea para dilatar en el tiempo la ejecuci¨®n, se coloca bajo palos y, mientras el lanzador toma carrerilla, da un pasito a un lado, luego otro m¨¢s largo hacia el contrario y entonces decide qu¨¦ hacer seg¨²n reaccione el adversario. ¡°Si aguantas m¨¢s que ¨¦l¡­ le generas dudas¡±.
Recuerda que el primer penalti de su carrera profesional, en el Atl¨¦tico Mineiro, se lo colaron
¡°por el mismo centro de la porter¨ªa¡±, aunque confiesa tambi¨¦n que ¡°desde ni?o se me daba bien
lo de parar penaltis¡±. Dice Garc¨ªa Rem¨®n, preguntado sobre Diego Alves, que ¡°re¨²ne esas condiciones que debe tener un para penaltis: envergadura, rapidez y agilidad¡±.

Hoy en d¨ªa, el brasile?o tiene m¨¢s f¨¢cil el poder estudiar a los rivales de lo que lo ten¨ªa el madrile?o. Garc¨ªa Rem¨®n no lo duda: ¡°Ahora, los entrenadores de porteros con hacer un click en su ordenador ven los penaltis lanzados por cualquier futbolista del mundo y les dan a sus porteros una informaci¨®n que es ¨²til, aunque no determinante; en mi ¨¦poca, s¨®lo sab¨ªas c¨®mo los tiraban si te hab¨ªas enfrentado a ellos o hab¨ªas tenido la suerte de que en uno de los pocos partidos que daban por televisi¨®n les hubieran pitado un penalti a favor¡±.

El encuentro de cuartos de final del Mundial de 2006 que enfrent¨® a Alemania y Argentina
pas¨® a la historia como el del ¡®papelito¡¯.

Llegados a la tanda de penaltis, el guardameta germano Jens Lehmann se convirti¨® en h¨¦roe nacional ese d¨ªa en Berl¨ªn. Pero no s¨®lo ¨¦l, tambi¨¦n un trozo de papel que le entreg¨® el preparador de porteros Andy K?pke. Hasta el punto que tras el Mundial fue subastado en beneficio de una organizaci¨®n de ayuda humanitaria.Lehmann guardaba ese papel en una de sus medias y, cada vez que lanzaba uno de sus compa?eros, lo sacaba y lo le¨ªa ante la curiosidad de todos los presentespor saber qu¨¦ pon¨ªa. Andy K?pke le hab¨ªa escrito el lugar por d¨®nde cada jugador argentino sol¨ªa lanzar los penaltis. Par¨® dos de los cuatro.
Diego Alves cuenta con la inestimable ayuda de Jos¨¦ Manuel Ochotorena, preparador de porteros del Valencia y de la Selecci¨®n Espa?ola. ?l es quien suele pasarle ese tipo de informaci¨®n. Como en su d¨ªa a Iker Casillas, cuando formaba parte del Madrid. Pero al final todos los guardametas coinciden en una cosa: ¡°No hay una t¨¦cnica para parar un penalti¡±. Lo pensaba Garc¨ªa Rem¨®n en la d¨¦cada de los a?os 70 y lo dice Diego Alves en pleno Siglo XXI. ¡°Se necesita suerte, intuici¨®n y despu¨¦s, si no hay velocidad y reflejos, no hay nada que hacer¡±.