Este es el motivo por el que a nuestro cerebro le gusta jugar a la Loter¨ªa de Navidad
¡°Hace que veamos la loter¨ªa como la ¨²nica oportunidad de mejorar nuestra situaci¨®n econ¨®mica, la vida¡±, argumenta el catedr¨¢tico de psicobiolog¨ªa en el Instituto de la Universitat Aut¨®noma de Barcelona (UAB), Ignacio Morgado.
El 22 de diciembre se celebra el sorteo de la Loter¨ªa de Navidad, uno de los sorteos de loter¨ªa m¨¢s importantes y populares de Espa?a. Forma parte de los sorteos de Loter¨ªa Nacional y su periodo de venta es el m¨¢s largo del a?o, ya que las administraciones reciben los n¨²meros las primeras semanas de julio. Nunca perdemos la esperanza de que seamos las personas afortunadas y, cada a?o, confiamos en que ser¨¢ nuestro n¨²mero el que resuene en el Teatro Real.
Por eso compras un d¨¦cimo. De hecho, la estad¨ªstica exhibe que cada espa?ol se gasta casi 70 euros en Loter¨ªa de Navidad. Sin embargo, cada d¨¦cimo tiene una oportunidad del 0,001% de tocar aunque, como es l¨®gico, quien no juega, no gana. Es m¨¢s, los expertos aseguran que la compra del d¨¦cimo tiene efectos comparables a los de las drogas a nivel neurol¨®gico.
¡°?nica oportunidad de mejorar nuestra situaci¨®n econ¨®mica, la vida¡±
La conducta es repetida por casi todas las personas, aunque no nos haya tocado nunca nada, ni siquiera el dinero jugado. Y es que nuestro cerebro disfruta tanto de la loter¨ªa por el hecho de que se trata en un juego basado 100% en el azar, ya que en los juegos que incluyen alg¨²n tipo de estrategia, el esfuerzo dedicado a pensar y desarrollarla modifica el efecto de recompensa.
¡°Mucha gente solo juega a la Loter¨ªa de Navidad, porque es la m¨¢s llamativa, la que m¨¢s tradici¨®n tiene y nos ha dejado im¨¢genes m¨¢s impactantes en la retina: de gente pobre que de repente se ve con millones. Eso activa nuestro cerebro social, nuestro sistema de emociones y hace que veamos la loter¨ªa como la ¨²nica oportunidad de mejorar nuestra situaci¨®n econ¨®mica, la vida¡±, argumenta el catedr¨¢tico de psicobiolog¨ªa en el Instituto de la Universitat Aut¨®noma de Barcelona (UAB), Ignacio Morgado, en declaraciones recogidas por La Vanguardia.
La dopamina, elemento determinante
El elemento determinante para este experto reside en el cerebro social y en la capacidad que tenemos para imaginar y activar emociones, a pesar de que no hayamos experimentado a¨²n una situaci¨®n en piel propia. ¡°Es una capacidad muy importante y ¨²nica del cerebro humano. Los humanos tenemos la posibilidad de activar nuestra emociones sin que pasen las cosas de verdad gracias a nuestro sistema emocional¡±, indica Morgado.
Es decir, por un lado anticipa el miedo de quedarnos sin un d¨¦cimo y que luego toque en nuestro barrio o en el trabajo y, por otro lado, activa la alegr¨ªa y la satisfacci¨®n de ¡®y si nos tocara¡¯. En este contexto, la dopamina desempe?a un papel esencial, que provoca una liberaci¨®n en las estructuras anteriores del sistema l¨ªmbico y nos anticipa a las situaciones.
Circuito de recompensas
En definitiva, la Loter¨ªa de Navidad activa se?ales neuronales que convergen en un peque?o grupo de ¨¢reas interconectadas, ubicadas en la base del cerebro. Estos peque?os grupos de neuronas determinan nuestra conducta y conforman el conocido como circuito de recompensas, donde los humanos experimentamos placer.
A diferencia de otros juegos de azar, como las quinielas o incluso el cup¨®n de la ONCE, que son individuales, la Loter¨ªa de Navidad ¡°tiene la particularidad de que es un fen¨®meno social. Normalmente no juegas solo, sino que lo haces en familia, los amigos, los compa?eros de trabajo y eso hace que intervenga una dimensi¨®n social que activa el circuito de recompensa y motivaci¨®n, que nos produce placer¡±, concluye el neurocient¨ªfico del departamento de psiquiatr¨ªa y medicina legal de UAB, ?scar Vilarroya.