Una ¨²nica carretera une dos pa¨ªses y divide el desierto en dos

Quien tiene una carretera tiene suministros, comida, log¨ªstica, comunicaciones, defensa... es un punto estrat¨¦gico que no todos los pa¨ªses valoran. Entre Marruecos y Mauritania hay una ¨²nica carretera de 3.260 km en l¨ªnea recta, que a vista de avi¨®n parece dibujada por un tiral¨ªneas, pero a pie de arena es la divisi¨®n entre la civilizaci¨®n y el desierto.

Desde T¨¢nger, Kenitra, Rabat, Casablanca, Marrakech, Agadir, Laayoun y Dakhla, ciudades marroqu¨ªes que siguiendo la l¨ªnea marcada entre las dunas te lleva del desierto a Nouakchott, en Mauritania.

Qui¨¦n controle la carretera, y el interior de la regi¨®n, controla la entrada y salida del continente africano tanto para lo bueno, como para lo malo. Desde la represi¨®n del tr¨¢fico de il¨ªcitos, hasta el comercio de cualquier mercancia.

Permitir que se estabilicen esos 3.260 de km, hace que tengamos un inmenso foco de riesgos de desestabilizaci¨®n de todo el Sahel. Esa l¨ªnea imaginaria desde nuestra carretera hacia el Oriente, el siguiente punto estrat¨¦gico de entrada a ?frica ser¨ªa el Cuerno de ?frica, el otro foco principal de entrada y salida de todo tipo de mercanc¨ªas.

La permeabildiad de esa l¨ªnea horizontal divide el continente en dos. Y, por tanto, se convierte en la Muralla China de ?frica de origen natural. De nosotros depende ayudar a la estabilidad regional o seguir en la soberbia mirando hacia otro lado.

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