Un paciente se cura del VIH por un trasplante de m¨¦dula ¨®sea
Las c¨¦lulas madre injertadas en el paciente presentaron una mutaci¨®n que impide la presencia del virus en el organismo.
Parece que, en este mundo cada vez m¨¢s inestable, solo existen las malas noticias. Pero no es as¨ª. Una historia de milagrosa improbabilidad estad¨ªstica ha devuelto la esperanza a millones de personas. Por tercera vez en la historia, un paciente de VIH se ha curado gracias a un trasplante de m¨¦dula ¨®sea. Oficialmente, esta terrible enfermedad no tiene cura. Porque, aunque existe un pu?ado de casos de remisi¨®n, estos est¨¢n siempre sujetos a circunstancias extraordinarias que en ning¨²n caso son extrapolables a la totalidad de los afectados.
As¨ª que no, esta cura sorpresiva no quiere decir que la erradicaci¨®n de la dolencia est¨¦ significativamente m¨¢s cerca. Sin embargo, es una notable historia humana de optimismo que, adem¨¢s, s¨ª que podr¨ªa marcar una senda para abordar posibles investigaciones futuras. Se trata de un hombre de 53 a?os ¡ªque ha preferido no revelar su identidad¡ª. Existe toda una tradici¨®n de nombres en clave en la literatura cient¨ªfica para designar estos casos. El primero fue apodado el Paciente Berl¨ªn. El segundo fue el Paciente Londres. Este ¨²ltimo es el Paciente D¨¹sseldorf.
Los tres presentaron un cuadro casi id¨¦ntico. Primero fueron diagnosticados de VIH. Tras algunos a?os conviviendo con la enfermedad, desarrollaron alg¨²n tipo de c¨¢ncer en la sangre. Ante el avance de este ¨²ltimo mal, los doctores decidieron someter a sus pacientes a trasplantes de m¨¦dula ¨®sea. Result¨® que los donantes de los que se sac¨® el material injertado ten¨ªan una rara mutaci¨®n gen¨¦tica que impide al virus del VIH penetrar en las c¨¦lulas. As¨ª, gracias a un tratamiento contra el c¨¢ncer, tambi¨¦n consiguieron mitigar su otro gran problema de salud.
Una mutaci¨®n improbable
Esta mutaci¨®n es extraordinariamente rara. Hay estudios que se?alan que se presenta en apenas 1 de cada 100 personas en nuestro continente. Adem¨¢s, para que este tratamiento tenga este sorpresivo (y muy positivo) desenlace, tienen que darse una serie de caracter¨ªsticas excepcionales que son, como poco, muy inusuales. Los expertos llaman a la cautela para evitar que los afectados por el VIH se hagan ilusiones irreales. El trasplante de m¨¦dula ¨®sea no es una operaci¨®n a la que se pueda someter cualquier persona. Es enormemente agresiva y en muchos casos termina ocasionando la muerte del sujeto recibidor de las c¨¦lulas madre for¨¢neas.
Por lo tanto, este m¨¦todo, que, a pesar de todo, parece mostrar un patr¨®n de efectividad digno de tener en cuenta, solo se contemplar¨ªa en casos que presenten simult¨¢neamente las dos enfermedades. La rara mutaci¨®n que provoca este raro desenlace tiene que ver con la ausencia de una prote¨ªna determinada en las c¨¦lulas. El virus de VIH utiliza esta prote¨ªna como puerta de entrada. Pero, al encontrarse con una c¨¦lula donde este material no se encuentra, es incapaz de penetrar. La colonia de c¨¦lulas donadas que presentan estas caracter¨ªsticas se acaban multiplicando en el sujeto recipiente hasta el punto de volverse dominantes. Entonces, el virus entra en remisi¨®n al no encontrar un resquicio del cuerpo al que adherirse.
S¨ª que se han encontrado algunos restos de material v¨ªrico en el cuerpo del Paciente D¨¹sseldorf. Sin embargo, los investigadores son optimistas, pues consideran que las cantidades observadas no son significativas y no presentan una posibilidad elevada de resurgimiento de la patolog¨ªa. Una peque?a esperanza que, aunque no acerque a la mayor¨ªa de los pacientes hacia la so?ada curaci¨®n, s¨ª que deja un rastro que seguir hacia el fin de una pesadilla.