Una camarera de EEUU se indigna por la propina que le deja un europeo
El cliente hab¨ªa dejado 70 d¨®lares adicionales para una cuenta de 700. Las redes sociales ardieron con la reacci¨®n de la empleada.
Son muchos los choques culturales que viven con estupefacci¨®n los europeos que viajan a Estados Unidos. Porque, aunque hay una cierta cercan¨ªa cultural, en realidad no somos tan iguales. El europeo a menudo se ha mostrado suspicaz ante ¡°el yanqui¡±, que no es nadie concreto, sino una imagen et¨¦rea e indefinida que se relaciona con la naci¨®n m¨¢s poderosa del planeta, esa que muchas veces ha dado muestras de tener complejo de sheriff.
Aunque, por supuesto, no es m¨¢s que un prejuicio, algunos, cuando piensan en el norteamericano medio, les viene a la mente un tipo arrogante que se pasea por el planeta como si fuera el patio de su casa. Pero resulta que las filias y las fobias, qui¨¦n lo iba a decir, son casi siempre bidireccionales, y los estadounidenses tambi¨¦n tienen su buen pu?ado de ideas preconcebidas sobre los europeos.
Uno de los ¨²ltimos cap¨ªtulos de este pique entre colegas ot¨¢nicos ha tenido lugar, como muchos otros, en Twitter. Ni corta ni perezosa, una camarera estadounidense colg¨® un mensaje en su muro que rezaba: ¡°A los europeos se les deber¨ªa prohibir viajar hasta que aprendan a comportarse¡±. ?La raz¨®n? Una propina que la trabajadora consider¨® no solo escasa, sino hasta insultante. Seguramente, a la mayor¨ªa se le caer¨¢ el mon¨®culo cuando se entere de la cuant¨ªa de estos emolumentos de la discordia: 70 pavazos.
Obligaci¨®n opcional
En Espa?a, tanto si has consumido un par de ca?as como si te has comido diecis¨¦is cochinillos, ser¨ªa absolutamente impensable dejar una propina de tama?o siquiera similar. Pero en Estados Unidos, como ya se ha dicho, las cosas -o al menos muchas cosas- se hacen de otra forma. Como los sueldos de los empleados de la hosteler¨ªa son casi siempre -esto s¨ª es insultante- extremadamente bajos, es una ley no escrita que el cliente tiene que dejar propinas m¨¢s que generosas, generos¨ªsimas.
Por eso, aunque para nosotros pueda resultar incomprensible, la camarera que comparti¨® el airado mensaje antieuropeo se sinti¨® tan insultada. All¨ª, la propina se calcula haciendo un porcentaje de la factura final. Cuanto mayor es el porcentaje de la propina, m¨¢s satisfecho se entiende que se est¨¢ con el servicio del negocio. Las cantidades que se consideran ¡°normales¡± oscilan entre el 15% y el 25%. Todo lo que est¨¦ por debajo de eso es visto como un maleducado desplante.
No obstante, hay que puntualizar que esto es simplemente una costumbre profundamente arraigada en el pa¨ªs, pero que no existe legislaci¨®n al respecto. Nadie puede obligarte a soltar 140 d¨®lares en adici¨®n a lo que marque la dolorosa. Las reacciones ante los exabruptos de la camarera, que se mostr¨® verdaderamente furiosa con los comensales espa?oles, han sido muy diversas. Pero, en general, cada bando ha barrido para casa. Mientras que miles de estadounidenses mostraban su apoyo a la trabajadora, los espa?oles han aprovechado para hacer escarnio y ocurrente chiste, que eso s¨ª es costumbre aqu¨ª.